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# "we say we are friends but i'm catching you across the room"

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LIANA FRIESEN

Hoy había partido.

Chelsea vs West Ham.

Y estaba muy emocionada, también nerviosa.

Siempre me ponía la camiseta de João, pero hoy no. Hoy iría con la camiseta de mi querido amigo, Kai Havertz.

Este día sería muy interesante.

Tomé mis cosas y conduje con el auto de João a casa de Enzo y Valen. Íbamos a ir al juego juntas.

João se había ido con Enzo. Y se fue temprano, gracias a Dios.

Valen abrió la puerta, iba a hablar pero parecía muy sorprendida — Hola, Lia. Que raro que no tengas puesta la camiseta de João.

Yo reí nerviosamente — Opté por un cambio hoy.

Tomamos un café y alistamos a Oli.
En el camino al estadio no pude evitar pensar en que tenía en mente.

¿Por qué chucha tenía la camiseta de Kai y no la de João?

La cosa no era con ponerme la de Kai, la cosa era que, ¿por qué me pondría la camiseta de alguien que no fuese el?
Quería probarle algo, pero, ¿que quería probarle a el exactamente?

Y allí me di cuenta.
El núcleo de mi mundo es el, desde hace mucho tiempo.

Llegamos un poco tarde al estadio pero nos sentamos en los palcos justo a tiempo.

Antes de que el partido empezara pude ver a João buscándome con la mirada, y al encontrarme, su sonrisa duro menos de un segundo.

Me miró tan mal, estaba más enojado que nunca.

Tal vez no tuve que haber traído la camiseta.

El partido fue un poco interesante en los primeros 15 minutos.
Y luego, apareció mi mejor amigo en acción.

João había marcado un gol en el minuto 16'.

Fue muy emocionante, pero lo dejo de ser cuando me di cuenta que ni siquiera me miró.

João realmente se había enojado.
Y yo, por supuesto, me regañé mentalmente.

Todo fue bien hasta que en el minuto 28', Emerson mete un gol dejándonos a todos los fans de los azules con un mal sabor en la boca.

Y luego, llegó el medio tiempo.

— Vamos a los vestuarios - dijo Valen —. Enzo me acaba de decir que Potter no va a hablar con ellos hasta que acabe el juego.

Yo asentí lentamente, pero juro que nunca había estado tan nerviosa.
Con cada paso que daba, un escalofrío recorría mi cuerpo y me hacía temblar.

João era un amor, pero sabía que le molestaba lo que estaba haciendo, y me daba curiosidad lo que iba a hacer.

Pero sabía qué tal vez me ignoraría y tendría que rogarle para que volviese a hablarme.

Llegamos a la puerta y los guardias nos dejaron pasar cuando vieron nuestros pases.

— ¡Hola! - saludaron Valen y Oli.

Yo quise saludar también pero una mano me atrajo o más bien me jaló a una habitación oscura que estaba allí.

No me asuste porque sabía quien era, era João.

— ¿Que sucede? - me atreví a preguntar.

— ¿Que sucede? - me copió irónicamente —. Pasa que no veo mi camiseta en tu cuerpo, y me estoy volviendo loco, porque casualmente, estás usando la camiseta de uno de mis compañeros.

Fue tan directo que no pude responder, el tomó esa oportunidad para volver a hablar — Quítate la camiseta de Havertz o la romperé hasta quitarla de tu cuerpo. No estoy jugando Lia.

No pude responder, estaba muy sorprendida como para hacer algo.
Creía que me ignoraría o que actuaría con indiferencia.
Pero se veía muy enojado.
Le importaba mucho que usara su camiseta, wow.

Al ver que no reaccionaba, decidió quitarme la camiseta.

Me quito la camiseta con tanta delicadeza que la yema de sus dedos hizo contacto con mi piel y me estremecí.

Rápidamente se quitó su camiseta y me la puso. Me quedaba un poco grande, más bien, un poco mucho.
Me llegaba a la mitad del muslo, y me quedaba como un vestido a pesar de que tenía jeans negros puestos.

— Juro que tendré una conversación con Kai luego de esto.

— No - lo interrumpí —. Yo decidí usar la camiseta.

El me miró desafiante — ¿Puedo saber por qué chucha usaste la camiseta de Kai en vez de la mía?

Incluso si estaba muy concentrada en sus pectorales perfectamente marcados por la fina tela del Dri-Fit hice mi mejor esfuerzo para responder — Porque quise.

El sonrió irónicamente — No me hagas reír, Liana. Se que algo esta pasando, y créeme, tarde o temprano me enteraré, ten eso en claro. Y veamos si esa se te va a "olvidar".

El salió de la habitación y yo estaba en shock.
Algo me hizo sentir un mal presentimiento. Como si João se hubiese enterado de que no me había olvidado de la conversación que habíamos tenido.

"Se que algo está pasando"

Me apresuré a salir de los vestuarios e ir rápidamente a mi asiento en el palco.

Me sentía asustada, como si me doliera el hecho de que tal vez João sabía y de que tal vez lo haya hecho sentir mal.

Cuando Valen volvió, mi mente se transfirió al partido.
Pero mi mirada seguía fija en João.

El partido terminó en un empate. 1-1 con el gol de João y el de Emerson.

Valen y yo bajamos a los vestuarios una vez más con Olivia dormida en sus brazos.

Cuando llegué, saludé a todos y le pedí a Valen a Oli.
Me senté en una esquina y la observé por varios minutos.
Oli dormía abrazada de mi pecho y se veía muy cómoda.

El universo dijo que están teniendo mucha tranquilidad, así que me envió a João.

— Hola - dijo el sentándose a mi lado.

— Hola - respondí yo.

— Serías una muy buena madre, ¿sabes?

Ese pequeño comentario me hizo replantearme sobre todas las decisiones de mi vida.

Amaba a este chico, y lamentablemente, ya no era amistad.

Se supone que somos amigos, eso dijimos.

Dijimos que somos amigos, pero en una habitación o en una cancha chiles de personas, sigo buscándolo a el.

João me estaba mirando de la misma manera en la que me mira todo el tiempo, pero esta vez pude notar algo. Nadie nunca me mirará como me mira João.

Y eso empezaba a crearme dudas.

That Way - João FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora