𝒥𝓮𝓸𝓷 ᘛKookTae

| 𝓓𝓲𝓮𝔃 |

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2 Días después

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-La luz de el edificio se fue jefe-Comunicó a través de la línea

-¿Cómo putas se fue? Es el edificio con el mejor campo de electricidad, es imposible...

-Pues así fue señor, los clientes se fueron, abandonaron las instalaciones, y algunos de los juguetes están intentando salir de las habitaciones al ya no tener el código activado tras la falla de luz.

-Iré para allá, avísale a Nicolas-Colgó la llamada

-¿Qué ocurre padre?

-Esta fallando el campo eléctrico en MiKon

-Eso es imposible

-Lo es... algo esta pasando, debemos ir

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TaeHyung se levantó de aquella cama lujosa, sollozando y cubriendo su cuerpo, agradecido de que la luz se había ido al momento en que aquel hombre había despojado su ropa desconcertandolo y así pudo actuar noqueandolo con la lámpara

Se alejó y tomó un minuto para intentar observarlo bien, notando que era aquel hombre que le llevaba el desayuno, la comida y la cena, un guardia. Se tiro al lado de la mesa de noche, abrazando su cuerpo desnudo cubierto por aquella sabana.

-Kook-Dijo en un susurro, un hilo de voz casi inaudible

Se encerró en su llanto hasta que vio a aquel hombre alto ponerse de pie, confuso, desorientado, que tras un breve análisis del lugar, dio con él y soltó una risilla maliciosa.

-Dolió... pero de mi no te libras, eres una joyita y quiero ser el primero en usarla-Río acercándose a él, tronando su cuello.

Lo jaló del pie y comenzó a besar su cuello, sin importarle que a fuera de ese cuarto se comenzaban a escuchar gritos y disparos.

-Sueltame, por favor, no hagas esto-Pedía llorando mientras pataleaba y forcejear

-Te enseñare como quedarte quieto-Dijo mientas lo tomaba con brusquedad de los brazos y lo lanzaba a la cama, para después destrozar el cableado de la lámpara y utilizarlo para atar sus manos detrás de la espalda

TaeHyung continuaba llorando sin poder moverse más al tener sus piernas encarceladas por las contrarias y sus brazos ya atados. Movía su cuerpo de un lado a otro buscando libertad.

Desesperado comenzó a deshacerse de su ropa admirando el cuerpo bien formado del menor. Pero de pronto su cuerpo sólo fue llenado de plomo tras 20 disparos.

Un chico alto, castaño y de tes clara, portaba un traje azul marino y un arma dorada, otro hombre a su lado portaba la misma vestimenta pero su cabello pasaba a un intenso rubio y unos centímetros más alto.
Pero frente a ellos dos, yacía un castaño bien vestido con un traje dorado y un arma brillando en perlas doradas, sin hablar de aquel pelinegro vestido todo de negro quien lo miraba boquiabierto, si, era él.