❝Quédate Conmigo❞ |𝙂𝙄𝙔𝙐𝙎𝙃𝙄𝙉𝙊| [ᵏⁱᵐᵉᵗˢᵘ ⁿᵒ ʸᵃⁱᵇᵃ] ✔︎

4.

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♡| CAPÍTULO CUATRO. |♡

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Ambos se miraron a los ojos, aquellos profundos ojos azules cual mar reflejaban un brillo de nerviosismo que logró confundir a la pilar.

—Ara-ara Tomioka-san, ¿esas rosas son para Mitsuri-chan? —Preguntó la pelinegra mirando el ramo de rosas que el azabache llevaba en sus manos.

Ahí estaba otra vez, aquel doloroso sentimiento. No quería estar celosa de su amiga, al contrario, estaría feliz de que ellos dos fueran felices juntos. Pero entonces... ¿Dónde quedaba su felicidad?

—Su finca está aquí cerca. ¿Vas a declararte? —Agregó incómoda ante el silencio de Tomioka.

El azabache se desconcertó ante las palabras de la femenina. ¿Cómo era qué creía que estaba enamorado de Mitsuri Kanroji?
Debía aceptar que la pilar del amor era bella y tierna, pero a ella no la veía más que una gran amiga.

—No. —Respondió rápidamente, aquello sorprendió a la Kochō. —Shinobu, yo... —Suspiró acercándose a ella. —Pasé las últimas 3 horas escuchando consejos de Tengen y Kanroji, cuando simplemente debí hacer lo que Rengoku había dicho. —Agregó tomando su mano. —Quiero estar a tú lado, no alejarme nunca de ti. Quedarme contigo para siempre, porque desde hace tiempo siento que te amo como nunca he amado en mi vida... —Su mirada se desvió de los ojos morados de la pilar. —Ya no podía resistirlo más, quería que tú lo supieras pero tenía miedo de que me rechazaras y te burlaras, que se volviera incómodo y ya no fuera como antes... Porque incluso amo cuando te burlas constantemente de mis errores, amo que rías, tu voz es tan linda cuando hablas y tus ojos con esos pequeños brillos de ternura y amabilidad cuando ayudamos a los inocentes en las misiones. Te amo Shinobu Kochō, ya no pudo ocultarlo más... —Finalizó sonriendo ligeramente ante la incrédula mirada de la pelinegra.

—Tomioka-san...

No tenía palabras para expresar lo que sentía, quería creer que todo era real. Pero la constante voz en su mente le repetía una y otra vez que eso solo era un sueño. Uno que terminaría en cuanto comenzará a declararse.
Se aferró más al agarre del pilar, quería sentir que todo eso fuera real. Y en cuanto lo sintió no pudo ser más feliz.

—Yo también quiero estar contigo. —Respondió la pelinegra sonriendo al mismo tiempo que lo abrazaba.

Aquellas palabras sorprendieron al azabache, aunque no negaba que deseaba una respuesta positiva por parte de la femenina; eso no quitaba el hecho de que se había sorprendido por el repentino abrazo que ella le brindo.

—Shinobu... —Susurró abrazándola aún más contra su cuerpo.

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Debían aceptar que les era sorprendente el cambio de ambos pilares.

—Ay... ¿No son tan lindos? —Habló Mitsuri mirando a la pareja que comía juntos en el restaurante al otro lado de la calle.

—Debo admitir que me sorprende que Tomioka pueda demostrar otro sentimiento que no fuera frialdad. —Respondió Uzui con sorpresa. —Pero me alegro por ellos, pudieron estar juntos. —Agregó sonriendo.

—¡Me alegra que Kochō-chan y Tomioka-san estén juntos! —Exclamó alegre el pilar de llama.

—¿Para qué nos arrastraron a esté lugar? —Preguntó irritado Shinazugawa.

Y aunque estaba sorprendido por lo que sus ojos veían, no quería admitirlo, ni mucho menos demostrarlo. Aunque la felicidad le invadió al ver a sus dos compañeros juntos y felices.

—Shinazugawa-san, Iguro-san no se quejen por favor, Shinobu-chan y Tomioka-san ahora son felices juntos. Y debemos apoyarlos, sabemos que la batalla contra Kibutsuji Muzan está aproximándose. —Interrumpió Gyomei manteniendo una serena expresión. —Debemos dejar que disfruten de su relación, hasta entonces no podemos meternos entre ellos... —Finalizó antes de alejarse dejando a sus demás compañeros ahí.

—Himejima-san tiene razón. —Concordó un peliblanco de extravagantes accesorios.

Después de eso todos los pilares se alejaron de ese lugar dejando a la recién pareja disfrutar su tiempo juntos. El tiempo estaba contado, ellos lo sabían, por ello solo se dedicaba a ser felices en el ahora sin importarles el después...

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