- la rosa +18 -

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Subimos al auto y Gavi no tardo en hacerme algunas preguntas mientras conducía.

- dime rubia, ¿qué haces en España? - pregunta sin desviar la vista

- mira, mis papás fallecieron cuando apenas cumplí los 18, por un accidente. - hice una pausa

Me duele hablar de este tema, no pasó un año todavía de eso, todavía molesta y lo recuerdo como si fuese ayer.

- Decidimos salir del país, Argentina, con mi hermana junto a los ahorros para la universidad y ayuda de otros familiares, vinimos a vivir acá. - terminé de explicar cabizbajo

- lo siento mucho por la pregunta, no fue mi intención. - se disculpa al darse cuenta de cómo estaba

- no te preocupes, no sos el primero que me lo pregunta. Tendré que acostumbrarme. - respondí riendo forzadamente

Automáticamente él cambio de tema para que no estuviera así.

Apreciaba mucho ese gesto. La mayoría de las veces al terminar esa charla la gente solía callarse, generando un ambiente silencioso e incómodo. Pero esta vez, fue distinto.

Comenzamos a intercambiar gustos y anécdotas.

Lo había visto un par de veces al sevillano pero nunca supe cosas sobre él, ni él de mí.

Era un chico bastante peculiar. Se enojada fácil, pero también era cariñoso. Reservado, pero si hay confianza no para de hablar y reír. Entre otras cosas.

Le conté cosas sobre mí, creo que le agradaron.

Eso espero.

Mientras entrabamos al estacionamiento del restaurante hasta que nos sentamos en la mesa que había reservado.

La mesa estaba en un lugar apartado del resto, estaba en un balcón, pero como en una carpa, para que nadie interrumpa, y abierto en dirección a la vista de la ciudad.
Si querías llamar al mozo, tenías que tocar una campanita, que había en una mesa aparte.

Era hermoso y perfecto el lugar.

Estuvo hablándome, con una sonrisa en la cara, sobre el fútbol, los entrenamientos, partidos, sus compañeros, los fanáticos, mejor dicho los cules, como él dijo.

Admiraba con la pasión que contaba algunas anécdotas que le pasaron en los partidos.

Yo no entendí mucho que digamos pero bueno, solo asentía.

Parcia un niño de 7 años con un nuevo juguete. Se notaba la felicidad que le daba lo que hacía.

Pedimos la comida y continuamos hablando.

Un ambiente agradable y cómodo se formó entre nosotros.
Era como si lo conociera de toda la vida. Pero no.

En lo que esperábamos para comer, me invitó a su próximo entrenamiento. Al principio dude, pero de tanto insistir de su parte, finalmente dije que sí.
Me dijo que iba a ser mañana por la mañana.
Pensé si tenia que hacer algo, y no, ni mi hermana iba a estar en casa, asique me aviso que iba a pasar por casa a las 8.30hs.

Más tiempo con este chico, me encantaba.

Ahora ir a verlo entrenar, transpirado, con el pelo mojado...
Acabé.

Cuando nos trajeron la comida, el mozo vino con algo además de lo que pedimos.

- para tu novia. - habla el empleado dándole una rosa a Gavi

- no es mi novia. - responde riendo, al igual que yo

- lo siento mucho, realmente lo parecían. - se disculpa dejando los platos en la mesa yéndose

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⏰ Last updated: Apr 28, 2023 ⏰

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traiciones +18 - 𝘎𝘢𝘷𝘪Where stories live. Discover now