Capitulo 5 - Cerca y lejos

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Regresa a su casa alrededor de las diez de la mañana. La noche anterior había sido larga, como era de esperar.

Su mamá la espera en la cocina con el mate y unas facturas arriba de la mesa. Siendo sincera consigo misma, Luz sabía que su madre no estaba orgullosa de lo que hacía para ganarse la plata. Sin embargo, tampoco podía hacer otra cosa para modificar la realidad de su familia.

Mientras tomaba un mate, no podía dejar de pensar en toda la interacción con Rodrigo. La "relación" que tuvo con él terminó hace un año, y la había dejado con el corazón devastado.
Se habían conocido de la misma manera que con Lisandro; en el mismo club y casi con las mismas personas. La única diferencia fue que ella cayó rendida a sus encantos al instante, y mantuvieron la conexión durante casi un año.
Con él, la vida de Luz había dado un giro. Tenía ganas de salir del club para siempre e iniciar algo serio con Rodrigo, quien siempre la trataba de convencer de ir a vivir con él.

La ruptura no fue planeada, no fue dulce y ciertamente no fue civilizada.
Un martes a la mañana, viendo un programa de chimentos, Luz se enteró de que Rodrigo tenía una nueva pareja. Una cantante hermosa, con quien venía hablando hace un tiempo. Al parecer había salido fotos de ellos dos de vacaciones en Bariloche, y del regreso de ambos en Ezeiza. El mismo lugar al que le había prometido ir juntos.

Cansada de sentirse una boluda, se dirigió a la casa del jugador, y cuando él abrió la puerta junto con una chica que parecía muy feliz, supo que su tiempo juntos había terminado. Inmediatamente, ella retrocedió. Su estómago se retorció y dio vueltas, su corazón latía erráticamente contra su caja torácica, la combinación de todas las sensaciones era casi insoportable. Quería llorar, quería aplastar algo, hacerse entrar en razón. En lugar de eso, se quedó parada en la entrada, sus ojos llorosos llenos de tanta decepción mientras lo miraba fijamente. No podía entender por qué había hecho esto, ella sabía que todo lo que habían vivido juntos parecía ser real. Incluso le había dicho que la amaba.

"Yo me equivoqué de dirección..." fue capaz de decir, con la voz afectada. Ella no le dio la oportunidad de explicarse mientras salía casi corriendo de la casa.
Cuando Rodrigo finalmente la alcanzó afuera, ella parecía desconsolada, con los ojos rojos e hinchados mientras le gritaba y lo puteaba, empujándolo antes de que se rompiera el dique que bloqueaba su ira, Luz se estiró para darle un cachetazo directamente en la cara. 

La pelea que siguió los arruinó por completo. 

La voz de Luz estaba desgastada, áspera y quebrada cuando lloró por no querer volver a verlo nunca más y él lo tomó literalmente, manteniéndose lo más lejos posible de ella.

Rodrigo sabe lo mucho que la lastimó. No quería que la relación de ambos acabara y menos de esa forma. Pero su carrera futbolística no podía soportar otro escandalo, la separación con la madre de sus hijos había sido todo un drama; el país entero hablando y opinando sobre cosas que ni siquiera eran reales. Y sabía que si los medios llegaban a descubrir la profesión de Luz y la forma en que se conocieron todo volvería a colapsar.
Todavía no deja de extrañarla, nunca deja de anhelar su presencia. Pero entendió que tenía que seguir adelante y, después de un tiempo, encontraron la manera de estar el uno sin el otro. Volver a verla le dio esperanzas de nuevo. El destino quizás les daría otra oportunidad.

Para Luz, haberlo encontrado de nuevo le había abierto los ojos respecto a lo que estaba pasando con Lisandro. Sabe que si continúa siguiendole el juego, va a terminar peor que con Rodrigo. Decide que la próxima vez que lo vea, va a cortar todo esto.

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Era solo una silueta, apareciendo en la oscuridad que los rodeaba. Era una noche fría afuera, pero había algo más frío en su comportamiento. No trató de encontrarse con él a mitad de camino; de hecho, estaba muy quieta, tal vez demasiado. Lisandro se sintió fruncir el ceño por lo rígida que se veía, y se dirigió hacia donde estaba hundida contra el costado de una pared del club. Luz dejó escapar un profundo suspiro una vez que estuvo lo suficientemente cerca, sin decir palabra se puso una bata que traia en sus manos. Lisandro ni siquiera pensó en lo que tenía puesto, estaba demasiado ocupado tratando de averiguar por qué su voz no sonaba como su voz. Su cabeza estaba inclinada hacia abajo, la mirada fija en el suelo frente a sus tacones negros y a él no le gustaba cómo la luz rosa del lugar le arrebataba el gris de los ojos.

《Club 25 || Lisandro Martínez》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora