Pero, yo te quiero más (Juliantina)

20. Sometimes

POV GEMA

"Valentina, Valentina, Valentina."

Dios, puedo jurar que ya hasta alucino con esa palabra

Flashback (hace un mes)

Aclaración rápida: este flashback está ocurriendo justo el día en que Val fue por primera vez a la prepa de Juliana.

Lo confieso, Juliana es lo mejor que me pasó, no me fue difícil enamorarme de ella, sus ojos, su cabello, la forma en que se ríe.
La conocí por casualidad, y no en las mejores circunstancias, pero a partir de ese día, mi vida no había parado de mejorar, realmente creí que en algún punto íbamos a tener algo, pero nunca terminaron de fluir las cosas.

Hoy, de repente, resulta que tenía novia todo este tiempo, me sentí tan mal, ella siempre fue un poco reservada, pero, ¿Por qué no me lo dijo antes?
Intenté no mostrarme afectada, intenté que no me afectara, pero era casi imposible, sabía que tendría que verlas juntas a diario.
Valentina, sin saberlo, comenzaba a robar todo lo que me pertenecía.

Estaba pensando en todo esto, estaba por irme a mi casa, pero de repente llegó Joseph...

-Hola, nena- me dió un beso en la mejilla.

-Hola, Joss, ¿Qué haces aquí?- él no estudiaba aquí.

-¿No puedo visitar a mi amiga?- pasó su brazo sobre mis hombros y me acercó a él.

-Siempre puedes- lo miré.

-¿Por qué estás tan triste, guapa?

-Juliana.

-¿Otra vez ella? Deberías olvidar eso, siempre te ha gustado, pero, ya déjala ir- me abrazó y puso su cabeza entre mi hombro y cuello, causando algún tipo de cosquillas en mi.

-No sabía que tenía novia- dije yo

-Bueno, a veces pasan ese tipo de cosas- se separó de mi un poco- ¿Te llevo?- me señaló su motocicleta.

-No quiero estar en casa- suspiré profundamente.

-Bueno, entonces puedo llevarte a otro sitio.- accedí, y me colocó su casco de seguridad.

Él manejaba, yo solo me aferraba más a su cuerpo, me gustaba sentir esa adrenalina que da la velocidad, pero ni siquiera eso funcionaba para sacarme ese sentimiento tan jodido.
Llegamos a un lugar, de comida y ese tipo de cosas.

-Ven, te hace falta comer algo, estás bien flaquita- me pasó un mechón de cabello detrás de la oreja.

-¿Me invitas algo?- dije como broma, en realidad yo pagaría lo mío.

-Claro, yo te traje, yo pago- me dejó un beso en la mejilla.

-Es broma, tonto- lo abracé.

Pasamos cerca de un hora comiendo y hablando de muchas cosas, en cierta forma él me reconfortaba, siempre estaba para mí.
Nunca me trató mal, siempre tenía palabras bonitas para mí, siempre tenía tiempo para mí, por eso yo lo quería tanto.
No era tan tarde, entonces fuimos a un hotel, al de siempre, pedimos una habitación.