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Narra Elizabeth
—Esto no está bien Steve —digo con miedo.
—Lo estará, solo confía en Wanda ella sabe lo que hace.
—No pertenezco a este lugar...
—¡Si lo haces! —dice con firmeza— Sara, tú y yo tenemos una familia hermosa.
—No has pensando en que eso puede afectar la línea del tiempo en este mundo.
—Me importa un carajo.
—El Steve que está en mi mundo jamás haría algo así...
—¡YA TE PERDI UNA VEZ —me grita— Y NO DEJATE QUE PASE DE NUEVO.
—Te has puesto a pensar en que mi muerte en este lugar ya estaba destinada.
—Estás muerta por mi culpa.
—¿Qué dices?
Steve me da la espalda.
—Cuéntame que fue lo que pasó. Por favor...
No sé si realmente quiero saber que paso con mi otro yo, pero siento que Steve lo necesita. Necesita hablar con alguien y que mejor que conmigo.
—Steve...
—Me enamore de ti conforme pasábamos tiempo juntos —comienza—. Nos entendíamos tan bien cuando estábamos en una misión. Nos acoplabamos a la perfección. Pero cometí el error más grande que jamás en mi vida había hecho.
Él aún se encuentra de espaldas. Y dudo en su debo acercarme.
—Te deje cuando estábas embarazada, no me justifico pero jamás me dijiste de ese embarazo —continua—. Me fui creyendo que era lo mejor, que era lo que yo quería. Por seguir a mi estúpido corazón. Y cuando me di cuenta que en verdad necesitaba estar contigo me encontré con la noticia de que habias muerto.
La voz de Steve se rompe y es cuando decido caminar hacia él.
—Te perdí por una estupidez.
—No —digo abrazándolo por detrás— No me perdiste.
—Pero no eres la Izzie de la que me enamore. Puedo verlo en tus ojos. Hay algo diferente en ellos.
