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15 de agosto, 1651.
Santo Domingo, República Dominicana.
Efecto.

Era muy temprano por la mañana y una emocionada madre de tres hermosos hijos iba a despertar a su hija menor el día de su boda. Da dos toques suaves a la puerta antes de entrar y espera unos prudenciales segundos. Abierto ya la puerta se encuentra confundida, ya que su querida hija no estaba en aquella habitación.

La busca por los alrededores, su habitación no es muy espaciosa, todo está ordenado e intacto, piensa que ya esté desayunando abajo. Capta algo extraño en la cama y se acerca, al llegar se encuentra con un sobre el cual abre al leer "Querida Familia" afuera de este. Es una carta, con la inconfundible letra de su amada hija, Lisa.

Santo Domingo, 14
de agosto, 1651.

Querida familia

Cuando alguno ha de encontrar estas palabras ya habré partido. He decido dejarlos, ya que sólo veía dolor y tristeza en toda mi vida, no piensen lo que pudo haber sido. He decido irme por mi misma, para ser feliz, para ser libre. Me siento egoísta realmente, preocupandome por mi bienestar y mi felicidad pero, ¿Por qué no puedo desear algo más? Les quiero con mi alma y voy a extrañarlos con locura, les pido que por favor no traten de encontrarme, yo les escribiré siempre que pueda. Espero que entiendan mis pocas razones, que para mi son muchas.

Con amor.

Lisa.

Después de que la hermosa madre de Lisa, leyese la carta, se arrodilló en la cama de su hija a llorar preguntándose qué había hecho mal.

Al enterarse la familia, las cosas se tornaron turbias, pero cuando se enteró su prometido se pusieron violentas, siendo el hazme reír del pueblo. Creyendo que huyó con un amante, juró que encontraría a Lisa y la castigaría con la muerte sin importar las consecuencias. Lo peor es que estaba dispuesto a cumplir su promesa.

Mar Dorado (Jenlisa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora