IV.- Fricción

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Stiles se despertó gracias al despertador y el grito de Laura, odia que su hermana fuera tan ruidosa. ¿Por qué no lo dejaban dormir en paz? Las horas de sueño eran preciadas. Se levantó aun en pijama bajó las escaleras de caracol. Se detuvo un momento al ver a todos los betas ahí, parecía que se reunían todo el día ahí. Aun vestía sus shorts grises y una playera negra algo holgada y estaba descalzo, realmente no le importaba. Bostezó y se acercó a la barra donde Derek lo esperaba con una taza de café en sus manos.

— Buenos días, cachorro. — lo saludó Peter con una sonrisa divertida.

— ¿Qué tiene de buenos? Es demasiado temprano. — se quejó el menor mientras tomaba de la taza.

— Veo que eso es algo que no ha cambiado. — comentó Cora, quien recibió una leve mirada de su hermano, aun estaba enojado por la relación que tenía su hermana, no entendía cómo es que pudo perdonar a los Argent, él no lo haría.

— Hay cosas que no cambian. — dijo Derek de manera tranquila, le tocaba ser el mediador de sus hermanos menores. Realmente ya no conocía a Cora así que solo conocía a Stiles, sabía que tenía que intervenir o terminaría mal para su hermana.

— ¿Tengo que ir a clases? Ya sé todo, no es necesario. — se quejó Stiles con un puchero.

— Tienes que ir, necesitas un certificado de preparatoria. — le dijo Laura mientras revolvía su cabello.

— Nosotros vamos a estar ahí, no será tan odioso. — dijo Jackson llamando la atención de los hermanos.

— Me iré a cambiar.

El castaño desapareció en el segundo piso.

— Cuida tus movimientos Whittmore. — le dijo Derek mostrando sus ojos azul eléctrico.

Jackson solo bufó.

*

Durante todo el horario escolar del día Stiles se la pasaba durmiendo y cuando los profesores trataban ponerlo a prueba y el chico les respondía todo lo que los preguntaran.

Al final de clases decidieron irse caminando, Stiles quería recorrer todo el pueblo o la mayoría, quería conocer de nuevo su territorio.

— ¿Por qué no me has hablado desde ayer? — le preguntó Cora a su hermano caminando a su lado.

— No me presiones Coraline.

— Mieczyslaw, no seas así. Por favor dime, de niños me contabas todo. — le dijo la mayor tomando el brazo del otro.

— Coraline. — pronunció entre dientes.

— ¿Qué? No puedes odiarme para siempre solo porque me enamoré de una Argent.

Stiles giró de manera violenta.

— ¡Claro que puedo hacerlo! ¿Tengo que recordarte lo que nos hicieron?

— ¡Ella no hizo nada!

— ¡Y QUÉ! ELLOS NOS ARREBATARON A MAMÁ, PAPÁ, LOS NIÑOS. ¿Si quiera puedes imaginarte el infierno que vivimos todos estos años. Derek tiene cicatrices del fuego, Laura casi pierde su ojo. ¡Nosotros sufrimos por esos monstruos! Todos son iguales, no importa que ella era una niña y ni sabía que sucedía, algún día será como ellos y no pienso ayudarte. — le dijo con furia, sus ojos brillaron en violeta por un momento — No tienes la menor idea de lo que es sufrir y vivir en un infierno. Mientras tú y Peter se quedaron aquí y formaron una manada nosotros luchamos cada día de nuestra maldita vida en seguir vivos. — le dijo Stiles con odio para seguir adelante dejando a su hermana sorprendida.

— ¿Qué te paso?

El chico se detuvo y apretó sus puños con fuerza.

— Sobreviví en el infierno.

Allyson se acercó a su novio y la abrazo con fuerza, no podía creer que los hermanos se habían peleado por su culpa pero no iba a dejar al amor de su vida sola.

— Eso fue duro. — comentó Scott, pero podía entender a Stiles.

— Creo que deberías aprender a leer a tu hermano, no eres la mala pero creo que deberías de pensar como él. — comentó Lydia, no quería que la chica se sintiera mal pero también tenía que entender.

*

Derek y Laura los esperaban, su rostro era serio y podía oler el enojo, sabía que Stiles estaba en su habitación.

— Vayan a correr al bosque. — ordenó la alfa.

Solo Cora, Peter y Deucalion se quedaron ahí.

— ¿Cómo está Mitch? — preguntó Cora con timidez.

— Molesto.

— Coraline, él tiene razón. No puedes juzgarnos, sé que fue difícil para ustedes pero no tienes ni idea de la lucha que tuvimos que pasar. — dijo Laura de manera serio.

En ese momento los otros tres tenían un aura de poder, no podían reconocerlos.

— Para Mica, fue mucho peor. Tuvimos que sobrevivir en una ciudad extraña, solo nos teníamos a nosotros mismos y todos nos perseguían porque querían esclavizarnos. No tienes la menor idea del miedo constante que teníamos, apenas y dormíamos, incluso hoy nos cuesta trabajo dormir, siempre estamos alertas. — suspiró — No te puedo contar todo lo que le paso a Mica, pero si sé que nunca van a verlo sin playera. Hay peores tormentos que el infierno. — les dijo Derek para después subir al segundo piso.

El mayor entró a la habitación del menor, Stiles se encontraba sentado frente a su escritorio, se giró al escucharlo.

— Sé que hablaste con ellos, no es necesario que intenten entendernos. — sus ojos carecían de brillo — Ellos no necesitan conocer la verdad y sé que dije cosas que no debía, la rabia se apoderó de mí, hace mucho que no me pasaba. — colocó su manos en su nuca — Lo siento.

Derek acarició el cabello de su hermano y sonrió con cariño aunque también se podía ver un deje de tristeza.

— No hiciste nada malo, tienes sentimientos y a veces explotas. No les dijimos más de lo necesario, si en algún momento quieres que lo digamos estaremos ahí para apoyarte.

— Gracias, Der.

Laura sonrió, sus hermanos era muy unidos, aunque en realidad los tres lo eran, después de todo lo que pasaron no había más personas que los conocieran a la perfección; les era difícil confiar en los demás, volver a sentirse seguros con su familia, volver a tener una manada y gente a la cual proteger. Era extraño para ellos.

— Ven, Lau.

La alfa entró a la habitación y los tres se quedaron toda la tarde juntos y riendo, como en los buenos tiempos. Al final solo eran ellos tres contra sus pesadillas.  

El Hale AdoradoWhere stories live. Discover now