Capítulo 4

51 11 4
                                    

El corazón me palpita en los oídos al reconocer a DongHae, que queda atrapado entre mis brazos y me mira con sorpresa. Su cabello está teñido de rosa y sus ojos oscuros, muy abiertos, no se apartan de mi rostro.

SiWon, KyuHyun, LeeTeuk y TaeMin se nos quedan mirando a mi espalda.

— ¡Tú! —dice DongHae y toca mi rostro.

— ¡¿Sabes quién soy?! ¡¿Sabes mi nombre?! —pregunto ansioso, sujetando la mano sobre mi mejilla.

DongHae niega, moviendo la cabeza.

—No, no sé quién eres o cómo te llamas. —La confusión me encoge el estómago—. Pero sueño contigo casi todas las noches —explica, acariciando mi mejilla con el pulgar y mi corazón late con prisa—. ¡No estoy loco, sabía que eras real! —exclama, emocionado.

Capi, muévete. No hay tiempo —demanda HeeChul con urgencia.

Tomo a DongHae de la mano y lo llevo conmigo a la habitación contigua que está vacía. Los muchachos me siguen y nos encerramos.

—Sáquenlo —hablo sobre TaeMin.

LeeTeuk lo guía hacia el baño, y sujeto a DongHae de los hombros.

— ¿Me creerías si te dijera que somos esposos y no lo recuerdas porque te borraron la memoria?

El enfermero asiente con la cabeza.

—Sí, pues sueño con una empresa, un viaje a París y un libro de cuentos. —Sonríe.

—Ven conmigo y te mostraré la verdad. —Le cedo la píldora roja, la azul la dejo en mi bolsillo, porque no es una opción; no estoy dispuesto a dejarlo ir otra vez.

— ¿Por qué debo comerla? —pregunta, llevando la píldora a su boca para tragarla.

—Porque si no lo haces, no puedes seguir a tu Conejo Blanco —indico y me señalo con el índice.

DongHae eleva las cejas, pero entiende la referencia, comprobando que sigue siendo su historia favorita.

— ¿Estás seguro que esta es una salida? ¿No voy a caber por ahí? —protesta TaeMin con cada mano a los costados del espejo sobre el lavamanos, mientras LeeTeuk lo empuja desde la espalda.

—Es cuestión de perspectiva —aclara el Teniente, después de rodar los ojos y sujetarlo de la nuca para acercar la cabeza hacia el espejo que se vuelve líquido.

TaeMin inhala hondo antes de que su rostro toque el espejo y los demás lo toman de las piernas y levantan, ayudando a introducirlo.

— ¡Joder! —maldice DongHae al observar como el espejo se traga al cantante.

Sin embargo, el enfermero se marea y tambalea, sosteniéndose del marco de la puerta del baño, ya que la píldora ha comenzado a surtir efecto, uno más agresivo que en un humano al tratarse de un Bot. Lo tomo del codo para ser su soporte.

—Vete, SiWon. Debes recibir a TaeMin, cuando Elfus lo lleve a la nave —ordeno al tratarse de nuestro médico.

He hackeado la ventana. Salta —informa HeeChul, dándole una salida de Matrix.

—Suerte, chicos —dice SiWon, abre la ventana y sale.

DongHae cae de rodillas, sollozando de dolor, y se lleva las manos para cubrir sus oídos. Me arrodillo a su lado.

— ¡Ese zumbido has que se detenga! —gime y la nariz le comienza a sangrar. Miro a los demás confundido; ninguno lo escuchamos.

Capi, he hackeado el espejo de la habitación contigua. Sacalo por ahí. ¡Rápido! ¡Policías suben por las escaleras! —Apresura nuestro Operador; el mismo espejo no sirve para extraer a más de una persona o inteligencia artificial.

Matrix: Beautiful LiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora