𝙈𝙞 𝙝𝙚𝙧𝙢𝙤𝙨𝙖 𝙘𝙤𝙞𝙣𝙘𝙞𝙙𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 || 𝙒𝙖𝙠𝙖𝙨𝙖 𝙄𝙢𝙖𝙪𝙨𝙝𝙞

Capitulo 6

Takeomi abrió los ojos como dos platos llanos y retrocedió un par de pasos, tocó la mano de Senju que le sujetaba el brazo y trato de esconderla detrás de él.

— Lo siento.... Fue mi culpa. — habló la albina mientras trataba de evitar sus lágrimas.

— Tienes razón, es tu culpa. — Wakasa le dio la razón,  se dio media vuelta y entro al hospital.

Estaba demasiado molesto con Senju y su enojo era válido, era ella quien le había jurado y garantizado tu seguridad. Para todos los miembros, tu rol en la pandilla era muy importante, perderte sería algo sumamente grave y los afectaría de una manera muy grande.

Wakasa entró a la sala de espera, había algunos miembros aún, entre ellos Makoto quién estaba muy preocupado por saber que pasaría contigo, eras alguien demasiado especial para él y temía de que algo malo sucediera. Ya habían pasado 2 horas y no había noticia alguna de tí.

A todos se los estaba comiendo la ansiedad, pero el peor d etidos era Wakasa quién ya ni siquiera tenía uñas para morder, se quedó de pie mirando la puerta de la sala de cirujía esperando a que dieran noticias sobre ti, quería saber que ocurrió, como te encontrabas, anhelaba saberlo y después de eso se encargaría de cobrar venganza por ello.

— Familiares de ___________. —  una enfermera entró a la sala y fue su sorpresa al ver qué gran parte de las personas ahí se levantaron.

— Yo. — dos personas levantaron la mano al mismo tiempo.

Se miraron fijamente, Makoto sintió un escalofrío al ver la mirada fija de Wakasa en él, quizás estuvo mal lo que hizo pero decidió no decir nada al respecto pues estaba tan preocupado que no le importó.

Se acercó a ellos y les dio el diagnóstico, ya habías sido operada y fue éxito total, ahora te encontrabas por trasladarte a una camilla en enfermería para que lograrás descansar un rato. Todos soltaron un suspiro en alivio y las piernas de Wakasa se relajaron tanto que casi cae al suelo.

— Gracias a Dios... — Makoto sonrió.

( . . . )

A la mañana siguente, Wakasa decidió ir visitarte, compró tus flores favoritas y un pequeño peluche, al llegar tuvo la suerte de que ya estabas despierta viendo la ventana.

— Parece que estás mejor. — sonrió mientras se acercaba a tí. — Espero que te guste. — dejo las rosas y aquel peluche entre tus manos.

Tus ojos se iluminaron y solo podías soltar una sonrisa mientras apoyaba tu mano sobre la cicatriz.

— Gracias por venir. — alzaste tus manos para un abrazo.

Wakasa se acercó y rodeó tu cuerpo con sus brazos, lo mismo hiciste tú y por un momento escuchaste su corazón latir con gran prisa, besaste su cuello y después este alejó.

— Me darán de alta muy pronto. — dijiste mientras veías las rosas.

— Me alegra oír eso, espero que te recuperes así de rápido. — en su rostro se encontraba una sonrisa pues le tranquilizaba demasiado saber que ahora ya estabas bien.

— Wakasa, te peleaste con Senju? — lo miraste sin emoción alguna y soltarte aquella pregunta de la manera más firme.

— ¿Quién te lo dijo? ¿Fue ella? — frunció el ceño.

— Takeomi, Takeomi vino hace un momento y me contó todo lo que pasó con la pelea y entre ustedes. —  jugaste con la sábana.

— Bien y que quieres que haga?¿Cómo pretendes que no me enfade con ella? — te observó.

— Nada de lo que me pasó es culpa de Senju, ella no estaba ahí cuando ocurrieron los hechos. — hablaste en voz alta. — Nadie me podía proteger.

— Me da igual si era imposible o no, ella prometió que tú estarías bien y que nunca te ibas a involucrar con tipos como ellos. — dijo molesto.

Wakasa no parecía que fuera a cambiar de parecer, estaba sumamente molesto y nada de lo que hicieras lo haría cambiar de parecer, pero era válido. Si lo piensas bien, Wakasa solo estaba preocupado por ti, ¿Esta mal que tú novio se preocupe por esas cosas? ¿Es realmente malo?

— Por favor, acepta las disculpas de Senju. — hablaste.

— ...

— Wakasa.

— Pero que lindo está el día, ¿No quieres ir a dar un paseo?

Wakasa te miró de reojo y suspiró, pero cuando se dio cuenta, ya estaba ayudando a la enfermera a sentarte encima de la silla de ruedas para salir, era importante tomar aire fresco si querías recuperarte. Wakasa te llevó despacio y te escucho hablar de cualquier estupidez que se te ocurriera, pues eras la única chica que le causaba gracia, la única que lo hacía reír, y la única qué...

— Wakasa. — hablaste.

— Si, dime. — respondió inmediato saliendo instantáneamente de sus pensamientos.

— Ven aquí. — golpeaste el asiento que estaba a tu lado en aquella mesita.

Wakasa se colocó justo donde le habías dicho, sus ojos estaban más que clavados en tí, y aunque tú visita estuviera fija en aquel hermoso día, los ojos de Wakasa estaban sobre ti, contemplando no solo lo hermosa que te veías, sino también, lo afortunado que era por volverte a encontrar.

— Siempre soñé con este día. — murmuró y bajo la cabeza para luego mirarte entre sus cabellos blancos.

— ¿Este día? ¿Dónde caigo muerta?

— Claro que no, tonta! — wakasa golpeó tu cabeza.

— Ey! — resiste y lo empijaste levemente.

— Me refiero a... Que siempre pensé en volverte a encontrar, no sabía si-

— ¿Encontrarme? ¿Cuando es que estuve perdida? — sonreiste.

Era cierto, no recordabas absolutamente nada, era como si la mayoría de tus recuerdos hubieran sido eliminados por alguna extraña razón...

— Oye Wakasa, Senju no es una chica mala, si? Solo estaba entusiasmada por la pelea así que por favor. — lo tomaste de la mano. — No seas tan duro con ella.

— Es ridículo.

Respondió mirando hacia el cielo y contemplando esta vez el día, sonreiste y apoyaste tu cabeza sobre su hombro sintiendo al fin una enorme paz que recorría todo tu cuerpo, era obvio que la respuesta ya estaba, Wakasa seguro actuaría como si nada hubiera pasado, pues siempre que le pedías algo, así fuera enorme el favor y actuará como un rotundo NO, él siempre... S I E M P R E, terminaba cediendo.

Nota: Ya volví, perdón, prometo no volverlos abandonar como su papá.