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Salió el sol a la mañana siguiente y Stella fue a ver a su doctor, allí ella recibió una buena noticia:

—Puedes volver a casa la próxima semana. He hablado con tus padres y dijeron de estar aquí en unos tres días.

Volverá a casa y eso es bueno pero...no vería a Lybia. ¿Cuando la volvería a ver?, ¿la próxima semana tal vez?

Stella volvió al cuarto y entró entusiasmada, vio a su compañera de cuarto aún acostada. Estaba de lado y no veía su rostro pero al notar que está se movió acomodando la sábanas para cubrirse más pensó que estaba despierta.

—Lybia, iré a casa la próxima semana. Pronto terminan las vacaciones y tenemos que hacer algo divertido antes de...—se quedó inmóvil al no escuchar una respuesta—¿Lybia?

Se acercó y bordeó la cama hasta llegar a ver su rostro. Estaba sudando y arrugaba su nariz y frente, se abrazaba y aferraba a la sábana como buscando calor.

—Ey, ¿estás bien?

Al abrir sus ojos sus pupilas eran pequeñitas y Stella tocó su mejilla. Al sentir su temperatura tan alta alejo su mano.

—Estas muy caliente Lybia.

—Sky...no m siento nada bien.

—¿Dime qué sientes?

—Duele...todo...duele.

Lybia quería ir al baño pero no podía apenas caminar. Decía que sus rodillas dolían, sus tobillos. Bueno, todo en realidad.

—Toma mi mano.

—Creo...que necesitaré más que una mano—se le sentía al hablar como el aire que respiraba no le era suficiente.

Stella se acercó para abrazarla y juntas fueron al baño. Dejo a su amiga sentada junto a la taza y está estaba muy decaída. 

—Iré por ayuda—dijo para salir corriendo.

Al salir no tardó ni tres minutos en encontrar a alguien. Doctor o enfermero a ella no le importaba eso, solo quería que vieran el estado de Lybia r hicieran algo. Volvieron devuelta y este hombre al entrar primero noto a Lybia en el suelo. Tenía vomito en su ropa, suelo y convulsionaba un poco. Stella grito su nombre asustada y este la tomo para llevarla a su cama y presionar el botón rojo.

—¿Estará bien?

—¡Niña aléjate! Ahora vendrá más ayuda.

Y así fue. La ayuda llegó en un minuto mientras que Lybia temblaba inconsciente.

Tomaban su pulso y quitaron su mano ropa para sucia. Apartaron a Stella y al hacerlo está choco su espalda con alguien más.

—Chiquita.

—Verónica—dijo llorando—¿que le pasa?

—Salgamos para da aquí para que ellos puedan tener más espacio.

Apenas pasaron a través de la puerta Stella se detuvo. Quería quedarse cerca. Realmente no quería ir lejos pero Verónica no la dejaría parada junto a la puerta. También tenía que dijeran algo que ella pudiera escuchar y la entristeciera.

—Acompañame a buscar unas cosas y volvemos.

Ella aceptó acompañarla pero algo la quería mantener cerca de Lybia. Por un momento pensó que algo le decía que no fuera, que debía estar con ella, pero confiaba en que su amiga era fuerte y mejoraría como las veces anteriores.
Verónica se quedó conversando con una de sus compañeras de trabajo. Quería hacer tiempo para retrasarse y así al volver todo ya había terminado y no asustar a Stella.

Mi Doctor Es Un Prodigio [#PGP2023] PAUSADAWhere stories live. Discover now