T E A C H E R

IV.

El aroma a chocolate del omega se sentía embriagante, no pesado, no demasiado dulce, era perfecto.

Se dejó llevar nuevamente a la fiesta.

— Gracias por salvarme— repetía el omega en la boca del alfa — No todos los días un alfa sexy te salva de las garras de un inútil— tomo las manos de alfa y las puso en su cadera.

— ¿Cómo te llamas omega? — pregunto mientras lo apretaba contra su cuerpo.

— Edward — respondió, estaba ebrio, pero no tanto para dar su nombre.

— Que lindo nombre — acomodo uno de sus rizos tras su oreja — Eres demasiado hermoso, ¿cuántos años tienes? —

— Soy mayor y es lo único que necesitas saber — le robaba pequeños besos entrecortados — ¿O te gustaría oír que rodeo los veinte? —

Algo dentro del alfa quería salir de ahí antes de cometer alguna tontería, pero las caderas y la boca de la omega encima de sí mismo lo tenían atrapado.

— ¿Puedo hacer esto? — pregunto antes de voltear y presionar todo su cuerpo en el del alfa y que este solo mordiera sus labios.

— Deberíamos irnos a otro lugar más cerrado si quieres seguir haciéndome esto — gruño sobre el cuello de la omega haciendo que se estremeciera.

— No tan lejos — respondió agitado — ¿Trajiste tu auto? — al oír la pregunta pensó un poco, toco sus bolsillos y traía las llaves del auto de Liam.

— No es el mío, pero ven — ambos bebieron los últimos shot antes de salir de la mano hacia el parqueadero.

Caminaron hacia el auto, a la omega se le hizo muy conocido.

— Ven aquí — palmeo sus piernas haciendo que el omega se sentara sobre él, así lo hizo.

— Ni siquiera sé si lo estas sintiendo como yo — hablaba del sentimiento tan llenador que se provocaban estando juntos — Pero quisiera que este momento dure muchísimo

— Pues hare que nunca me olvides — no había tono de lujuria, en su rostro había la sonrisa más deslumbrante, también estaba sintiéndose completo.

— Nunca lo haría — los besos iban y venían, cada vez más sonoros, cada vez los vidrios más empañados, gemidos muy cortos y suaves.

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— HEY — oía como gritaban fuera del auto — HEY HEY — seguía golpeando la beta, con una mano golpeaba el auto y con la otra tapaba sus ojos pues veía al omega sin su camisa encima de alguien.

Ambos se percataron, el omega se puso su camisa rápidamente.

— ¿DANET QUE SUCEDE? — pregunto aun recuperando el aire

— Es Niall, se resbalo en el baño esta inconsciente y no halle a tu otro amigo — estaba preocupada

— Maldición — se quejó, estaba a punto de tener el mejor nudo de su vida — Iré pronto, ahora vete—

— ¿Paso algo omega? — bajo el alfa acomodando su pantalón.

— Un amigo esta en aprietos — miro su reloj — Mierda, debía estar en mi casa hace dos horas —

— ¿Hora de llegada eh? — se burlo

— Me caes mejor cuando me dices que vaya más rápido — se acercó a él y dejo un corto beso en los labios de alfa — Bye — corrió hacia la casa deteniéndose a la mitad.

— ¿COMO TE LLAMAS TU? — grito

— WILLIAM — también gritó, al ver como el omega solo le dio una aprobación con la cabeza volvió al auto.

Llamó un taxi y volvió a su aburrida casa, pero estaba más que feliz y ebrio.