10. out of my head

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DIEZ:
fuera de mi cabeza

narrador omnisciente

macarena como cada noche, se encontraba dando vuelta y vuelta como un panqueque entre sus sábanas. sintiendo el aire artificial en la pieza, aún así, tapándose con la sábana hasta la pera. ¿no les pasa? que prenden el aire solamente para cagarse de frío y taparse. bue, cosa de loquitas seguro.

su mente no paraba de pensar en cosas absurdas, porque eran absurdas. totalmente idóneas y tontas. ¿en qué mundo serían posibles? se frustraba cada vez más y lo peor es que lo hacían sola.

esfumó esas ideas, y se levantó frustrada. —¡ay! la puta madre.- se quejó, ante chocar su pie desnudo con una lata de pringles que había dejado en el piso. decidió envolverse con su sábana y salir a la cocina a por un té de tilo, o algo que la ayude a calmar su ansiedad.

» spreen de re mierda.- se quejó en voz alta.

desde lo de ciudad de méxico, no había podido dejar de pensar en el santafesino de forma obsesiva. los shots de tequila, la pieza del streamer, las rosas, el juego de los siete minutos, la confesión, el... ugh, era insportable. parecía que algo había explotado dentro de ella desde esa noche.

no podía estar enamorada, ni jodiendo. él era su némesis, la persona elegida para hacerse bullying -en broma- de por vida, con quién iba a competir hasta el día que se retiren de los jueguitos.

se fijó en la hora del microondas, y suspiró. tenía que dormir algo o caería desmayada frente a su monitor en pocas horas.

no pudo evitar pensar, ¿y si era cierto? todo lo que sus mejores amigos, o sea, juan y ari le decían. ¿podía haber una posibilidad de que spreen en serio gustase de ella?

pensaba que era más probable que un meteorito cayese primero a la tierra.

—oigan perros, estoy muy pedo, pero ¿jugamos algo?- el mariana dijo después de tomar un sorbo de su botella.

a este punto, macarena veía un poco borroso gracias al alcohol, pero no le importaba porque la estaba pasando bien con sus amigos. una cruda era de lo que se iba a arrepentir el día de mañana, gracias a dios, su outfit incluía lentes de sol.

—¡juguemos a siete minutos en el paraíso!

—¿qué somos, boludo? ¿pendejitos de catorce? daale.- se quejó spreen, encima de la cama jugando con su celular en manos.

—vente spreen, ¿o tienes miedo que te seduzca? iiih.- bromeó roier y todos rieron. a duras penas, lograron mover al morocho en la rondita improvisada del piso de su pieza. —a ver a ver, comencemos.

la botella de en medio giró, dejando sus dos puntas a carre y mariana. todos chiflaron y gritaron obscenidades mientras ellos se miraban y hacían caras "coquetas". —¡nada de meterse mano, cabrones! valdo, te quiero virgen aún.- amenazó en joda rivers.

después de siete minutos, ambos salieron limpiándose la comisura de las bocas y sudando, todo en broma. —¿se la chuparon?- preguntó maki, con la voz embriagada.

—quisieras, reina. ¡sigan el juego!

la botella volvió a girar. tardó unos largos seis segundos en dejar de girar, para terminar apuntando a los enemigos de la pieza. spreen y macarena. el lugar quedó en silencio por un par de segundos.

—podemos volver a girar.- el seleccionado fue quién rompió el hielo, sin querer incomodar a la castaña.

—¿tenés miedo, boludito?- todos se sorprendieron ante el atrevimiento de la argentina.

la expresión en el rostro de spreen cambió. de preocupación leve, a una competitiva, porque de eso siempre se trataba. quién era mejor. la voz de carre interrumpió su juego de miradas matadoras. —¡hagámoslo más jugoso! quién sale primero, pierde.

sin decir nada más, maki se levantó y caminó hasta el baño, que era el "paraíso". sintió pasos a su espalda. entró y se sentó contra la pared del lugar, entre parpadeos rápidos, vió la figura del chico acercarse, y tomar asiento a un lado de ella. aún así, dejando una distancia considerable.

—¿todo siempre para vos es una competencia?

—si es contigo, sí.

breve silencio. macarena no iba a hablar, porque el juego se trataba de estar encerrados. escuchó un suspiro y lo miró de reojo. el morocho tenía su cabeza hacia arriba, con los ojos cerrados dejando ver gran parte de su cuello. una sensación le recorrió el cuerpo, y no sabía que era.

—fuera de joda, maki, ¿por qué te caigo mal?

—no me caes mal.

—entonces te caigo bien.

—tampoco.

—sos imposible, flaca.- ella soltó una risita inevitable. —encima te me cagas de risa, bue.

no sabían cuánto tiempo había pasado, pero los ojos de macarena comenzaron a sentirse pesados, tenía sueño. y con tal de ganar, sería probable que se quedase dormida en el baño. se sentía en una nube, como en un sueño.

—te regalé rosas.- murmuró cansada, y soltó un bostezo.

spreen se giro a mirarla, y desesperado se tomó el atrevimiento de sostenerle el rostro. ante el toque, ella se despertó totalmente confundida. vió la mirada suplicante del streamer y se confundió más.

¿había dicho algo malo?

—¿porqué maki? ¿porqué hiciste eso?- murmuró. lentamente, se acercaba cada vez más y eso puso los pelos de punta a macarena. —trato de sacarte todos los días de mi cabeza y vos haces esto que no me voy a olvidar nunca.

ay, la puta madre.

sweet nothing !¡ spreenWhere stories live. Discover now