Creencias

Prólogo

La sociedad influye mucho en las creencias y costumbres de un lugar, muchas veces siendo por las clases en la sociedad y en muchos lugares del mundo así es hoy en día.

Cada localidad tiene sus propias reglas y normas, las cuales deben ser respetadas para evitar problemas...pero, ¿Qué pasaría si se rompieran esas cadenas que nos tienen atados para lograr la libertad y amar libremente sin que un tercero intervenga?...

En Lacock, una villa de Inglaterra, vivían 2 jóvenes, Sky de 17 años, hijo de una reconocida familia adinerada fotógrafos y de gran influencia, el también sentía una gran pasión por dicha vocación y a donde sea que fuera llevaba su cámara pero a pesar de eso, su lugar favorito de fotografiar siempre fue el bosque junto con los atardeceres. Cabe aclarar que su apariencia era atractiva, alto, de buen cuerpo, ojos oscuros y profundos como la noche y su pelo de color café claro le daba una apariencia más atractiva, pero su personalidad...no le ayudaba para nada, era un chico demasiado engreído y super tóxico, pues si bien tenía una vida amorosa con Adele, una chica mimada de dinero y descendiente de una familia dueña de numerosas fábricas cerca de la villa.

Por otro lado, estaba Rubí de 16 años, hija de unos zapateros del mismo pueblo, pero eran de clase baja, no poseían mucho más que la casa donde vivían y trabajaban los 3, los padres de la chica siempre hicieron todo por ella para que tuviera lo mejor y nunca le faltara nada. Rubí era humilde, de buenos sentimientos y bien comportada y su apariencia, pues no mucho la nerd pero si hermosa, cabello oscuro, unos ojos azules que no se podían observar muy bien debido a que usaba unas gafas para poder ver bien, era delgada y un poco baja, de estatura promedio, para ser exacta 1.65.

Sky y Rubí convivieron mucho tiempo juntos, desde que nacieron hasta los 6 años, pero desafortunadamente no logran recordar nada por la influencia de sus padres, teniéndose que separar por problemas entre ambas familias: La familia Brown y la familia Collins.

Ambos tenían un cariño mutuo el uno por el otro y cuando llego el momento de la separación, se sintieron muy tristes y a la vez enojados pero al paso de los meses, entendieron que nunca más volverían a verse y sería mejor para ellos como niños y sus familias olvidarse.

"Prometo buscarte y recuperarte para nunca más volver a perderte"...La promesa que quedó sepultada entre la oscuridad aquella dolorosa noche lluviosa entre gritos de desesperación y desgarradores.

"Si el destino lo quiere y el tiempo lo permite, nos volveremos a encontrar"... Las ultimas palabras de los niños antes de olvidarse, entre lágrimas lo dijeron cada uno por diferente camino a la luna mientras brillaba con fuerte claridad.

Muchos dirán que es la clásica historia de amor cliché, pero no es así...

Muchas veces el destino juega en nuestra contra, generando muchas cuestiones en uno mismo...o quizá muchos cambios que uno esperaba, ya sea para bien o para mal dependiendo de la perspectiva de cada persona.

Pues si bien, uno no decide la forma en la que quiere vivir pero si pueda cambiarla y vivir mejor o quiza...solo quizá...el amor nos haga cambiar.