❥ Cap 10

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—¡Al fin llegaron! —exclama Jungeun. Observa a su hermana y amiga acercarse. —¿Cómo te fue con Hyunjin? ¿Fue difícil convencerla de venir, cierto?

Heejin asiente sonriente. —Lo fue, pero ya estamos aquí.

La pelicorta se adelanta y abre la silla de Hyunjin, en espera que esta se siente, pero lo único que recibe es una mala mirada de la pelinegra, así que alza sus manos y se sienta en la silla siguiente.

Frente a ellas están las novias observándolas divertidas, y aquello fastidia a Hyunjin un poco.

—Ya que estamos todas pidamos algo —dice Heejin.

—Claro. —responde Jinsol abriendo el menú.

Hyunjin le imita y tiene que parpadear repetidas veces al ver los precios de cada plato y bebida. Estaba jodida, no tenía el dinero suficiente para pagar. En esos momentos se arrepintió de haber aceptado unirse.

—Pide lo que quieras, yo pago hoy por ti —escucha a Heejin a su lado. Pasa su mirada a la castaña que le mira con brillantes ojos y quiere negarse, reclamarle y salir del restaurante, pero no es tan inmadura para comportarse de esa forma, así que asiente mordiéndose la lengua.

Luego de todas pedir, comienzan a conversar. Hyunjin observa la interacción de Heejin con su hermana, y piensa si ella puede llevarse bien con la castaña. Aunque aquello sea difícil, no es imposible.

—Lamentó si no me comunico con ustedes, últimamente estoy demasiada ocupada —dice Heejin. —Pero cuando acabe les prometo avisarle para reunirnos de nuevo.

—Tranquila, enfócate en ti, sabemos que estás ocupada —Jungeun responde.

Hyunjin se entera y confirma que Heejin en realidad si trabaja y gana un salario, que tiene una vida organizada y ocupada, que no se la pasa vagando y haciendo actos ilegales.

La perspectiva que tiene de Heejin fue cambiando a medida que la noche avanza. No sabe mucho de Jeon, pero ahora sabe que su hermana tenía razón.

Cuando el postre llega, Hyunjin se sorprende. El flan de vainilla le encantaba y que sea específicamente el postre de esa noche le deja fascinada.

—Realmente te gusta mucho el flan —dice Heejin.

Hyunjin le mira. —Sí. —responde y prueba un poco.

La castaña sonríe contenta, le había preguntado a Jungeun sobre el postre favorito de su hermana para pedirlo con antelación, y ahora que veía a Hyunjin sonriente y no con su ceño fruncido le pareció agradable de apreciar.

Jinsol como siempre incluía a Hyunjin en la conversación, le animaba y se reía de sus palabras. Jungeun también le apoyana, y molestaba un poco. Y Heejin le trató bien, remediando sus anteriores malos modales.

Cuando decidieron acabar con el encuentro, debido a la hora, Heejin trató de convencer a Hyunjin de que la dejara llevar hasta su casa.

—No puedes irte sola, yo te traje, así que yo debo llevarte de regreso —dice Heejin.

—Acepta Hyunnie, Jinsol y yo aún no iremos a casa —Jungeun apoya a su amiga.

—¿A dónde iran?

Las novias se miran. —Dormiré en casa de Jinsol hoy.

Hyunjin no tuvo que preguntar más.

—Bien, me iré con Heejin.

La castaña celebró internamente.

—Genial, entonces nos vemos después —dice Jinsol. —Hasta luego, Heejin, cuídate, come bien y no te estreses mucho ¿okey?

Jeon ríe y acepta el abrazo de la mayor. —Hasta luego, Jin, lo trataré de hacer, gracias.

Hyunjin ve a su hermana alejarse tomada de la mano de Jinsol. Ahora quedaba sola con Heejin. Ambas en la entrada del restaurante.

—¿Te gustó la cena? —pregunta Heejin.

—Sí, pero no me gusto que pagarás. Ahora me siento en deuda contigo. —se abraza a si misma debido al frío.

—No te preocupes por pagarme, —le mira —solo acepta mi amistad.

Hyunjin alza su cejas ¿amistad con Jeon Heejin? Podía intentarlo.

—B-Bueno, me parece bien. —desvía su mirada al auto aparcado unos metros de allí.

Y ahí estaba, la sonrisa de Heejin haciendo de la suyas.

Hyunjin no tiene escapatoria, la castaña es atrayente y su mirada se centra en ella inconscientemente.

—¿Podemos irnos o quieres que demos un paseo antes de volver a casa? —ofrece Heejin.

—Quiero volver a casa, estoy cansada.

—Okey, a casa.

Ambas caminan en una distancia cercana. Una vez dentro del auto, Heejin espera por Hyunjin a que se coloque el cinturón de seguridad, sin embargo este no es fácil de estirar esta vez.

Viendo como luchaba, Heejin decide detenerla colocando su mano en el hombro de la contraria.

—Permíteme hacerlo.

Hyunjin se queda estática cuando siente a Heejin estirarse para tomar el cinturón, jalándolo con su fuerte brazo. La castaña está tan cerca suyo que puede inhalar el aroma de su perfume natural y sentir el calor que emana de su cuerpo.

Cuando escucha el sonido del cinturón abrochado correctamente sale de su trance.

—Listo. —dice Heejin y pone en marcha el auto.

Ambas van en silencio. Heejin con su mano izquierda en el volante mientras su brazo derecho estaba recostado en el brazo del asiento, con su cuerpo levemente inclinado. Hyunjin solo mira la calle y los autos del frente.

Cuando Heejin estaciona el auto frente a la casa de la pelinegra, esta última agradece.

—Gracias por traerme. —dice abriendo la puerta, y antes de bajar mira a Heejin. —¿Te veré pronto?

La pelicorta se sorprende un poco, pero aquello le alegra.

—Claro, nos veremos pronto. —ve a la contraria salir del auto. —Nos vemos, Hyunnie.

Y por primera vez Hyunjin no se molesta por escucharla llamar por su apodo.

—Nos vemos, Heejin.

Inevitablemente Heejin le sonríe tiernamente.

Hyunjin ve el auto alejarse y a la vez una inmensa ola de sentimientos se acercan a ella, invadiéndola repentinamente.

Crazy Like You ❥ 2JinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora