prólogo

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Un joven caminaba feliz por el campo disfrutando del sol, la tranquilidad y los girasoles que habitaban en esa parte de la aldea de camerlot, un lugar tranquilo y divertido.

El joven rubio se acomodo en la hierba disfrutando el olor tan espectacular que emitían las rosas, con cuidado tomo unas e inicio a juntar para crear una linda corona que se coloco con cuidado.

Estaba disfrutando su tarde pero el llamado de su padre lo alertó, levantándose rápido y corriendo así tirando la corona en el campo. Al llegar se desconcertó al ver caballeros y no cualquiera si no los del rey, hizo una reverencia y entro encontrándose a su progenitor hablando con un hombre.

Jimin lo examinó unos segundos. Calló en cuanta que el hombre que estaba en su casa era el Jeon Jungkook, inmediatamente hizo una reverencia ante el Rey.

- Rey - se inclino mostrando sumisión.

- Que bueno que llegas - su progenitor le invito a sentarse en un banco serca de ellos. - el Rey quiere hablar contigo - se retiro dejando un silencio incómodo.

Jimin apretaba su desgastada camisa intentando adivinar que hacia el Rey en su humilde casa. Jungkook termino su trago de soju listo para ir al grano.

- te estarás preguntando, ¿que hago aquí? - el menor asintió sin mirarle - seré breve, te ofresco ser la Reina tener lujos, joyas y todo lo que quieras - se levantó acomodando su traje - a cambio de darme un heredero. -

Si antes estaba confundido ahora no entendía nada no podía creer que el Rey le propusiera eso había más hombres y mucho más hermosos que el, no lograba comprender ¿Por qué se lo propuso a el?. Se quedó callado pensando en la respuesta correcta.

- y pagaré las deudas de tu familia - Jimin levantó su cabeza haciendo contacto con los ojos oscuros de Jungkook.

Su familia tenía muchos problemas económicos y si no pagaban a tiempo se llevarían a su hermana menor y a el no era necesario decir para que todos sabían que los vendían a viejos.

- no sé - respondió con sinceridad.

- te daré un día - arreglo su traje y salió dejando el rubio hecho un lío.

El transcurrió normal hasta la noche.

La familia cenaba tranquilamente, la puerta fue tocada, la madre de Jimin se levantó a abrir, eran los cobradores que venían por su dinero. Mina se preocupo no habían podido conseguir la cuota lo que significaba que golpearan a su esposo.

- que se les ofrece - fingió tranquilidad.

- lo sabes perfectamente mina -

Los hombres entraron directo al comedor esperando el dinero que nunca llegó e iniciaron a romper todo y llevarse algunas cosas de valor mientras el rubio abrazaba a su hermana.

Ya había tomado una decisión.

Espero con ansias que Jungkook aparecerá. La hora del almuerzo llegó y con ella la visita del Rey. Entro como si fuera su casa, miro al rubio buscando alguna señal.

- R-Rey...acepto su propuesta.... pero o-ocupo el dinero - en ningún momento lo miro.

Jungkook sonrió feliz, llamo a un guardia quien les entrego un cofre lleno de monedas de oro.

- tu bienes conmigo ahora - ordenó, dos hombres más entraron tomando a Jimin llevándolo sin consideración maltratando su piel en el proceso. - espero y sea suficiente- salió de la humilde casa - y no busquen más a Jimin. -

Pobre Jimin no sabía que es lo que le esperaba con Jungkook.

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