¿Te amo a ti o al sentimiento?

él y sus crudas manías

De todas tus manías hubo una que me dejó claro que no me querías.

Ahí entendí que no me extrañarías.
Así que tomé la decisión de que me marcharía.

Dejando atrás nuestro pasado y esos momentos perversos en lo que solías decir que me querías.

Que tal vez eran mentira, me engañaría a mí misma si dijera que eran verdad, si en realidad me querías, me detendriás.
Pero a pensar que sabías que te extrañaría, me hiere y me lastima aún cuando me dejaste a mi suerte testaruda.

Quise que me amarás tanto que fueras incapaz de olvidarme.

Quise quedarme y abrazarte para no perderte.

Pero me perdí a mí misma y ahora soy difícil de perdonarme, a mí a mis estúpidos sentimientos, que aunque son necesarios quisiera extinguirlos, apartarlos y refugiarlos para que nunca más vuelvan a ser lastimados.

A pesar de todo, esperé a tu llegada, no había una entrada pero ya visualizaba tu llegada, no había siquiera un comienzo y yo ya imaginaba tu regreso.

Tal vez es mi corazón envuelto en el resentimiento.
Aunque yo para ti fui solo un pasatiempo.

Era hora de guardara silencio.
Esperar que mi alma abandonara mi cuerpo.

Pero por más que me odiara a mí misma por lo que siento no fui capaz.

Ni de dejarme ir a mí ni mucho menos a ti.
Nunca creí quererte y ahora dejar de amarte me era complicado.

Pero mis sentimientos encontrados no fueron correspondidos.

Era hora de dejarte ir y verte ser feliz.