¿Alguna vez tuviste que guardar un secreto que podría cambiar el destino de tu vida?
Park Jimin joven de 17 años se muda a Seúl, Corea del Sur, con su familia, con la esperanza de que nadie se entere que es un chico trans y lo rechazen como pasó en...
La tristeza es un sentimiento que a muchos no les gusta experimentar.
Usualmente, la tristeza se presenta cada vez que nos sentimos inseguros, con miedo, etcétera. Lo cual, para muchos suele ser bastante frecuente.
La tristeza sirve para liberar nuestros sentimientos de una mejor manera, sirve como una forma de desahogarnos cuando estamos hartos de todo, y solamente queremos un pequeño descanso del mundo exterior.
Y aunque mucha gente no lo crea. La tristeza sirve no solo para desahogarnos, si no también, para liberar el resto de nuestras emociones, ya que la tristeza sirve como una forma de pedir ayuda cuando sentimos que nos ahogamos en nuestros propios pensamientos.
Sin embargo para muchos.
Esta continúa siendo un horrible sentimiento el cual, las personas, no quieren seguir experimentando más.
Y solo quieren sentirse felices al menos una vez en sus vidas.
Jimin estaba ahí, sentado en las escaleras que se encontraban en la salida de la escuela.
Sus manos se encargaban de ocultar su rostro, el cual estaba lleno de las lágrimas que sus ojos soltaban.
Felicidad.
Lo único que él quería era ser feliz, ¿Eso era mucho pedir?
No quería entrar nuevamente a la escuela, no quería ver los rostros de los alumnos, los cuales, Jimin imaginaba que estarían molestos.
No quería entrar y recibir burlas, insultos y miradas de asco por parte de ellos.
Sin embargo, él no quería ver las caras de los chicos, seguramente lo odiarían a partir de ahora.
Pero sobre todo.
No quería ver a Yoongi...
Jimin ni siquiera sabía cómo vería a Yoongi a los ojos a partir de ahora.
Ni siquiera estaba seguro de que Yoongi quisiera verlo...
Lo más probable es que Yoongi se sintiera, enojado, triste, pero sobre todo.
Decepcionado.
Seguramente Yoongi lo odiaría por no decírselo, pero lo más probable es que lo terminaría, pues todo esté tiempo estuvo con un "fenómeno" como él mismo se autodenominaba.
En esos momentos nada lograba calmarlo.
Pero de repente sintió que había dos personas detrás de él.
Las dos personas se sentaron a su lado y por el olor de sus perfumes pudo reconocer quienes eran.
Ni siquiera tuvieron que hablar para saber quiénes eran, pues al ya estar a su lado ambos jóvenes lo abrazaron y Jimin solo comenzó a llorar más y más.
Esas personas eran Jake y Rosé. Quienes abrazaban a Jimin cómo si estuviera hecho de cristal y en cualquier momento se pudiera romper.
Rosé: Ya, tranquilo mi niño- susurro mientras acariciaba su cabeza -
Jake: Tranquilo, ya estamos aquí- dijo de la misma forma, pero él lo estaba acariciando por la espalda -
Jimin: Q-quiero irme de aquí...
Rosé: Vámonos...
Rosé tomó su mochila y Jake tomó la mochila de Jimin y también la suya, y sin más, se fueron de la escuela para llegar lo más rápido a su casa.
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