Compras

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Capítulo 10: Compras

La túnica de Chu Wanning apenas podía cerrarse con comodidad, su estómago era dos veces más grande que hace un mes, no era algo fácil de ocultar. Mo Ran lo esperaba en la puerta, pero Chu Wanning no se sentía listo para salir de la montaña luego de meses, especialmente con la mirada de la gente sobre ellos. 

Pensando en ello tomó el sombrero con velo, prefería no arriesgarse, tal vez no podría ocultar su barriga pero si su rostro. 

—¿Listo, Wanning? —Chu Wanning asintió cuando salió de la cabaña, no dijo nada más mientras seguía con pasos pesados a Mo Ran—. El día es realmente cálido, ¿no?

Caliente, ya se sentía que pronto el verano comenzaría y con ellos una ola de calor que seguramente se volvería incómoda. El sol brillaba en todo su esplendor ese día, el sombrero con velo ayudaba mucho y supo que fue una buena elección.

El camino hacia el pueblo nunca había sido tan pesado para Chu Wanning, tomando en cuenta que su energía era tomada por el pequeño pastel de osmanthus en su vientre no era de extrañar que cuando llegaron a la base de la montaña ya le dolían los pies. 

No dijo nada, era la primera salida que tenían ambos en un tiempo aparte de ir a la secta Guyueye por los chequeos mensuales, además sólo era un simple dolor de pies, podía soportarlo. 

—Ye Wangxi dijo que había un mercado especial para cosas de bebé cerca —sacó un papel doblado y leyó—. Huang Mei nos dió una larga lista de cosas que necesitamos.

—Ha sido de gran ayuda —Chu Wanning estuvo de acuerdo, aunque Mo Ran y Chu Wanning eran grandes maestros del cultivo eran ignorantes en las cosas básicas que implicaba un bebé. 

Chu Wanning recuerda con vergüenza su plática con la cultivadora. 

—¿Pañal de tela? ¿Qué es eso? —Mo Ran miró a la chica quien sonrió. 

—Son prendas que ayudarán para cuando el bebé haga sus necesidades, ya saben, orinar y defecar.

—¿Cómo?

—Bueno… el bebé no podrá manejar eso hasta su tercer año, tal vez un poco más, ustedes tendrán que usarlos para que lo haga ahí cuando quiera y después cambiarlo.

Aunque no lo demostrará Chu Wanning estaba impactado. ¿Cambiar? ¿Limpiar? Pensándolo bien… Mo Ran estaba para eso, sí. Miró a su esposo que parecía tranquilo. 

Sí, él se encargaría. 

—También pueden comprar diversos juguetes para el bebé y además formas de transportarlo —Huang Mei siguió hablando y escribiendo en el papel. Al final del día ambos hombres salieron con una larga lista de cosas que necesitarían. 

Decidieron que debían ir pronto para llenar la habitación del bebé con lo necesario, lo que no esperaban era que se encontrarían rodeados de… familias. 

El pequeño mercado era pintoresco, como debía serlo cualquier lugar que se encargará de cosas para infantes. Las parejas iban y venían ya fuera con sus bebés o con sus grandes panzas de embarazo como Chu Wanning. Ambos hombres se quedaron sin saber a dónde ir por un momento. 

—Creo que deberíamos avanzar.

—Hay mucha gente.

—Lo sé, supuse que sería así, mucha gente tiene niños, hay muchas familias —esas palabras fueron demasiado dulces en la boca de Mo Ran. Con una energía renovada tomó la mano de Chu Wanning que aún parecía querer hacerse pequeño en una esquina—. Vamos, baobei, tenemos que encontrar las cosas para nuestro bebé —las palabras se sentían tan bien cuando las decía. 

Mo Ran y Chu Wanning eran un poco más altos que la gente del lugar, no les fue fácil pasar desapercibidos, la gente de los puestos los miraban y pronto había vendedores gritando para que vieran sus productos. Chu Wanning aún con el velo se sentía nervioso. 

—Señor, señora, pasen, pasen. Tenemos todo más barato que la competencia, ropa para el nuevo integrante de la familia y diversos accesorios que sin duda harán a su pequeño el más guapo de los próximos tres pueblos —la mujer agitó su mano para llamar su atención, Chu Wanning al darse cuenta que se referían a él sintió su ceja temblar, ¿señora? 

—¿Deberíamos ver, Wanning?

—Tal vez —susurró mientras era arrastrado por Mo Ran. La mujer sonrió al verlos. 

—Miren, miren, mi señor aquí hay ropa de alta calidad —los pequeños trajes hicieron estragos en la cabeza de los dos, no lo dijeron, pero ambos pensaron lo mismo: ¿cómo había ropa tan pequeña? ¿Cómo su hijo sería tan pequeño? 

—Esto es lindo —Mo Ran levantó una pequeña prenda azul oscuro con bordados dorados. Chu Wanning asintió mientras levantaba otra color blanco puro y simple. Dos diseños completamente opuestos. 

—Deberían ser colores suaves y claros —dijo Chu Wanning.

—Los colores oscuros podrían demostrar más presencia —Mo Ran aseguró.

—Pueden llevar ambos —la mujer no desperdiciaría una buena venta. Entre una cosa y otra, al final salieron con demasiados trajes. Ninguno pudo decidir. 

—Tal vez deberíamos moderarnos, Huang Mei dijo que crecen rápido —Chu Wanning asintió. 

Pero en menos de media hora sus manos cargaban con más paquetes mientras se adentraba al mercado. Juguetes, ropa, coronas, accesorios y pañales, todo llenaba sus brazos, además de telas con las que planeaban hacer más ropa. 

Una hora después Chu Wanning sentía que sus pies se partirían y su espalda se rompería. Mo Ran miraba el lugar fascinado, no quería molestarlo, pero necesitaba sentarse y comer algo. 

Pasaron por un restaurante donde todas las familias se reunían, Chu Wanning se detuvo un momento para admirar la escena, las mesas estaban llenas de infantes que reían o lloraban, padres que trataban de animarlos o alimentarlos. 

—¿Quieres comer algo, Wanning? —Mo Ran se dió cuenta de que ya no lo seguía y volvió con él.

—No estaría mal.

—Vamos —Mo Ran sonrió mientras se adentraba. Una vez dentro escogieron una mesa en el fondo lejos de las miradas, la mesera los atendió rápidamente antes de desaparecer entre las mesas que se llenaban—. Deberías quitarte el sombrero, baobei, debe molestarte.

Chu Wanning se tensó y dudó en hacerlo, su mirada voló a las distintas mesas del lugar. —No creo…

—¿Mmm? —Mo Ran pareció volver a prestarle atención después de hacerle caras a un bebé que estaba a unas mesas de él—. ¿Qué decías, Wanning?

—Nada —Chu Wanning negó, lo pensó un poco más y llegó a la conclusión de que igual tendría que hacerlo para comer. Lentamente quitó el sombrero de su cabeza y dejó a la vista su rostro. Esperaba la reacción de alguien, pero todos estaban concentrados en sus propios asuntos, sus familias.

—Oh, aquí está lo que ordenaron —la mesera pasó rápido dejando las cosas y marchándose sin dar una segunda mirada. Chu Wanning pudo soltar el aire que retenía. 

—No te preocupes, baobei, aquí nadie parece realmente interesado en lo que hacen los demás, todos venimos por lo mismo —Mo Ran tomó una de las manos de Chu Wanning sobre la mesa y le dió un suave apretón—. Somos una de esas familias ahora —aquello hizo que el corazón de Chu Wanning se acelerara. 

—Tonterías —dijo antes de voltear el rostro pero sin soltar la mano cálida de Mo Ran. 

—Cuando regresemos a casa masajeare tus pies y espalda, debes estar muy cansado, creo que eso te gustará ¿verdad?

—Cállate —murmuró mientras sentía sus mejillas arder, al final, Mo Ran siempre estaba al pendiente de él. 

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Otra triple actualización para el día de hoy, espero disfruten los capítulos. 💖

Capítulo terminado el 11 de agosto de 2022.
Revisado y editado el 26 de marzo de 2023.

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