Capitulo 101 AUTOESTIMA DESTROZADA

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Li Zhenguo, Huang Hongyun y su padre caminaron juntos hacia el escenario y se colocaron en fila. A la vista del estupor de todos, se inclinaron a noventa grados ante Chen Hao.

—¡Encantado de conocer al joven Amo Chen! ¡Felicidades por haber comprado la Mansión de las Nubes!

Las voces resonaron al mismo tiempo, como si fuera planeado.

¡Bam!

Apenas pronunciaron esas palabras, fue como si hubieran tirado una bomba a la audiencia. Todos quedaron pasmados.

-¡Joven Amo Chen! ¡Así que él es el joven Amo Chen!

—¡Dios mío! ¿En realidad es el joven Amo Chen de Jin Ling, el magnate de mayor riqueza del país?

Todos tenían la boca abierta. Estaban muy contentos y encantados al mismo tiempo.

--¿Qué? ¿El Joven Amo Chen? ¡¿Chen Hao es el Joven Amo Chen?!

Las piernas de Tang Ran casi fallaron al tropezar hacia atrás. En la última reunión de la familia, alguien había especulado que Chen Hao era el potentado magnate, el Joven Arno Chen. Luego deseche la suposición porque no lo parecía. Aunque la situación a sus ojos casi le hizo desmayarse. ¡Joven Amo Chen! ¡Chen Hao en realidad era el Joven Amo Chen!

No era de extrañar que ochocientos millones no fuesen nada a los ojos de él. ¡No había movido ni un solo párpado, ni siquiera después de haber comprado un auto de lujo de veinte millones, porque era uno de los nuevos ricos más adinerados del mundo, el Joven Amo Chen! ¡Era la persona con mayor riqueza en este lugar! El rostro de Tang Ran se oscureció. ¡Se arrepentía tanto!

Al pie del escenario, Li Wangfeng se encontraba sumido en un profundo arrepentimiento. Justo ahora, el joven Amo Chen quiso saludarlo de mano y hasta le había sonreído. ¡Había sido la. gran oportunidad de su vida! Pero ni siquiera lo miró a los ojos. Aparte, ¿Qué le dijo? Lo insultó directamente llamándolo una persona sospechosa. Incluso le dio un sermón. ¡Él solo sonrió y no le dijo nada!

Ahora Fang Qing, Xu Na, Wang Shuai y Li Mingfei estaban con la boca tan abierta que se podía meter un huevo entero. Para resumir, lo único que querían ahora era que se los tragara la tierra.

Chen Hao permaneció en la cima del escenario y miró al público atónito. Solo sonde con indiferencia.

«¿Para qué molestarse por ellos? ¿Acaso no sería mejor darles una lección de esta manera?», era una sensación mejor que la de darles una paliza.

Chen Hao se dirigió a Tang Ran.

—Prima, ya compre la mansión, ¿no debes darme mis llaves y llevarme al sitio de la Mansión de las Nubes?

-¿Eh? Yo... yo... ¡Está bien Chen... Joven Amo Chen! —le contestó con cierta dificultad.

¡Ya no sabía cómo dirigirse a él! Se dio la vuelta y llevó a Chen Hao y sus acompañantes al pie de la montaña donde se encontraba la Mansión de las Nubes.

—Tang Ran, a nosotros también nos gustaría ir. ¿Le puedes pedir al Joven Amo Chen que nos lleve?

Y en ese momento, tanto Fang Qing como Xu Na corrieron hacia ella. La alcanzaron e intencionalmente hablaron en voz alta. Querían que Chen Hao escuchara su sinceridad al lamentar sus errores. La dignidad ya no les importaba. ¡¿Por qué necesitaban de algo tan inútil?! Ahora lo más importante era que necesitaban complacer al Joven Amo Chen para que las perdonará. Creyeron que, con su belleza, aunque no llamarán su atención, al menos podrían quedarse a su lado y convertirse en sus criadas.

-Yo... yo no le puedo rogar.

El cerebro de Tang Ran por poco queda frito. ¿Cómo puede pensar siquiera en rogarle a otra persona?

EL MAS POBRE HOMBRE RICO (version extendida)Where stories live. Discover now