06 - Chae

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Al día siguiente, el asistente se encargaba de terminar el capítulo pendiente para su entrega. Revisaba que los diálogos fueran correctos, que los colores estuvieran bien posicionados y que las ilustraciones contaran con una sucesión correcta.

Mientras tanto, Felix dormía cómodamente en el sofá. Levantarse temprano no era lo suyo y seguir esa rutina le resultaba cansado y a su vez, estresante. Además, ahora que tenía un asistente, su trabajo podía avanzar aún más rápido.

El chico de cabellos negros se levantó de su asiento y miró al chico dormido.
— Lee... — Habló pero no recibió respuesta del contrario, que parecía soñar algo extraño debido a sus expresiones faciales que hacía.

"Chang" fue la palabra que pudo escuchar el pelinegro. Felix balbuceó el mismo nombre otra vez más y luego dijo, "Chae..." y sin terminar lo que iba a decir, cerró su boca.

Seo estaba completamente confundido, no sabía si había pronunciado su nombre de la forma correcta, pero como sea, si se trataba de su nombre, entonces aquel autor había mencionado el nombre de su asistente mientras dormía.

Bin se acercó a Felix y no resistió sus ganas de acariciar los cabellos rubios y largos del chico dormido. Pasó sus dedos entre los cabellos delgados y sonrió, mirando lo bonito que se veía el rubio mientras dormía profundamente, o tal vez no dormía tan profundo. De pronto, Felix abrió sus ojos y frunció el ceño al notar que la mano de su asistente se encontraba en sus cabellos y Seo se había quedado congelado.

— ¿ChangBin? — Su expresión facial sólo mostraba confusión mientras que la de Seo dejaba ver la vergüenza inmensa que sentía en esos momentos.

Bin levantó su mano de donde estaba y le pegó en la cabeza al autor, quien gimió por el dolor y tocó la zona afectada. Se levantó del sofá para después sentarse en este y miró a su asistente fijamente.

— Dios mío. Lo siento. — Seo estaba más que muerto de la vergüenza. No entendía por qué había reaccionado de esa forma tan apresurada y a su vez, tan tonta. — Son las seis, tengo que irme.

Felix miró el reloj pegado a la pared y sacudió su cabeza, sintiendo su cansancio sobrepasar sus sentidos.

— Está bien, vuelve a casa sano y salvo. — Contestó con un tono adormilado, sin asimilar aún la cantidad de horas que había estado dormido mientras el otro chico terminaba de hacer su trabajo.

Felix se quedó dormido nuevamente cuando Seo salió del apartamento.
Mientras tanto, Bin recibió una llamada a su teléfono mientras conducía su automóvil lujoso y exclusivo.

— ¿SeungMin?

— Oh, ChangBin, cenemos juntos, ¿Podrías venir a mi casa? — Se escuchó la voz armónica del otro lado de la línea telefónica.

— Claro, estaré ahí.

Era usual que aquellos dos se reunieran seguido, después de todo, son amigos desde secundaria. Se habían convertido en el mejor amigo del otro.

Seungmin terminó la llamada y dejó su teléfono en su escrito. Su novia lo miró como siempre lo miraba cuando estaba molesta. La chica cruzó sus brazos y plantó esa mirada fija en su pareja.

— ¿Te irás ahora mismo? — El chico no contestó y solo asintió. — ¿Estás loco?, dijiste que iríamos juntos a ver la obra. — Se quejó, esta vez, extendió sus manos y tocó su bolso plateado y costoso que colgaba desde sus hombros.

Asistente - ChangLix Where stories live. Discover now