Capítulo 2

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Año actual

Alina

Ingreso a la habitación dónde está él. Rodeo mis brazos y me acerco a la camilla.

Tiene sus ojos cerrados y aún está anestesiado. Después de cuatro espantosas horas salió de cirugía. Y recién ahora podemos verlo.

Suelto un pequeño sollozo. Aún no me entra en la cabeza como han sido capaces de lastimar a mi niño.

El médico nos informó que había signos de violencia. Tenía magulladuras y golpes en las piernas. Si bien algunas pueden ser producto de caídas resientes. Otras parecían llevar días allí.

El corazón se me oprime en nivel inhumano cuando recuerdo lo que nos dijo. Lo que Jay le dijo a él, antes de que todo empeorara.

—¿Odiarte, mi cielo?—acaricio su cabello rizado —. Tus papis te aman, Jay, y lo sabes. Son dos locos celosos, pero te aman. Pelearon por ti de una manera increíble—rio ahogadamente —. Tu madre fue muy cautelosa hasta el final. Supo cómo unirlos.

Trago el nudo en mi garganta y tomo su manito. Tiene una intravenosa. Y está fría. Tal como aquella habitación la noche que encontramos a su madre muerta.

—Espero que con esto aprendan—digo más para mí—. Jaina nunca quiso esto para ninguno.

Todavía recuerdo el día donde salimos del bufet luego de que nos dijeran el testamento. Lo único que Jaina tenía, era a su hijo. Porque luego vivía con Killian. Su familia la abandonó apenas se enteró que estaba embarazada sin siquiera haberse casado. Y menos les dijo quien era el padre. No le habrían creído. Siempre la denigraron, al menos eso me dijo Killian. Y que un jugador de baloncesto se fijara en “una simple chica sin nada que ofrecer ”

Sé que esto les parecerá raro, más que nada a ti, Killian. Aquí dejo una carta para cada uno—comienza a leer el abogado de Jaina con el testamento.

» Les dejo a ustedes dos, la custodia compartida de Jay. No hay devoluciones, ni peleas, es momento que dejen sus pendejadas de lado, y más cuando fue mi culpa que ambos se distanciaran. No confío la vida de mi hijo a nadie más. Y es muy posible que no lo entiendan, que piensen que son incapaces de cuidar de mi hijo. Pero lo son.

Por favor, no sean cabezotas y hagan las cosas bien. Mi mano derecha, la que seguramente está presente, Alina, se encargará de ponerlos en su lugar si cometen una estupidez. Les pido no, les suplico de favor, no permitan que nadie se los quite. Ahora estoy escribiendo esto con lágrimas en mis ojos porque, si muero , temo que, por idioteces, ustedes pierdan a mi niño. Por favor, no lo permitan.«

—Esta es la carta para ustedes tres. Y esta para su hijo cuando cumpla los dos años. Me ha comentado un poco que tú —mira a Alan —, recién te enteras del bebé.

—Hace cuatro días —dice bajito.

Hace cuatro días que murió ella. Y luego el velorio, y ahora.... esto. Aún me cuesta creerlo.

Llego a casa con Jay en brazos. Me siento con él en el sofá y abro la carta.

Alina:

Nos conocemos mucho antes que a estos par de idiotas.

Rio y Jay se remueve un poco.

Amiga, hermana, compinche desde los cuatro. Esto tiene que quedar en secreto. Creo que el que ellos no lo sepan lo hace más interesante. En fin. Sabes que mis padres podrán enterarse de Jay, gracias por guardar el secreto. Por no decir quién es el padre cuando te invadieron de preguntas, y no decirle a Killian que sabías, sería un varón.

Alina. En esta historia hay dos salidas. O ellos acaban separados y mi hijo con mis padres, o dejan sus diferencias de lado y evitan a toda costa que eso suceda. Lo harán, Alina, y lo sabes”

—Yo estaré aquí, amiga. Siempre—miro a su hijo—. Lo prometo.

—Mi niño—beso su frente —. Aquí estamos, siempre estaremos. Ya nadie volverá a lastimarte.

—Alina....

Me doy vuelta encontrándome con la mirada cansada de Alan.

«Eres un hijo de puta» quiero decir, pero sé que no cambiará nada.

Solo lo miro con odio. Enojo. Si no puedo decirlo, que lo sienta.

—Te lo dijimos, Alan.

Genial, estoy a nada de llorar.

—Son unos idiotas. Por su culpa Jay está aquí. Y la tuya, tú no te quedas atrás.

—No puedo cargar con todo yo.

—No, Killian también la tiene. Pero eso lo hablaré luego con él. Los dos son unos jodidos egoístas. ¿Te das cuenta dónde estamos?—riño—¿Y sabes por qué? Porque no tuviste mejor idea que ceder. Voy a hacer hasta lo imposible para que Jay salga adelante. Para ponerlo a salvo.

—Alina...

—Alina una mierda. Somos sus padres, aunque el único de sangre seas tú. Espero que hagas lo correcto.















‡‡‡‡‡

¿Cómo la llevan hasta ahora?

Mi intención es hacerlos llorar. Reir. Que se enamoren. Se estresen y tiren su móvil. Pero sobre todo, que disfruten.

Espero conseguirlo🫶

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⏰ Last updated: Aug 05, 2023 ⏰

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