6) Feliz Cumpleaños Wends

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Wednesday Addams

Odiaba los cumpleaños, detestaba como se acercaban a abrazarme y a felicitarme con sonrisas en el rostro, y sobre todo los festejos que hacían.

—¿Qué es esto?— dije sacando lo primero que vi de la caja, eran dos boletos para el cine —¿Son entradas para ver Scream VI?

—Si, como acaba de salir, supuse que te gustaría ir a verla— respondió Enid con una sonrisa.

Coloqué el boleto aun lado de la caja y seguí mirando lo que había ahí. Saque un brazalete plateado que traía colgado la letra "W" y una araña. Es fantástico.

—Es increíble— comente, le extendí el brazalete para que me lo colocara. Lo agarro cuidadosamente y en un segundo lo coloco —Gracias, lobita.

—Lo hice días después de nuestra primera cita.

Sonreí al escuchar eso.

—Recuerdo muy bien esa cita, fue terrible.

—Sí, si lo fue— recalcó —Ambas estábamos muy nerviosas. Traté de llevarte a un lugar lindo que te pudiera gustar.

—Me gustó mucho el museo— admití acercándome a ella.

—De todas esas pinturas, la única obra maestra, eras tú.

Sentí mi corazón derretirse ante las palabras de mi esposa.

—Enid, yo...

—Sé que nunca te sentiste como si fueras algo especial— comentó agarrando la caja y dejándola a un lado de la cama. Ella se sentó la cama y continuo -Pero siempre fuiste demasiado extraordinaria para mí.

—A la mierda- murmure en voz baja. Me senté a horcajadas sobre ella, mi mano rodeo su cuello, mientras la acercaba más. Nuestras lenguas se encontraron en una danza demasiado ansiosa y familiar.

Sus palabras habían causado muchas emociones en mí, a pesar de todo lo que era, ella me acepto así. Por eso la amaba tanto.

Creo que había tomado a Enid por sorpresa, pero procesó rápido lo sucedido y sus manos se fueron a mi cintura, acariciandome.

Su lengua se arrastró a lo largo de mi mandíbula. Succionó ardientemente contra mi piel en la base del cuello, liberando gemidos de mi parte.

Me acerque a su oído y jadee acaloradamente.

—Quiero que me tomes como la última vez, te lo suplico, Enid.

Dicho eso, me levanto y me acostó en la cama. Sus ansiosas manos palpaban mi ropa.

—Wends― susurró, mirándome fijamente —Eres tan malditamente hermosa.

Succiono mi labio inferior y un fuerte gemido escapo de mí. Envolvió sus manos alrededor, agarrándome suavemente con deseo y necesidad.

—Me encanta cuando tomas el control- susurré después de despegarnos para tomar aire.

Ella solo rio entre dientes. Sentí una de sus manos posarse en mi cintura, mientras que con la otra alzaba mi blusa.

—Deseo tanto tocarte, Wends— dijo quitando por completo mi blusa. Sin pensarlo dos veces quito el top que traía puesto y lo tiro lejos.

Ondas de placer recorrieron mi cuerpo después de escuchar cuánto me anhelaba.

Me sonrió mientras me quitaba los pantalones con desespero, miré que tragó saliva cuando abrí mis piernas para ella.

—Oh Wends, siempre estas lista para mí— ronroneó y comenzó a pasar dos dedos por mis pliegues.

—Enid— jadee.

Extendí mi mano para tomar su cabeza y dirigirla a mi región intima.

Arqueo una ceja, pero con una sonrisa en su rostro se acercó más y más, hasta que colocó un beso exactamente donde lo necesitaba.

Cuando deslizó su lengua en mi centro, comenzó a complacerme.

La única persona digna de mí.

Enrede mis dedos en su cabello mientras succionaba. Sentí sus dedos cerca de mi centro, y asumí que por fin me iba penetrar. Ya sentía adentro su dedo cuando... no, lo retiro de ahí.

Sus manos se acercaron a mis pechos y suavemente comenzó a masajearlos.

—Joder— gemí, mientras mi cuerpo se arqueaba.

Enid dejo mi centro y subió hasta mis pechos, envolviendo uno de los pezones en sus labios. Por otro lado, su otra mano continuaba masajeando el sobrante. Su lengua caliente y húmeda, tan experta. Minutos después sentí como se pusieron rígidos.

—Creo que te he torturado lo suficiente— murmuró quitándose de mí.

Como ella aún tenía la ropa puesta, me levanté y así de pie empecé a desvestirla. Por su parte no puso resistencia alguna, de hecho, me ayudo para quitarsela más rápido.

Ya estando completamente desnudas, me agarro y me recostó de nuevo en la cama, como antes, ella quedo encima de mí. Me encantaba sentir su piel suave sobre la mía.

Una de sus manos se colocó en mi entrada. En un empuje controlado, ya tenía sus dos dedos dentro de mí. Del placer que me había provocado esa entrada, me arquee.

Pude notar como su respiración se volvía irregular cada que entraba y salía.

Después de unos minutos de movimientos, me miró fijamente, pude saber que ahora se habían vuelto un tono gris oscuro.

Cuando comenzó a penetrarme más duro, no deje de gritar de placer y de clavar mis uñas en su espalda. Esto era demasiado placentero.

—Joder, amor— soltó Enid con los dientes apretados —Estas tan estrecha.

Era demasiado para mí, necesitaba correrme.

—Córrete para mí, amor— dejó escapar en un tono bajo y ronco. Creo que el solo hecho de escuchar mi placer, ella se correrá también.

La euforia recorrió mi cuerpo cuando un gemido escapó de mis labios. Mi interior simplemente no podía contener todo el placer, así que lo expulso, expulso un grito que indicaba que había llegado al punto máximo. Me corrí en sus dedos.

Ella se tiro en mi pecho respirando rápidamente, mientras salía de mi centro. Sentí un liquito arriba de mi muslo, supuse que era de ella por la abundante que era.

Ninguna de las dos dijo algo por unos minutos hasta que recuperamos la respiración normal.

Quien rompió el silencio fue ella.

—Feliz cumpleaños, mi Wends.

Wenclair One shots [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora