IV

258 45 15
                                    

¿Por qué estoy dudando tanto...? Devolví la vista a la aldea... Es solo un vistazo, nadie me está viendo... No romperé las reglas solo por un par de minutos... además, seguramente nadie me verá...

¿Verdad?

Sentí un cálido tacto envolverse como una víbora alrededor de mi muñeca y tiraron de mi cuerpo. Repentinamente me vi abocado a una oscuridad que jamás había conocido. Mi aliento se aceleró y mi corazón empezó a golpear fuertemente contra mis orejas. Cerré mis ojos por el impacto inminente.

Y cuando los abrí, me encontraba muy lejos de la frontera a pesar de que solo habían tirado de mi muñeca ligeramente. Estaba solo. Miré alrededor asustado, mi cuerpo se encogió y mis manos se acercaron a mi pecho, fortaleciendo una postura vulnerable... Mi cuerpo estaba cohibido, entumecido, mi corazón palpitaba fuertemente, mis ojos se cristalizaron al escuchar pasos a mi alrededor y jadeé tembloroso, acallando los gimoteos para no verme tan vulnerable... A pesar de que claramente estaba vulnerable, en un territorio extraño, con alguien desconocido acercándose a mí provocativa y lentamente. Escuché, agudizando mi oído, como se saboreaban los labios, deseosos y con hambre y entre la oscuridad y penumbra más profundas del bosque vi unos ojos rojos que me miraban de forma penetrante.

Grité horrorizado retrocediendo hasta tropezar y me hice bolita en el suelo, temblando completamente horrorizado.

- Hey, hey, hey... Oye...- una voz profunda, nasal pero melódica azotó mis oídos, pero no me moví al ser una voz totalmente desconocida.- No quería asustarte, lo siento...- el mismo cálido tacto que agarró mi muñeca, se apoyó en mi espalda, cerca de mi omóplato, me estremecí.- Lo siento...- apartó su mano.- No quería asustarte, solo...- se quedó en silencio.- estabas bastante indeciso...- me atreví a levantar la cabeza, dejando de ocultar mi cabeza entre mis manos.

Era un chico de mi edad tal vez. Lo primero que impactó contra mis ojos fueron sus orbes verdes, unos impresionantes ojos verdes color cactus. Después observé su cuerpo, un cálido tono de piel oscuro, cubierto de una fina capa de vello físico por todo su cuerpo, su torso desnudo, sus brazos... sus cabellos eran cortos, oscuros, azabaches como la noche. Apreté los labios y me arrastré hacia atrás.

- Tranquilo... no te haré daño...- intentaba hablar con gentileza en su voz, apoyando las dos rodillas en el suelo.

- ¿E-Eres un lobo?- pregunté desconcertado, pensando que estaba en territorio vampírico y que por tanto, ese chico debía serlo, pero no tenía los ojos rojos como todos los vampiros, o al menos como me habían explicado que todos los vampiros eran.

- No del todo... pero sí...- sonrió con ingenuidad.

Mi expresión se quedó rígida, tanto como mi cuerpo, parpadeé con incredulidad, tragué saliva lentamente y de forma inocente deslicé una de mis manos hacia la comisura de su labio, un poco invasivo, tal vez tentador y guiado por una curiosidad extraña. Se dejó hacer, y pude deslizar la comisura de su labio hacia arriba para ver sus colmillos, unos colmillos afilados pero como los de los licántropos, no como los de los vampiros, o al menos no como me explicaron... abrí los ojos con sorpresa y retiré la mano cuando sus colmillos empezaron a afiliarse y agrandarse y se le escapó una carcajada entre los labios por mi reacción.

- ¡N-No eres un lobo!- acusé con los labios temblorosos.

- Sí, lo soy; pero en parte...- sonrió frotando suavemente el colmillo con su dedo índice.- Vivo entre vampiros... Mi padre es un lobo, mi madre una vampira...- sonrió ampliamente, emitiendo una calidez impactante.

No pude evitar sentirme algo intimidado... tal vez por el desconcierto y la impresión por las palabras del chico, tal vez porque jamás había escuchado a hablar sobre un caso así, y sentía curiosidad y quería saber más, pero al mismo tiempo tenía demasiado miedo como para ser capaz de abrir la boca para preguntarle algo más... simplemente me quedé quieto, temblando, dudoso... él tomó la palabra.

- ¿Qué hacías tan cerca de la frontera? Pensaba que estaba prohibido acercarse...

- Lo está...- respondí dubitativo.

- ¿Y qué hacías tan cerca?

- Curiosidad...- susurré.- Sonó un aullido en la aldea y creo que vino de aquí...

- Oh, sí... Fui yo... Estaba escuchando cómo pegaban a alguien o al menos, querían hacerlo...- se rascó la nuca.- Aullé para que dejaran en paz a quien querían hacer daño.

- Ya veo...- respondí incómodo.

No quise decirle que era a mí a quien estaban a punto de golpear, principalmente porque eso me dejaría como alguien débil... Y en aquella situación, estando en el bosque y en territorio vampiro, era lo que menos me convenía...

- ¿Quieres ver la luna llena?- me di cuenta de que me había quedado en silencio después de aquella respuesta tan escueta demasiado tiempo y que me había sumergido demasiado en mis pensamientos cuando al levantar la mirada al escuchar aquella pregunta, el contrario estaba de pie, con los ojos sobre su cabeza, en las copas de los pinos, perdiendo su vista en un intento de ver la luna a través de las cortezas de los árboles...

- Es un poco complicado en el bosque... todas las coníferas tapan la vista...- alcé la mirada hacia arriba, haciendo amago de levantarme lentamente.

Me sentía algo vulnerable bajo sus ojos verdes, extraordinariamente verdes.

- Puedo trepar los árboles contigo a cuestas... Veremos las estrellas y la luna llena sin complicaciones...- sonrió ampliamente, como un niño pequeño en su primer ritual de inmersión, como un adolescente que pasaba a ser un miembro adulto de la manada, digno de cazar, digno de aullar fuerte, digno de estar con los adultos...

- ¿Trepar...?- encarné las ceja como si no entendiera la palabra.

Él me tendió una mano, ofreciéndome la posibilidad de aceptarlo o rechazarlo. Si tomaba su mano, seguramente me subiría a su espalda y treparía los pinos hasta la copa, donde veríamos las estrellas y la luna... Si no tomaba su mano, tal vez se podría molestarse, y teniendo aquellos afilados colmillos, no sé lo que sea capaz de hacer con ellos, pero ileso seguramente no quedaré y la idea de regresar a la aldea herido no me parecía nada tentadora y para nada me gustaría ser el centro de atención.

Tragué saliva duramente, no sabía cuánto tiempo había pasado desde que el moreno me había extendido su mano... Sus manos estaban llenas de raspones... Posiblemente de cargar leña o trepar árboles, realmente no sé que otra cosa podría hacer estando perdido y solo en un bosque en el que no tenía compañía de otros lobos con los que divertirse correteando y haciendo peleitas...

____________________________________________________________________________

La primera interacción de Craig y Tweek <3

Y Craig tierno 👉👈✨💕

Aquí las opiniones del capítulo ----------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1138 Palabras]

200.- Herencia quebradiza (Creek)Onde histórias criam vida. Descubra agora