Epílogo.

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Alice ya estaba en el piso de abajo -habíamos quedado en arreglarnos para el baile en mi casa- esperando que yo terminara de acomodarme el vestido, realmente ya estaba lista pero me sentía, algo, no se ¿Insegura? Era mi novio y ya había mostrado q...

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Alice ya estaba en el piso de abajo -habíamos quedado en arreglarnos para el baile en mi casa- esperando que yo terminara de acomodarme el vestido, realmente ya estaba lista pero me sentía, algo, no se ¿Insegura? Era mi novio y ya había mostrado que no me juzgaría o me diría algo que me hiciera sentir mal sea lo que llevará puesto. Tenía un vestido ajustado arriba, de color verde oscuro, aterciopelado, que había escogido con mi mejor amiga desde la semana pasada, estábamos tan emocionadas que nos anticipamos a todo, literal, todo, el vestido tenía una abertura en la pierna derecha que llegaba hasta mi muslo, lo sé muy osado, la rizada me convenció de escogerlo a pesar de ese «pequeño detalle sin importancia» cómo lo llamo ella.

Mi maquillaje -el cual nos había hecho la madre de Alice horas antes que había venido a asegurarse de que todo fuera bien- consistía en algo bien natural ya que no me gustaba sobresalir pero que ame como quedó. Con unos brillos cerca de los lagrimales, la verdad se había esmerado.

-Chica, ya llegaron por nosotras -escuche la voz de mi mejor amiga gritar desde la planta baja.

Solté todo el aire y decidí bajar.

Llevaba unos tacones de color beige que combinaban con mi maquillaje, como siempre me fijé en los escalones para estar pendiente de no caer.

Cuando levante la vista todos estaban en silencio, solo había bajado yo, no un muerto para tal silencio sepulcral.

-Wow -dijo Alice, rompiendo el silencio.

Dereck levantó los dedos pulgares.

Mi madre y hermano me veían con un brillo familiar.

Mientras Frank, no me quitaba la mirada de encima, seguía como anonadado, pero no entendía por qué no decía nada y eso me incomodaba, así que me acerque unos pasos a él luego de bajar el último escalón.

-Y tú... No dirás nada... -inquirí.

Movió su cabeza como si estuviera despejando un pensamiento y volvió en sí.

-¿Ah?

-Que le digas que se ve bien, tonto -dijo la rizada casi en un grito.

-¿No te gusta? -pregunte algo decepcionada de mi intento de verme bien.

Reaccionó acercándose a zancadas hacia mí y sosteniendo mi rostro entre sus manos.

-No, claro que no es eso -hizo una pausa que se sintió eterna y la tensión llegó a mi, su cara tan cerca de la mía, podría robarle un beso con tan solo cerrar algo de distancia...

»Joder, me has dejado sin palabras Melanie.

Rápido me sonroje, sentí mis mejillas calentarse y mi cuerpo arder un poco por la calidez que irradiaba el suyo ¿Era yo o hoy estaba muy hormonal? Una sonrisa de lado se pozo en sus labios y como si me leyera la mente se acercó dejando un beso casto pero un poquito largo en mis labios, me sentí algo mareada pero eso era normal con los besos de Frank.

La atracción está en el aire #1Where stories live. Discover now