𝐎𝐁𝐋𝐈𝐆𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 𝐓𝐎 𝐓𝐇𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍 | ᵖᵉᵗᵉʳ ᵖᵉᵛᵉⁿˢⁱᵉ

quince.

15.

UN AÑO PROBLEMÁTICO
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Con un grito ahogado, la muchacha se despertó en una tierra extraña. Hasta donde alcanzaban sus ojos grises, Alexandra sólo podía distinguir el suave salpicar del agua quieta mientras sus pies se movían sobre la superficie de todo aquello. Al principio, caminar sobre el agua era una sensación extraña. Hacía que la muchacha se sintiera inerte e inmóvil, como si fuera tan ligera como el aire.

—¿Qué...?—,murmuró incrédula mientras seguía mirando su cuerpo. Donde antes había estado su armadura ensangrentada de la guerra, ahora había un vestido tan blanco como su pelo que le caía suelto por las rodillas.

Alex desvió su atención hacia delante, donde una vez más podía ver agua, pero esta vez se acumulaba en una pared que ella podía ver claramente a través del azul luminoso. Detrás de la cortina de olas, una tierra que transmitía tanta belleza y poder se había situado ordenadamente sin una sola imperfección. Aunque su cuerpo estaba tan lejos, podía ver la perfección con la que se había colocado cada brizna de hierba o cómo cada brizna de las nubes de arriba se esponjaba en inmaculados haces blancos.

—No es tu momento—,una voz resonó en su cabeza; el volumen al principio era abrumador, pero tan suave que casi bastaba para infligir dolor.—Vuelve ahora, mientras puedas—.

—¿Quién está ahí?—preguntó Alex en voz alta mientras se daba la vuelta para intentar encontrar el origen de la voz.

Se oyó un suave chapoteo bajo ella cuando una fuente de energía blanca y pura irrumpió en la superficie del agua y flotó hasta situarse a la misma altura que Alex. Alex estaba en estado de shock y estupefacción. Pero eso no fue todo, ante sus ojos Alex vio como la bola de energía empezaba a transformarse en la forma de una niña de unos trece años,—Toma mi mano—,la niña sonrió a Alex de verdad,—Te devolveré a Narnia—.

—¿No estamos en Narnia?—

La muchacha se giró simplemente hacia la tierra que había tras el agua, con sus rizos morenos balanceándose suavemente tras ella:—Estamos lejos de ella, pero no estamos lejos del todo. Estamos abajo y arriba. Estamos dentro, pero también fuera—.

—Eso...—Las cejas de Alex se fruncieron con confusión:—Eso no tiene ningún sentido, ¿cómo puede ser posible?—.

—Esta tierra es la más sagrada de todo el universo, Alexandra Dawson. Tú también estarás aquí algún día, pero ahora no es el momento. Ahora tienes que volver a Narnia para terminar lo que has empezado. Hay gente ahí que necesita que despiertes—,sus ojos color avellana se dirigieron de nuevo a Alex que continuaba confundida,—Sólo toma mi mano, podemos regresar—.

—¿Podemos? Ni siquiera sé tu nombre—,Alex se acercó a la cortina de agua que la obligaba a avanzar.

—Me llamo Tatiana, es todo lo que necesitas saber—.

Sin escuchar lo que la chica estaba diciendo, la mano de Alex alcanzó el agua y vio cómo se deshilachaba de su dedo para abrir una grieta hacia la tierra mística que ansiaba visitar.

—¡Alexandra!—Tatiana llamó bruscamente con el miedo goteando con cada palabra,—Este es un boleto de ida, una vez que viajes más allá de las paredes, entonces nunca podrás regresar. Ni siquiera al llamado del cuerno de Susan. Puedes... ¡Alexandra!—

Tatiana corrió hacia delante y agarró la mano de la chica para tirar de ella hacia atrás, ganándose una fría mirada de Alex que parecía que iba a hacer daño si Tatiana iba más lejos con las amenazas.