4

16 2 0
                                    

-NICK-

Jacob y yo nos miramos extrañados y comenzamos a andar detrás de esos pequeños elfos, la verdad que ni él ni yo sabíamos como reaccionar. Estábamos aún procesando lo que acababa de pasar ya que para nosotros todo eso era nuevo, la verdad que estar en otra dimensión no estaba dentro de nuestros planes. Pero no nos podíamos marchar, les habíamos prometido a esas criaturas que les ayudaríamos, ellos realmente se veían desesperados.

Pasaron algunas horas y no parábamos de andar, Jacob y yo ya estábamos muy cansados de tanto andar pero parecía que a Serafín y Morgana no les importaba mucho.

-Oye elfo, ¿cuándo vamos a llegar a esa "ciudad de setas"? Estoy harto de tanto andar, ¿Queda mucho?.- Dijo Jacob

-Pues me alegro que preguntes, porque ya hemos llegado.- contestó Serafín apuntando con el dedo a un árbol, allí no había nada.

-¿Qué se supone que es esto? ¿Una broma? Aquí no hay nada, simplemente árboles, árboles,oh, ¡Y más árboles!.-Dijo Jacob con un tono sarcástico.

-Cálmate Jacob, alomejor la ciudad está por aquí escondida.- Le dije para tranquilizarlo.

-Muy bien chico, has acertado.- Serafín se giró hacia mí.- La ciudad está aquí , delante de vuestros propios ojos, ahora mismo es invisible al ojo humano pero en cuanto baje esta palanquita de aquí podréis ver la ciudad.- Señaló al árbol y se acercó, la palanca se había camuflado, era del mismo color que éste.

Cuando Serafín bajó la palanca, comenzó a aparecer una especie de barrera mágica, la cual hizo aparecer aquella preciosa y diminuta ciudad.

-¡Bienvenidos a Setilandia, la ciudad de las setas!- Dijo Morgana.

Nos quedamos Jacob y yo en shock, paralizados por lo que estaba ante nuestros ojos,  era como si viviéramos en un cuento de hadas, estaba lleno de setas y  flores de todo tipo: rosas, tulipanes, margaritas...

Antes de que nos adentrásemos en la ciudad, Serafín cogió dos pequeños frascos que tenía en su mochila y arrancó una hoja de un árbol que estaba a su lado, hizo la hoja a trocitos y la esparció por los frascos, después puso como unos polvos rosados que también llevaba en su mochila y nos lo ofreció

-Tomaros esto, os encogerá y os ayudará a entrar.

Jacob puso una cara de asco y me miró, yo le hice un gesto de afirmación y ambos cogimos un frasco y nos lo bebimos. En cuestión de segundos todo se hacía cada vez más y más grande, o eso era lo que nosotros veíamos, en verdad nosotros habíamos encogido hasta tener un tamaño diminuto.

Aquello era precioso, había un camino que llevaba a las casas. Eran diminutas, me recordaron a las de los pitufos. Había un lago con cascada, donde unos elfos recogían agua con un cubo de madera.

Todos parecían muy felices, los niños iban de ahí a allá corriendo y jugando sonrientes.

También me fijé y habían pequeños animales correteando por ahí, no sabría decir qué eran exactamente, esos animales eran bastante raros.

-Bueno venga, ya lo habéis visto bastante, no hay tiempo que perder.

Morgana hizo un gesto para seguirla y entramos en la ciudad.

Me adelanté para hablar con ella dejando a Jacob y Serafín atrás.

-¡Morgana,Espera! Necesito preguntarte algo.- Morgana me miró por encima del hombro y me hizo un gesto con la cabeza para que hablara.

- A ver, no sé por qué estoy aquí, pero está claro que alguien o algo me ha elegido a mi para ayudaros a no se exactamente qué. ¿Pero el caso es, por qué? Es decir ¿ Por qué yo? Ni siquiera estaba interesado en la magia ni en los cuentos de hadas ni- De repente Morgana me interrumpió.

-Vamos a ver Nil.

-Soy Nick.- Morgana me fulminó con la mirada.

 -Si, lo que sea, me da igual. ¿Te piensas que yo sé algo de lo que está pasando aquí?  Pues no, para mi todo esto es nuevo, aquí no han habido humanos desde hace 1000 años, o incluso más.
Hace tiempo convivíamos todos en paz y harmonía; humanos, hadas, elfos.. Pero de repente todo cambió, los humanos se volvieron locos y quisieron destruir nuestras tierras, a mi madre, que en esos tiempos era la reina no le quedó otra que crear un mundo en el que no existía la magia y los desterró allí para siempre, ese mundo es el tuyo Nick. 

Después de todo aquello que pasó, mi tía se volvió el terror de nuestro universo, se alió con los seres más peligrosos, los gnomos, asesinó a mi madre y tomó el control.- Vi como le caía una lágrima por la mejilla y se la limpió rápidamente.

- Morgana... Siento muchísimo todo lo que habeis pasado, me sabe tan mal...

-Da igual, eso fue hace mucho, espero que tú puedas arreglar lo que nuestra tía ha destrozado.- Me dijo con un tono frío mientras andaba y miraba para alante.

-Te prometo que haré lo que pueda, pienso devolver la paz a este mundo, cueste lo que cueste. -Pude sentir su alivio a pesar de que no se giró.

Seguimos andando hasta que Serafín hizo un gesto con la mano para indicarnos de que habíamos llegado al lugar, era una casa bastante bonita por fuera, Serafín tocó a la puerta y nos abrió un hada con pelo castaño, ojos verdes y unas alas preciosas, parecía bastante simpática.

Ella le hizo una mirada de sorpresa a Serafín.

-¿Es él?- Serafín asintió, y ella me miró con una sonrisa enorme.

-Hola, mi nombre es Flora, soy un hada de la naturaleza, estaré encantada de recibiros a ti y a tu amigo.

-Hola, él es Jacob y yo soy...- Flora me interrumpió.

-Nick, lo sé, te estábamos esperando.- Cuando me dijo eso sentí un escalofrío, ¿Cómo que me estaban esperando? Jacob me cogió del brazo antes de entrar y puso una cara de asustado.

-Joder tío, que mal rollo, ¿Cómo saben quién eres?- Me dijo susurrando al oído.

-No lo sé, no te preocupes Jacob, todo irá bien, tú confía en mi.- Me soltó el brazo aún dudoso y nos metimos dentro de la casa.


You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 29, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

LA REALIDAD ÉS SOLO UN SUEÑO ✨Where stories live. Discover now