Eres mi pequeña flor de lirio, mi amanecer más lindo, mi señorita de los vestidos y solo tu nombre me pertenece a mi, Sayuri. ✨
Historia de Dimash Kudaibergen, que nació después de una tarde de cine.
Sayuri: gracias Neil en verdad me conoces bien dije sonriendo, bueno ya que estamos aquí quería comentarte algo, como ya sabes siempre que puedo voy a un orfanato y por ello estaba averiguando y encontré el orfanato Saint-Omer, quería pedirte que te contactes con ellos para ir mañana y apoyarlos en lo que podamos por favor.
Neil: "por eso me enamoré de ti" con voz bajita
Sayuri: disculpa que dijiste? no te logre escuchar bien.
Neil: ujum digo que imaginaba que me dirías eso, no te preocupes me pondré en contacto con el orfanato y mañana iremos
Sayuri: gracias Neil eres un gran amigo.
Después de ello regresamos a la sala principal, entonces aproveché ese momento para acercarme a Dimash y felicitarlo por el concierto aunque por otra parte no quería hacerlo ya que su presencia imponente hacía que me sienta nerviosa, tome valor respire y me acerque a él.
Sayuri: e em este
Dimash: digame señorita de los vestidos dijo poniendo una sonrisa
Sayuri: empecé a sentirme nerviosa de nuevo, por qué era tan atractivo!!? pensé - y dije lo primero que cruzó mi mente - eres increíble!!! - Él me miró sorprendido y con ganas de reír - no no perdón me refería a que tu concierto fue increíble.
Dimash: muchas gracias, te vi muy emocionada en el público, eres una gran Dear.
Sayuri: eh gracias ya me tengo que ir, me iré a despedir de los demás - y gire dando pasos rápidos.
Me despedí y agradecí a Petra y James por la maravillosa cena que habían preparado. Así acabó un día caótico en mi vida.
Al día siguiente
Neil me llamó temprano y me dijo que ya se había contactado con el orfanato así que fuimos llevando víveres y otras cosas más, me emocionaba mucho ir a sacar una sonrisa a aquellos niños que tanto lo necesitaban
Narración de Neil
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Sayuri tocó la puerta de mi habitación enérgicamente, en verdad parecía una niña y eso la hacía tan tierna, mis sentimientos cada día crecían más, así que necesitaba confesarme a ella, pero eso sería después. Nos encaminamos al orfanato ya llevando los víveres, juguetes y demás cosas. Al llegar las hermanas nos recibieron muy amablemente y nos pusimos manos a la obra.
Por su parte Sayuri empezó a ayudar para el almuerzo, mientras yo me ponía a jugar con los niños en eso una de las hermanas nos preguntó que sí éramos novios. Esas palabras tocaron mi corazón anhelaba tanto que eso fuera verdad pero sabía que no era asi, ambos solo sonreimos nerviosamente negando aquella pregunta.
La hora del almuerzo llegó y ella con una hermana empezó a darle su comida a los niños más pequeños, en su rostro se dibujaba una sonrisa haciendo que mi corazón palpitara.
Después de una cuantas horas quize tomarle una foto desprevenida pero fue inevitable que no se diera cuenta haciendo que tapara su rostro con sus manos.
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