Capítulo 2: El Traje Negro

306 4 5
                                    

Logré llegar al hospital a tiempo, cuando entre en la cafetería fui sorprendido por unos fuerte aplausos, eran mis compañeros que me estaban felicitando por haber cumplido la apuesta. Qué ridículos, como si hubiera ganado la batalla contra los Unicornios.

"¡T/N, lo lograste! Sabía que podrías hacerlo. Ten, te lo has ganado." Dijo mi compañero poniendo la manzana en mis manos con delicadeza, luego se inclino y me susurro en mi oído, "Dime, ¿alguien te veo cuando lo estabas haciendo?"

Me congele, por un segundo sentí que iba a vomitar de nervios, le di una mordida a la manzana para que su dulce sabor pudiera disolver mis náuseas.

"Claro que no," le contesté con la boca llena, "Ya dejame en paz, perdí mi hora de almuerzo por tu culpa." Me alejé de el, tomé un asiento qué estaba a mi lado y seguí comiendo mi fruta qué será mi único almuerzo del día. Esto hizo reír a mi 'amigo'.

"¿Oye por que estas así? Si no querías hacerlo no lo hubieras accedido."

En eso tiene razón, si hubiera negado la oferta no hubiera perdido mi hora de almuerzo, además esta manzana no matará mi hambre.
Más, fui descubierto por el mismo Padre, cuando lo vi por un momento pensé que me iba sacar a patadas de la iglesia pero no fue así, al contrario el fue muy amable conmigo. Qué asco, ¿Cómo podría aprovecharme de tu amabilidad? Mi cara se puso roja de vergüenza, solo pensar en el osito morado me hizo apretar más mi agarre sobre la manzana, podía escucharla crujir suavemente.

"T/N, ¿Qué te sucede? ¡Tu cara esta roja!" De repente sentí su fría mano posar en mi frente, "¿Acaso tienes fiebre?" me preguntó. Inmediatamente alejé su mano de mi cabeza, me levante de la silla apartando la vista "¡Ya quítate, no tengo nada! Estoy bien... estoy bien." Surrure mi última oración, tire el núcleo de la manzana, desinfecté mis manos y me fui directamente a continuar mis servicios.

...

Pasaron los días, muchos de mis compañeros sigueron con sus labores en el hospital pero mi conciencia no me ha dejado tranquilo. Desde que realicé la apuesta me he sentido culpable, he esta muy distraído durante mi trabajo, todas las noches no he logrado conseguir el sueño, me lo paso preguntándome qué pensaría el Padre acerca de mí. ¿Se habrá olvidado acerca de ese día como mis demás compañeros o también se esta preguntando cada noche en porqué hize ese acto? Necesito buscar una forma de disculparme. 

Muy bien,  mañana irás a la iglesia le vas a ofrecer disculpas, que todo fue un malentendido y todo estará a la normalidad, sí buena idea.

El día siguente amanecí todo cansado, mi cuerpo se sentía rígido después de un día de labor, me tomé un baño frío para despertar el sueño, me cepille cuidadosamente mi pelaje asegurando qué ningún mechón de pelo este fuera de lugar. Sí voy a disculparme entonces debo lucir presentable así que me puse un traje negro qué tenía guardado en mi armario. Usualmente solo lo uso cuando hay juntas importantes en el hospital. Pase de inmediato a la cafetería y solo agarré una taza de café.

"¡Oh, qué milagro verte aquí tan temprano!" grito uno de mis compañeros, "Usualmente te duermes hasta el medio día durante tu día de descanso, ¿Qué cambió? ¿Acaso vas a salir con alguien?" Me miraron, mi cara se puso roja.

"¡No, no es así! Iré a la iglesia, nada más." Me defendí pero mis compañeros no dejanban de molestarme. "Awww ¡su carita se puso roja!" Esos idiotas.

"Uy sí, solo iras a la iglesia. Excusas excusas. Sé honesto, te gusta alguien y es por eso que estas en trajecito, ¿no? Ya di nos, no te vamos a molestar si nos dices la verdad."

Al darme cuenta de que mis compañeros no me dejarían en paz, decidí seguir la corriente.

"Esta bien, sí me atraparon. Voy a salir con alguien, ahora si me disculpan llegaré tarde a mi cita."

[Unicorn Wars] Padre y tu (Descontinuado)Where stories live. Discover now