Una princesa abandonada

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Mi historia con Bosco empezó como la de cualquier otra pareja, el flechazo fue casi inmediato, aunque en ese instante éramos jóvenes, al momento de conocernos, decidimos darnos una oportunidad.

Empezamos como amigos, ya que nuestros amigos en común nos presentaron. Era un día soleado en Brisbane y en la entrada de la universidad fué cuando lo conocí, era un Beagle bastante grande. Mientras más nos conocíamos más notamos que teníamos una conexión, habían cosas que nos gustaban a los dos.

Entre más nos conocimos, más empezé a notar que había algo en él, un no sé qué, pero de haberme dado cuenta de la clase de basura que era, ni lo hubiera volteado a ver, pero como dije antes, era joven e ingenua y caí redondita en sus garras.

Iniciamos una relación en la que ambos, o por lo menos yo, entregamos nuestro amor por el otro.
Todo iba bien en la relación, el me trataba como toda una dama.

Y eso me gustaba. Me gustaría pensar que él sentía realmente amor por mí, pero después de lo que hizo, no se lo perdonaré jamás.

Estaba segura que él era el amor de mi vida. Era con quién yo quería tener un futuro.

Cuando Chilli me dijo que iba a tener un hijo con Bandit, me emocioné muchísimo por ella, al fin y al cabo ella es mi mejor amiga, mi hermana del alma, la persona que me dió todo su apoyo después de lo que ese desgraciado perro me hizo.

Después del nacimiento de Bluey, mi querida ahijada, Bosco se empezó a mostrar distante, al principio no lo noté, pero de haberme dado cuenta... quizás no hubiera sufrido tanto.

Pensé que era por problemas familiares, ya que su padre era un alcohólico que se la pasaba de fiesta en fiesta y eso le había ocasionado varios problemas con los profesores. Aún así, el salió adelante y pudo llegar hasta la universidad él solo.

Días después del bautizo de mi ahijada, Bosco recibió la noticia de que su padre había fallecido en una de sus frecuentes parrandas.

Según lo que en ese momento me contó Bosco, su padre se puso tan ebrio que empezó una pelea con el primer sujeto que encontró, pero ignorando que el estaba armado, el sujeto tomó su arma y le disparó matandolo en el acto.

Pensé que el distanciamiento se debía a su duelo, pues a pesar del asco de persona que era, Bosco aún quería a su padre

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