Drive [Bangchan, Minho/ Tn]

Capítulo único

Era una noche loca, como las que suele vivir una chica de mi edad, 19 años ya cumplidos. La noche me espera; nadie me detendrá.

Me arreglo con unos shorts altos en negro con un top blanco con rayas negras y una chaqueta de cuero del mismo color. Cuando acabo de arreglarme llama mi mamá desde abajo.

-¡T/N, Lisa está aquí abajo!

-¡Ya voy mamá!- le grité desde mi habitación para luego tomar mi bolso y bajar para encontrarme con mi mejor amiga y mi hermosa y joven madre conversando en la sala.

-Estás preciosa hija, vas a ser la reina de la noche- me elogia mi mamá, la amo porque es lo único bueno que tengo en mi vida aparte de Lisa, mi mejor amiga. Mi padre nos abandonó cuando tenía apenas 5 años y desde entonces somos ella y yo.

-Gracias mami, estaremos aquí antes de las 1:00am- le respondo.

-No seas tan santa T/N, no tienes que llegar tan temprano. Si quieres puedes llegar más tarde.

-Si así lo consideras... - no sabía qué decir, ella era una madre muy liberal conmigo. Y aparte era muy joven porque me tuvo a una edad muy temprana; 16 años tenía mi mamá cuando yo nací.

-Ya nos vamos señora Hyuna. Cuídese- le dice Lisa y me toma de la mano para irnos caminando hacia la puerta de mi casa.

-No me digas señora- refunfuña mi mamá- disfruten la noche mis niñas.

Mi mejor amiga y yo nos conocemos desde la infancia, todos en la primaria se burlaban de ella por venir de otro país, Lisa tenía origen tailandés y no la consideraban como buena amistad.

Recuerdo aún su carita llena de lágrimas como un último intento de hacer amistad, y así fue, ahora estamos aquí, en su auto dirigiéndonos a una fiesta al aire libre a la cual nos invitó Félix, nuestro mejor amigo.

-Lisa, ¿falta mucho?- pregunto al ver que ya llevábamos más de 30 minutos en el auto.

-Sí, ya es aquí, cálmate- se queja y luego abre la puerta para luego abrir yo.

Al bajar nos damos cuenta de donde nos metimos, una estación de tren abandonada con música a todo volumen llena de chicos bailando, bebiendo o simplemente pasando el rato. Era un lugar que se notaba algo aterrador pero la idea de esta fiesta lo hace menos escalofriante.

Nos adentramos y vemos a nuestro mejor amigo con una sonrisa en su rostro.

-¡Guapas!. Qué bellas están- nos elogia nuestros atuendos, Lisa tenía un vestido plateado que la hacía lucir una figura preciosa con unos tacones blancos.

-Gracias pequeño- le dice mi amiga- ¿nos llevas a la barra?.

-Claro, síganme.

Caminamos un poco y llegamos a una barra de esas que se pueden transportar a todas partes, un chico nos atiende y nos da nuestras bebidas a los tres.

-T/N- me llama Lisa a mi lado.

-¿Qué?

-Mira hacia tu derecha.

La obedezco y veo que dos chicos muy guapos se me quedan viendo muy coquetos. ¡Pero qué buenos están por Dios!.

-Están guapísimos- le comento emocionada a mi mejor amiga, quien ya estaba sonriendo de manera maliciosa.