Turn Around, When Possible - Haikyuu

31. El último trozo de esperanza

Shouyou Hinata
Sábado, 15:34

Gritos fuertes y ensordecedores me sacan de un sueño pacífico. No he sido capaz de alejarme en absoluto, no cuando cada pocos minutos más o menos, Kageyama estalla en gritos de terror.

Abro los ojos, inmediatamente muy lejos. Es difícil incluso moverse, ya que mi energía se ha ido desvaneciendo a medida que mi estómago se vuelve más y más adolorido y lleno de sangre. Pero con la pequeña cantidad de adrenalina que todavía corre por mis venas, puedo girar mi cabeza hacia él para ver qué demonios está pasando.

A la brillante luz del sol, no es difícil darse cuenta de que las heridas de Kageyama están rojas como llamas y claramente hinchadas. Uno de sus ojos se ha cerrado completamente por la hinchazón y, aunque todo su lado derecho está rojo, el resto de su cuerpo está casi sin color. Así de pálido está. Su cabello se pega a su frente de una manera que parece dolorosa. Se adhiere a sus heridas, absorbe su sudor y se vuelve pegajoso y de aspecto desagradable debido a los fluidos que salen de sus quemaduras. Decir que se ve horrible es quedarse corto. Probablemente sea incluso más doloroso de lo que parece, por la forma en que Kageyama está llorando en este momento.

Sus ojos están cerrados con fuerza y ​​los sonidos dejan su boca casi fuera de este mundo; suenan alto y fuerte y solo escucharlos me hace creer que estoy sintiendo todo su dolor. Sin embargo, solo puedo imaginar por lo que está pasando en este momento, pero solo mirarlo hace que sea una apuesta fácil.

Probablemente pueda sentir todas y cada una de las pequeñas ráfagas de viento, picando en su absurda cantidad de heridas. Algunas de sus quemaduras son tan profundas y malas que puedo ver bastante profundas. Parte de la piel alrededor de los peores incluso se ha vuelto oscura y negra. En comparación con esos puntos carbonizados, las ampollas blancas carnosas rojas y desagradables parecen daños colaterales leves. Especialmente al compararlo con los dedos de su mano derecha; todavía puede apretarlos en un puño apretado, probablemente porque tiene mucho dolor, pero se ven quebradizos y casi muertos cuando están todos negros y quemados hasta los nudillos. Solo verlo me asusta, especialmente las yemas de sus dedos, que parecen como si ya les hubieran succionado toda la vida. Dejándoles una cáscara vacía de piel quebradiza, arrugada y ennegrecida.

Desearía que dejara de clavarse las uñas astilladas en la palma de la mano de esa manera, porque se ve terriblemente doloroso. Pero, de nuevo, ni siquiera creo que se dé cuenta del dolor. Claro, cuando tiene los ojos abiertos y mira al cielo, sé que puede sentirlo todo. Cada pequeño cambio en su cuerpo, es hiperconsciente de ello; Conozco la sensación, ya que también he estado en ese tipo de dolor todo el tiempo.

Pero en este momento, no creo que realmente pueda sentir el dolor. No cuando tiene los ojos cerrados.

Los gritos son pesadillas; su mente reproduce los eventos, a veces mostrándole lo que podría haber sucedido o lo que sucederá a continuación. Sueños febriles que representan su dolor, pero, en lugar de estar tirado aquí en la hierba, está siendo devorado por las llamas y puede sentir que su piel se descama. O, al menos, eso es lo que me dijo un poco antes, cuando me desperté con él gritando como si el mundo se fuera a acabar.

Estaba completamente despierto en ese entonces y, mientras hablaba en frases cortas, logró dejarme claro que no quería volver a dormir. Yo tampoco podía dormir, de todos modos, así que nos quedamos despiertos y hablando de cosas. Lentamente, comenzó a quedarse dormido de nuevo, a veces adormeciéndose en medio de una oración. Demasiado cansado para permanecer despierto.