Falofilia - sproier (TRASLADADA A AO3)

My new friend.. Roeir Sebastian

- ¡Me tenes que estar jodiendo, Ivan! - Carre gritó, golpeando el suelo con su puño. Se había caído de la cama de Spreen (en la cual se encontraban originalmente hablando después de que el mayor llamase a su mejor amigo en busca de desahogar todo lo que tenía en su interior desde aquél infortunado suceso) debido a la exagerada risa maniaca que no había cesado desde que Buhajeruk empezó a relatarle su primera charla con Roier.

- ¡Cállate, Carre, deja de reírte boludo! - Exclamó Ivan, lanzándole una almohada en el rostro a su mejor amigo, frustrado, avergonzado y muy rojo. - Me haces sentir más pelotudo.

El menor inhaló un par de veces antes de encontrar su voz.

- No creo que eso sea humanamente posible, Ivi. - Confesó el rubio, apoyando sus codos en el colchón de la cama, aún sentado en el piso. - Es decir, lo primero que sale de tu boca la primera vez que hablas con una criatura inocente como Roier es: "¿Me dejas chupártela?". Sólo porque quedaste sorprendido por el enorme tamaño de su mini-Roier, no tan mini según lo que me estás contando... no te da derecho a ser un indecente. Debiste invitarlo a un café primero, no se amigo, algo.

- ¡Carre, basta! - gritó Buhajeruk, tirándose de espaldas en su cama, cubriendo su rostro con una almohada, ahogando un grito de frustración en ella. Tenía ganas de llorar debido a lo avergonzado que se encontraba con Sebastian.

Demonios, después de haber soltado tal cosa, no se dió cuenta de la estupidez que había dicho hasta que el rostro entero del chico se volvió tan rojo como una manzana madura. El labio inferior le tembló, no pudo decir ni una palabra y Spreen, en seguida, se dió cuenta de lo profundo que había metido la pata.

"L-lo siento... creo que debo irme."

Fue lo único que pudo articular el pelinegro, quien se olvidó de inmediato de su ducha y salió corriendo con la ropa a medio poner, dejando a Ivan con una disculpa en la boca y la vergüenza más enorme que había experimentado en su vida.

- Debo disculparme con él. - Balbuceó Ivan, aún con el rostro enterrado en la almohada.

- ¿Mhm? - Inquirió su mejor amigo, subiéndose en la cama y quitándole la almohada del rostro. - ¿Qué dijiste?

- Que debo disculparme con él. No podré vivir en paz conmigo mismo si él sigue teniendo esa errónea impresión de mí, Ro. - Dramatizó el mayor, sentándose sobre sus pantorrillas y meneando a su amigo de los hombros. - ¡Lo traumaticé!

- Sí, eso me ha quedado bastante claro. - Ironizó su amigo, rodando los ojos. - Pero créeme cuando te digo que Roier te va a estar ignorándote hasta en los almuerzos. Debe estar igual o más avergonzado que vos.

- Por eso vos me vas a ayudar a atraparlo. - Canturreó Ivan, sonriendo exageradamente.

- Si lo vamos a "atrapar", se va a asustar mucho más, tarado. - Analizó el castaño, llevándose los dedos a la barbilla, con expresión pensativa.

- ¡Carreeeeee...! - Lloriqueó el mayor, fingiendo llorar. -Tenes que ayudarme, quiero disculparme con Sebas.. no puedo dejar las cosas así aunque me muera por tener ese gran pene entre mis manos.
Quizás si me disculpo con él podamos ser amigos y me deje... me deje... la concha de la lora, voy a tener una erección si sigo pensando en él.

- ¡Ew, Ivan, sos un pajero! - se queja Rodrigo, empujando a su mejor amigo hasta hacerlo caer al suelo. - Pero te voy a ayudar sólo porque vos me ayudaste a pedirle una cita a Tomas antes de que fuéramos novios. Te la debo.

- ¡Sos el mejor amigo del mundo! - Grita Spreen, lanzándose a los brazos de Carre.

- Bueno, te ayudo, pero a cambio de una sola cosa. - Pide el castaño, apartándose del abrazo.