Quackity era un hibrido que habían perdido todo tras ser atacado su pueblo, y no sabia como aquella situación lo llevo a que un monarca de ojos rubies se enamorara de él. Sin ser consiente empezó a caer en sus encantos, inocentes cumplidos que escon...
"El mundo está compuesto de opuestos, este tiene tantas maravillas como pesadillas, y el humano busca siempre el que le convenga más"
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Suaves murmullos se escuchaban a su alrededor, la mirada de las personas se encontraba sobre aquella criatura poco común quien desconocía la razón de aquellas miradas, más concentrado en tratar de encontrar nuevas entretenciones u objetos que despertaban su curiosidad. Los pueblerinos que pasaban quedaban encantados con su belleza y sus particulares características.
A su lado, el duque iba prácticamente pegado, mirando disimuladamente a todos lados completamente alerta, esto para asegurarse que nadie lastimara a su amigo en aquél lugar, aún cuando dos secuaces iban a sus espaldas completamente en silencio pero armados.
Aquella mañana el híbrido se encontraba degustando de un apetitoso desayuno acompañado de ambos monarcas y el duque, esta vez participando más en las pláticas cosa que parecía hacer el ambiente mucho más alegre.
-"Quackity, Duque Rubius, el rey Vegetta y yo debemos hablar sobre asuntos confidenciales por lo que estaremos esta tarde en mi oficina hablando en privado, por los que les quería invitar a recorrer el pueblo, Quackity nunca a venido aquí, por lo que creo que sería una buena oportunidad para que conozca y me dé su opinión de mi reino"- habló amablemente el rey de ojos rubíes mirando a ambos chicos, aquello despertó una emoción por parte del híbrido ante la idea, por lo que miro a los prometidos quienes mantenían un semblante inseguro en sus rostros
-" No estoy seguro, podría suceder algo estando afuera, sobre todo viendo que Quackity nones muy bien visto en las sociedades, ya sabe usted, al ser un híbrido"
-"Mis secuaces los cuidaran, no debes preocuparse por nada, Duque Rubius "
-"Aun así, no estoy seguro, Rey Luzu"- tras decir aquello miró al hibrido, quien mantenía un rostro de tristeza ante escuchar aquella respuesta- "Lo siento, Quackity. Pero me da miedo que al salir alguien te haga algo malo"
-"Pero ¿Y si no me separo de tí? Si gustas puedo estar siempre a tu lado para que estés tranquilo"- Aquella respuesta molestó al duque ante la insistencia del menor, cosa que hacía a Vegetta mantenerse en silencio mirando a su prometido mientras Luzu con seriedad miraba aquella escena que acababa de crear.
-"He dicho que no, Quackity. Es peligroso, no es seguro, y no intentes convencerme porque sabes que no cambiaré de opinión"
Y sin hacer nada, el híbrido con ayuda de su prometido lo habían logrado, se encontraba el pueblo siendo cuidado por dos secuaces mientras tenía a un Quackity muy alegre y curioso mirando todo a su alrededor. apreciando las artesanías, golosinas y libros que eran vendidos en las tiendas que se encontraban en la plaza del pueblo.
