(𝓡) "Dices amarme ...pero no perdiste la oportunidad de besarte y acostarte con alguien más. Dices amarme porque ya no estoy contigo..."
(𝓝) "Por favor, Gran Madre, déjame reparar este error ...déjame verlo, amarlo como aquel día en que susurre mi...
(𝓡) "Recuerdo aquel día en que no volví a verlo. Ahora eso es más doloroso."
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(𝓡)
Dolor. Era aquel sentimiento que su corazón estaba sintiendo aquel mismo momento, aquel disparo en su hombro no fue nada con el mismo que estaba sintiendo ahora, aquel cuerpo pequeño estaba bañado en vendas, las cuales se tiñeron de sangre que salió de su estómago y pecho, aquella piel canela, se convirtió en una piel pálida, seca y fría. Quería llorar, gritar y suplicarle a Eywa que todo fuera un mal sueño y que en realidad su chico aún estaba respirando y como el corazón latiendo por él.
No. No tenía el derecho a hacerlo, no después de aquella traición que hizo en su ausencia
"No tengo el derecho de llorar, cuando fue mi culpa que esto pasara..."
Miro a su madre. Aquellos ojos que siempre irradiaban bondad y alegría, estaba apagados y vacíos, como un cuerpo sin alma en su interior. Negó, negó cuántas veces pudo, una mano se poso en su brazo. Miro al dueño de aquel tacto, era Ao'nung, él chico por el que dejó de lado al verdadero dueño de su corazón, aquel que lo seducio hasta por fin caer en sus garras, quería gritarle, gritar tan fuerte que su voz no se podrá escuchar mañana, quería decirle que todo era su culpa.
Pero. ¿Cómo podría ser su culpa?, si fue el quien cayó en sus enredaderas y se dejó llevar por el placer y el deseo de todo lo que quiso hacer con su chico. Algo que terminó haciendo con otro macho.
Pudo ver aquella mirada de preocupación por lo que sucedió. Lo cual era sólo una fachada, desde que llegó, hasta ahora, conocía a la perfección el desagradó del metkayina por los humanos y que su preocupación era principalmente por su estado, con molestia alejó la mano del metkayina de su brazo, alejándose con rapidez del lugar, quería estar solo, quería estar con su chico, en su hogar, corriendo por el bosque y observándolo adorar hasta el animalito más pequeño e insignificante, pero no iba a poder, él estaba muerto mientras él podía respirar, deseaba poder cambiar de lugar, eso tal vez pagaría el error que cometió al cometer adulterio estando en una relación, eso en su cultura estaba mal visto ya que era una ruptura de confianza al contrario y un delito a la vez, esto conllevaría a un castigo severo ...pero, ¿quién lo castigaria si nadie más en el Clan o en la familia sabían de su relación?.
Conociendo a su hermana Kiri, ella estaría totalmente enojada con él, no sería capaz de golpearlo, su corazón era sensible en algunos aspectos. Lo'ak por otro lado, tal vez si lo haría, pero en el estado en que estaba solamente se limitaría a insultarlo hasta el cansancio, se sentó en la arena de rodillas mirando al cielo, estaba oscuro, pero bañado con miles de estrellas y el planeta sobre ellos. Bajo la cabeza con dolor, su corazón estaba fuertemente oprimido por el peso que recaía sobre sus hombros, si él estuviera ahí con él deseguro ni siquiera le dirigiría la palabra ni la mirada, podría ver todo ese dolor reflejado en sus ojos avellana, nuevamente miro al cielo, y empezó a rogar.
