9.

1.4K 136 6
                                    

Habían pasados unos días de aquella noche, la tripulación junto a los hermanos se habían dedicado a ayudar a los habitantes con ayuda de Dadan y Makino lo cual el pelinegro agradecía. La mirada de Luffy no era posible de descifrar pero él sabía perfectamente lo que seguía por lo que fue con Omi.

El anciano solo con ver la mirada del rey asintió y se dirigió a preparar todo junto a los demás ancianos. Horas después Omi le aviso que todo estaba listo.

Luffy ya había hablado con su tripulación, aclarando todo lo que había pasado y lo que se venía, ellos entendieron tampoco querían preguntar algo delicado y hacer aún más pesada la carga en sus hombros de la que ya tenía. Solo faltaba que se lo comunicara a sus hermanos.

Los menores se encontraban en una cabaña ayudando a unas personas mayores, el pecho de Luffy se calentó, si bien aún tenía dudas sabía que había dado su mundo completo por aquellos niños que ahora ya eran adolescentes, que sabía que cada uno tenía un sueño y metas pero el solo esperaba que ellos mismos de lo contaran. Con tranquilidad se acercó a los menores.

Los ojos de los menores se llenaron de brillo al verlo

-¡Nii-san!

Expresan ambos menores antes de lanzarse a los brazos del mayor sin miedo a caer, sabían que Luffy los iba atrapar siempre y en cualquier momento.

Y así fue.

Luffy los atrapo sin problema devolviéndoles el abrazo con felicidad y apretándolos suavemente provocando risas en sus niños, logrando calmar los nervios del mayor.

-Creo que los robare por ahora Nana –Expresa el mayor hacia la mujer mayor, quien sonreía ante la escena.

-No hay problema, querido –Responde la mujer riendo mientras que el esposo asentía de la misma manera.

Luffy solo sonríe para empezar a caminar sin soltar a los menores, llevándolos hacia aquel acantilado donde había hablado con Dadan.

Al llegar los suelta suavemente para luego sentarse en el césped mientras que los menores imitaban al mayor.

Luffy suelta un gran suspiro extrañando a los menores.

-¿Ocurre algo Nii-san? –Pregunta Sabo.

El mayor los miro unos segundos antes de posar su mirada en el mar junto al cielo nublado.

-Cuando me convertí en jefe debí aprender mucho, idiomas, historia pero también tradiciones, unas más fuertes que otras y en eso se incluye las danzas como rituales que ustedes han visto-

Ace y Sabo sabían de aquel peso en los hombros de su hermano por lo que solo asentían.

-La aldea fue atacada por alguien que comparte su misma historia y sangre, una traición como esta está escrita como una maldición hacia la aldea debido al odio que posee el traidor y para calmar la sed de odio el jefe debe realizar un ritual, llamado la muerte bendecida–Dice Luffy mirando a sus hermanos.

Los ojos de los menores se abren de impresión y sus cuerpos de entumecen.

-Pero Omi nombro ese ritual varias veces cuando estabas aquí como también cuando partiste, entonces ¿Esta no es la primera traición que sufrimos? –Expresa Ace con angustia.

Sabo se encontraba de la misma manera.

Y ambos menores observan como su hermano mayor niega con una mirada cargada de tristeza. La respiración de los menores se entrecorto y sus ojos se aguaron, lentamente los menores se acercan al mayor abrazándolo son suavidad.

The great captain and elder brotherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora