La Promesa

3.

SEUNGMIN

Al terminar todas las clases del día, a pesar de el montón de personas que había, me encontré con Christopher, quien iba agarrando su cabeza como si se le fuera a caer. Me acerqué a él para pedirle su número, ya que quería seguir en contacto con el.

-¡Hola Christopher!.

-Hola Seungmin, ¿como te fue?

-Bien gracias, por cierto, ¿todo bien? Te veo un poco mal.

-Sí, no te preocupes solo que me pasé de copas ayer jaja.

-Está bien, ¿crees que me puedas pasar tu número? Me caíste súper bien y quisiera ser tu amigo.

-Claro, préstame tu celular.- saque mi celular de mi bolsillo del pantalón que traía puesto, pero al dárselo a Christopher él tomó mi mano y la miró raramente. -¿Estás bien? Estas temblando mucho-.Esto nunca me había pasado, nunca me había temblado la mano así, bueno solo cuando mis papás discutían, pero sentía una gran incomodidad y un gran miedo de todas las personas que pasaban por nuestro lado. No sé si fue gracias a que mis padres me llenaron de ideas de la gente o algo pero por algún razón le tenia un gran terror a todas las personas, en excepción de Christopher.

-Solo estoy un poco nervioso por toda la gente que hay, nunca había visto a tanta gente junta, me da miedo.

-Está bien, no te pasará nada, yo estoy aquí, pero bueno lo que iba a hacer jajaja.

Christopher tomó mi celular y anotó su número en él para después regresarmelo y despedirnos como era debido.

Al llegar a mi departamento, me encontré con la sorpresa de que mi roomie no estaba, supuse que todavía no llegaba de la universidad.

Entré a mi cuarto y Dufy se emocionó al verme nuevamente, el no está acostumbrado a no tenerme siempre ya que siempre estaba con él en casa. Saqué mi celular de donde lo tenía guardado para mandarle un mensaje a Christopher de agradecimiento por lo que hizo con Changbin.

-Hola Chris, gracias por defenderme de Changbin, si no fuera por ti él me hubiera llevado a Gyeonggi a jalones jajaja.

-¡Hola! No tienes de que agradecerme, odio que traten así a las personas, en especial a los nuevos, espero conocerte más y que seamos grandes amigos.

-Claro, aunque me tienes que enseñar muchas cosas sobre socializar ya que los 20 años de mi vida he estado encerrado en una casa.

-¿No has salido ni a una tienda?

-Mmm, que yo recuerde no.

-Yo no podría, con razón estabas tan nervioso hace rato, deberías checarte eso ya que pueden ser inicios de una ansiedad social.

-Sí, gracias por preocuparte, pero creo que es normal, nunca había estado con tanta gente junta en un mismo lugar.

-Pero aún así, bueno, te tengo que dejar, le prometí a mis amigos salir está tarde, adiós Cachorro.

-Okey, adiós.

Al mirar el "Adiós cachorro" sentí una sensación rara en mi estómago, fue igual a la de hace unas horas cuando lo vi por primera vez, eran como unas cosquillas extrañas pero dejé pasar por desapercibido esa sensación y me quedé dormido. No duré mucho tiempo descansando ya que un chillido de Dufy me despertó.

-¡Dufy!

-¡Dufy! ¡Mis calcetas!

-Oh.- traté de aguantar la risa de ver a Soojin tan enojada por unas simple calcetas.

-Minnie, dile a Dufy que se deje de comer mis calcetas.

-Ay, lo siento tanto, es solo un cachorro, no sabe lo que hace.