4- Quien eres

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Era de noche, todo estaba tranquilo. Lo sonidos suaves que soltaban los insectos, el viento recorrer con las hojas de los árboles. Nos encontramos con un aviso de la princesa Sally, colgadas en un poste de cercas.

'Mañana en la noche, a las 8:00pm, una fiesta por la llegada de la princesa Sally. Todos están invitados'  La gente que pasaba caminando como paseo nocturno, notaron aquel aviso y se iban entusiasmados. Sonic y sus demás amigos, recibieron una personal. Algo que significaba que eran invitados especiales, les gusto la cortesía de Sally, claramente iban a ir a aquella fiesta.

Tampoco debemos olvidar a la eriza rosada, ella también estaba feliz. Pero no podemos decir del todo, después de estar sintiéndose tan mal por lo que le sucedió. Aquella revelación del erizo que amaba, ese sueño tan real, el rechazo y su verdades. Todo estaba mal para ella, pero no iba a ponerle cara depresiva a ninguno de sus amigos, mucho menos al azulado.

Solo quedo con sus amigos, teniendo cierta distancia con el cobalto que estaba a su al frente. Todo era alegría en esa noche, solo que una no disfrutaba como los demás. 

Todos esperaban reunidos, para poder hablar y celebrar de aquellos eventos, como estos. Ya al día siguiente sería la fiesta y con eso, querían disfrutarla entre ellos y unas buenas bebidas.

-Esto es incomodo... Por favor, sáquenme de aquí...- era lo que pensaba la rosada, después de estar ya 30 minutos celebrando. Todos habían estado contando chistes, tomando unas cervezas o gaseosas, por supuesto, ella no tenía las ganas de tomar. Aunque, sentía la mirada enterrada de Sonic en ella. ¿Por qué? No se sabe, solo se podía notar el gran peso que cargaba ella.

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Recién eran las 12:00 am, ahora todos estaban temblando o tirados en el piso. Habían tomado, menos Cream y Vainilla. Sticks por tomar soda se desplomo. Dio un poco de risa, pero hablando del resto, si estaban al límite. La eriza, tomo esta oportunidad para marcharse, agarro sus cosas y paso con cuidado, sin pisar a ninguno de los presentes que estaban inconscientes. 

-Así que. ¿Te vas?- se erizo la piel al escuchar una voz. Vio atrás suyo y había sido Vainilla, Cream andaba en los brazos durmiendo de su madre. La rosada asintió, ella también estaba para ir con Amy.

Dieron unos pasos más y salieron del lugar. Vainilla se quedo complementando las nubes que tapaban al sol, ella cargaba con delicadeza a su hija. Claro, la rosadita se moría de ternura. Ella admiraba a la madre, que cuidaba bien de su pequeña, siempre estaba para guiarla y ayudarla. Cierta parte, sintió un dolor corto en el pecho y su cabeza comenzaba a recordar el sueño, estaba mirando el piso durante un largo tiempo. 

-¿Estas bien Amy?- pregunto la coneja. Ella esperaba una respuesta mientras observaba el paisaje, pasaron minutos para que ella pudiera hablar, aunque, fue la respuesta más normal que todos darían. 

-Estoy bien- la miro y le entregó una sonrisa, Vainilla la miro detenidamente. Antes de decir algo,  vio que Cream tenía frio, así que se tuvieron que marchar a su casa. Amy las despidió y hizo lo mismo la coneja adulta.

-Al menos he podido cenar, pero tengo un sueño- dio un gran bostezo, su casa estaba algo de 15 minutos. Así que tendría que caminar con los pies cansados. Amy realmente estaba exhausta, pero siguió arrastrándose, hasta llegar a su casa. Abrió la puerta y se desplomo en el sillón.

 - Que cómodo es esto... mejor no subo y quedo aquí...- así fue, cerró los ojos y de inmediato se durmió. 

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Pasaron las horas, ya eran las 7:30 am, algo temprano. La sala estaba algo iluminada, por pequeños rastros de las cortinas que no lograban tapar toda la ventana. Había cierta luz en la cara de la eriza, algo que la irrito y se levanto.

Me perteneces / ShadAmyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora