parte nueve • good luck, babe!

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Robin lleva a Will a un club gay

Will dejó que su mirada vagara por el techo de su habitación, iluminado por la suave luz del sol filtrándose a través de las cortinas

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Will dejó que su mirada vagara por el techo de su habitación, iluminado por la suave luz del sol filtrándose a través de las cortinas.

No sabe porque sigue sintiéndose vacío. Había sido un paso importante salir del closet con sus amigos, a medida que repasaba la escena en su mente, recordó cómo cada uno de sus amigos había respondido con comprensión y apoyo, sin juzgarlo, tal y como quería. Pero a pesar de estar feliz por eso, la sensación de soledad persistía en su pecho.

Y es que todos sus amigos tienen pareja. Por supuesto tenían que tener tiempo para sus novias, pero en esos días, él estaba aburrido en su habitación. Bueno, el único que tiene novia es Dustin, ya que Lucas y Max siguen separados pero siguen pasando juntos y Lucas dedica mucho de su tiempo en ella, no es sorpresa que regresen. Mike como siempre sigue perdidamente enamorado de El y preocupado por ella, a pesar de no estar juntos, Will puede notarlo. Tampoco quería jugar de tercero siempre. Es aburrido.

Ahora se encontraba solo en su cama, sin nadie con quien compartir esa íntima conexión. Aunque dar el gran paso de salir del armario fue un hito importante, ahora enfrentaba un nuevo desafío: encontrar pareja.

En realidad, no la necesitaba. Siendo honesto consigo mismo, no le importaba demasiado, pero sentía una curiosidad latente por experimentar esa sensación. No sabría explicarlo, pero ver a sus amigos en relaciones le provocaba celos. No solo porque tenían a alguien con quien compartir, sino también porque nadie les diría nada. Si estaban enamorados, nadie los juzgaría. Podían encontrar pareja en cualquier lugar, tomarse de la mano con libertad, hablar abiertamente de sus parejas. Mientras tanto, él continuaría viviendo oculto, y lo haría toda su vida.

No conocía a nadie como él, nadie abiertamente homosexual con quien relacionarse. La idea de buscar pareja resultaba tentadora pero también aterradora. ¿Cómo sabría quién era gay? No podía simplemente preguntar a extraños al azar.

Su mente divagó hacia Robin, la chica del año de su hermano, la mejor amiga de Steve. Sabía que a ella le gustaban las chicas, no se enteró por ella, lamentablemente. Sino porque a Dustin se le salió una vez por accidente. Aunque parece que ella no lo tomó tan mal, ya que continuó pasando tiempo con Dustin después de enterarse.

A veces, personas como ellos tienen que conformarse con amigos que los acepten como mínimo, si no quieren quedarse solos. Se preguntó si Robin alguna vez había sentido lo mismo que él. ¿Había pasado noches en vela, como él, tratando de entender su lugar en el mundo y cómo encajar en él? Se preguntó si alguna vez había experimentado la aplastante soledad de ser diferente, de ser incomprendida. De sentirse un error.

Había momentos en los que deseaba tener la valentía de acercarse y hablar con ella. Después de todo, ¿quién mejor que alguien que también estaba fuera del molde para comprender lo que era ser él? Pero Will no era precisamente el más habilidoso para hacer amigos por su cuenta, y la idea de iniciar una conversación con Robin le resultaba intimidante. Además, ¿qué tendrían en común más allá de ser homosexuales?

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