● Capítulo 20 ●

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Era una tarde soleada, el cielo estaba despejado y los rayos de sol eran tan fuertes que provocaba sueño, sobre todo a un joven de cabello castaño locamente enamorado de su compañero, el cual tenía justo en frente. No era nada más y nada menos que otro enamorado pero, era obvio que algo así pasaría pues tenían que aprovechar su juventud.

Ambos se encontraban solos en su salón de clases debido a que ya todos iban de camino a casa, excepto Rex y Emmet.

Por más que Brickowski quiera, no podía levantar al mayor pues su rostro tan tranquilo y relajado hacían que se le derrita el corazón, a veces se preguntaba cómo llego a tener un novio tan guapo. Pasaron los minutos y finalmente el mayor se levanto solo para ver el rostro angelical de Emmet.

- Buenas noches - dijo burlon

- Ese es un chiste de ancianos Emmy - bufo para luego soltar un vostezo.

Tras un par de risas ambos se levaron de sus asientos, el menor tomo su mochila con la idea de que saldrían de la escuela lo antes posible pero, Dangervest tenía otros planes, pues en cuanto Brickowski volteo la mirada recibio un beso en los labios, esto lo tomo por sorpresa pero no se resistio, al contrario. Emmet avalanzo sus brazos al rededor del cuello del mayor, este por su parte alzo al menor con la intención de ponerlo sobre la mesa arrinconando a Brickowski.

De repente aquel tierno beso fue tornandose cada vez más intenso tanto que al separarse el menor empezo a jadear por la falta de aire, en ese momento no tenía idea de la mirada tan sumisa que estaba haciendo, algo que provoco un ligero cosquilleo en Dangervest, quien trataba de contenerse pero al ser joven, las hormonas se alteran con facilidad y no pudo evitar volver a atacar.

Una vez más sorprendio al menor con intenso beso, Brickowski no pudo hacer nada pues a diferencia de otras ocasiones esta vez había un intruso jugando con su lengua.

- ¿E-Esto es... a lo que llaman beso frances? - pensó mientras Rex jugaba con él.

La falta de aire fue su enemigo por segunda vez, sin embargo, en esta ocasión Dangervest aprovecho en devorar el cuellos del menor, quien por primera vez soltaba unos sonidos extraños, unos sonidos que nunca hantes había hecho. Algo que provocaba más a Dangervest, quien quería probar más. Sin embargo, un estruendo inmovilizo a los dos estudiantes debido a la sorpresa, como si estuvieran despertando de un transe ambos se detuvieron.

- Rex - susurro el menor con algo de miedo

- ¿Mm? - musito el mayor algo molesto - ¿No sabes que es de mala educasión interrumpir a alguien mientras come? - bufo tan infantil como siempre.

Aquel ruido pudo ser un maestro o estudiante, en caso de que sea la primera opción podrian estar en problemas y ambos lo sabian por lo que de muy mala gana el mayor se aparto de Emmet y se dirigio a la puerta del salón, antes de salir a investigar dirigio su mirada a su amado novio y entonces alzo la mano para señalar una parte  izquierda de su cuello. De inmediato Emmet entendio que había una marca y rapidamente se cubrio el cuello con su mano mientras su rostro enojado iba tornandose rojo por la verguenza.

- ¿Cómo pudo dejar una marca tan rápido? - se pregunto.

Por otra parte, se dibujo una sonrisa coqueta y victoriosa en el rostro de Dangervets, quien segundos despues salio del salón en el que se encontraban solo para investigar que fue lo que provoco ese sonido que interrumpio aquel momento. Rex quería saber a que persona debia matar.

Mientras tanto Brickowski se quedo para arreglar las arrugas de su camisa y al terminar aprovecho en cargar su mochila mientras que con una mano alzaba la morral de Dangervest.

No pasaron ni dos segundos desde que llego a la puerta y Rex se encontraba corriendo en dirección a él, rápidamente lo empujo al salón y cerro la puerta, parecia estar ocultandose de alguién y efectivamente así era, pues aquel ruido fue causado por la maestra la cual venía hacia el salón de clases.

Dangervest señalo las ventanas y Emmet comprendio que tenía que escapar de la escuela y así lo hicieron.

Gracias a la experiencia de escapar de clases ambos llegaron facilmente a la puerta de la escuela. En un principio creyeron que se salieron con la suya pero la voz de profesora molesto los sorprendio. Por suerte aún se encontraba lejos y no pudo distinguir sus rostros por lo que aún tenían una oportunidad de escapar.

- A las tres corremos sin parar - indico Dangervest

- Okey

- ¿Listo?

- Nop

- ¡Tres!

En movimiento rápido el mayor tomo de la mano a Brickowski quien solo sonrio y lo siguio, por la adrenalina llegaron hasta aquel parque en donde se detuvieron para tomar aire. Estaban cansados o mejor dicho, Emmet estaba cansado por lo que se recosto en una de las vancas de aquel parque. Por su parte Dangervest sonrio al verlo y entonces camino un poco alejandose del menor mientras este se preguntaba el motivo de dicho acto.

Una sonrisa se dibujo en su rostro al saber porque, pues el hecho de que su amado llegara con un helado le hizo comprender todo. En cuando este tomo el helado Rex se sento a su lado para descansar un poco, vaya que esto le traía recuerdos.

No podía creer que ya casi había pasado un año desde aquellos... desde el día en el que se conocieron. En un momento de nostalgia Brickowski empezo a recordar cada una de las cosas que hicieron ese día.

Desde la caída en aquel semaforo hasta el peluche que había ganado para él.

Habían pasado tantas cosas buenas y malas que le sorprendía saber que a pesar de todo eso lograron estar juntos.

- Rex... - dijo algo avergonzado.

- ¿Mm? - musito algo confundido

En ese momento Rex esperaba escuchar algo como: "Tengo hambre" o algun comentario sobre el clima pero lo que nunca espero fue escuchar aquellas tiernas palabras.

"Te quiero, Rex"

Tras escuchar aquellos quedo atontado, muy feliz y realmente... avergonzado.

- ¡¿Por qué lo dices de la nada?!

- ¿No sientes lo mismo? - pregunto con el corazón en la boca.

- ¡No!... es... solo...

En un movimiento rápido Dangervest cubrio su rostro, pues su mirada era una mezcla de enojo y sonrojo. Algo que Brickowski nunca creyo ver, pero realmente le gusto.

- Te quiero - confes por segunda vez aún más alegre - ¡Te quiero, Rex!

- Ya lo dijiste, Emmy no necesitas repetirlo

Menciono el castaño pues cada muestra de cariño por parte de su pareja solo hacia que se le acelere el corazón.

Mientras tanto, este se avalanzo hacia su amado para darle un gran abrazo, todos aquellos "Deja de decirlo" eran un "También te quiero, Emmy" de eso estaba seguro.

Lo unico que Dangervest pudo hacer en ese momento fue correponder el abrazo y ocultar el rostro avergonzado, pues aún que su actitud orgulloza no le permita confezarlo, siempre amo todo el tiempo que Emmet estuvo a su lado.

- FIN -


Hola gente~

Otra historia terminada :') pero fue muy empalagoza; así que, la siguiente historia sera diferente MUAJAJA.

El tiempo a tu lado -Remmex-Where stories live. Discover now