Luffy y Zoro habían estado vagando por el mar por dos días, la comida que les habían dado aquellos pueblerinos y marines se había acabado por culpa del chico de diecisiete años y la paciencia de Zoro se iba a acabar pronto.
—¿Hacía dónde iremos ahora?— Preguntó Zoro irritado.— No sabes nisiquiera a dónde vamos.
Luffy tarareo y hizo una seña de que no sabía, por eso iba a encontrar a su navegante Nami, mientras jugaban juntos de pequeños ella le dijo que quería hacer un mapa de todo el mundo y eso conllevaba a que tendría que aprender a navegar, Luffy actualmente estaba seguro de que ella era una navegante hecha y derecha.
— Nos llevará el viento.— Dijo Luffy apuntando a la vela.— Sí el viento se acaba, nos llevará la suerte y sí se me acaba la suerte. . . Llamaré a Sabo para que me guíe.—
—¿Sabo era tu hermano pelinegro?— Preguntó Zoro, los conocía porque obviamente les había visto cuando era un niño, Luffy negó.— Ah, entonces es el rubio.— Luffy asintió
—Aunque el que me llevó aquí fue Ace, tal vez esté cerca.— Dijo el pelinegro mientras miraba a Zoro.—¡Pero ni idea!
Zoro suspiró, iba a ser un largo viaje y ahora se preguntaba porque acepto ser tripulante de tal idiota, Zoro volteó a ver a Luffy.
—¿Has buscado a más personas?— Luffy volteo a ver a Zoro.— Es decir, recuerda que me pediste unirme a ti cuando estábamos niños. . . ¿Hiciste lo mismo con otras personas? O simplemente vas a buscar tripulantes sin haber hecho el mismo método que el mio.
—Cuando estaba niño busque a Nami, nuestra futura navegante.— Luffy sonrió al recordarla.— Usopp, nuestro próximo tirador y mentiroso.— el pelinegro recordó como se conocieron.— Y Sanji, el futuro cocinero del barco.— Finalizó Luffy con una sonrisa.
Zoro sonrió de medio lado.— Debió haber sido un dolor de muelas para tus hermanos que cada isla buscaras un nuevo integrante.— Finalizó Zoro con una risa.
Luffy sonrió y empezó a reír también.
— Era un dolor de muelas para Sabo, Ace me apoyaba.—
Por el momento estaban bien, Luffy volteo a ver al frente y saltó de la emoción.
—¡Mira Zoro, una isla!— Sonrió Luffy.
— Por fin.— Dijo Zoro, y de pronto una gran ave toma a Luffy, el peliverde abrió los ojos como platos al ver eso y empezó a remar el barco para intentar alcanzarlo.
Oh no, se habían llevado al sombrero de paja.
