Capítulo 6-Paraíso

44 5 2
                                    

Vale, si, confirmadísimo, esto era pésima idea. Estaba al lado de Sarah camino a la única discoteca que existía en este pueblo, era viernes y bueno estaría llenísima de gente.

Sarah se había metido en mi armario y no había salido hasta que encontró un vestido que me regaló mi madre hace dos años. Nunca me lo había puesto y se debía a que era demasiado corto para mí gusto.

El vestido era negro sin mangas, con un escote de pico, el vestido cuando me lo regalaron no era tan corto pero claro había pasado dos años. Llevaba el abrigo y unos tacón infernales que solo con mirarlos ya te dolían los pies.

Cuando llegamos a la discoteca Sarah me guío hacia la barra y pidió dos cervezas. No me gustaba mucho el alcohol pero bueno, me la bebí para que nos pudiéramos ir rápido.

Pobre ilusa.

Ella me llevo hacia la pista de baile y empezó a bailar, yo no sé de dónde se sacaba los pasos de baile pero de repente había bastante gente-y con gente me refiero a tíos- mirándola, yo no estaba acostumbrada estás cosas así que me acerque a ella y le dije que me iba a pedir algo a la barra.

Atravesé la multitud con dificultad y conseguí llegar a la barra con vida, pero el camarero no me hizo ni caso cuando le pedí un simple vaso de agua.

-¡¡¡¡Eyy, hola, existoooooo!!!!-le grite.

El camarero me miró de arriba abajo, cabe aclarar que Sarah me había obligado a quitarme el abrigo para poder -según ella- lucir este vestido. El camarero que por fin me prestaba atención se acercó a mí y con una sonrisa un tanto extraña me preguntó que quería.

-Hola, guapa, ¿Qué te apetece tomar?- Preguntó el camarero en un miserable intento de ligar conmigo.

-Un vaso de agua, por favor- le contesté ignorando lo de antes.

-¿Solo un vasito de agua?, Creo que te vendría mejor otra cosa.

-No, gracias, solo quiero mi vasito de agua- le dije rodando los ojos.

-Vale- Contestó mientras me ponía el agua- oye y de casualidad no tendrás novio verdad?- Me pregunto en su segundo intento de ligar mientras me sonreía.

Le mire con cara de asco y me bebí el agua y me largue con Sarah, ella parecía que se lo estaba pasando en grande, pero yo estaba demasiado incómoda y cansada, sentí a que todos me miraban y era comprensible, mi vestido era demasiado corto. Así que me acerque a ella y le hable en el oído.

-Sarah nos podemos ir ya por favor.- Le suplique.- Mañana tengo que madrugar y no estoy muy cómoda que digamos.

-¡¡¡Tiaaaa, Alisha eres tuuu, que guapaaaaa!!!-Dijo abrazándome mientras se reía.- Si espera que busque las llaves del coche.- Vale había bebido demasiado.-Aquí están, vamooooosss.

Salimos de la discoteca y nos dirigimos al coche, Sarah fue hacia la parte del conductor, pero yo le dije que conducía yo, aunque insistió en que iba a hacerlo ella acabó con la cara en el cristal del copiloto mientras roncaba.

El problema era el siguiente, el coche es de ella y su casa está un poco lejos de la mía y a esta hora no pasan buses, así que me va a tocar irme andando.

Que guay.

En cuanto llegue a su casa vi una silueta en la puerta. Ostras. Ethan estaba en la entrada de la casa con los brazos cruzados y una expresión seria en la cara.

Bajé sin mirarlo y fui a ayudar a Sarah a bajar. Él se acercó a mí para ayudarme. Cogió a su hermana en brazos y me miró, su expresión se había suavizado un poco.

Amor De HieloOnde histórias criam vida. Descubra agora