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ㅤㅤDIA 9: Tarde del 19 de agosto del 2022. 15:27 P.M.

A la escuela se le había ocurrido implementar una nueva actividad llamada 'Tarde de Estudio', cuyo propósito era hacer sus alumnos eligieran un día de la semana para poder hacer uso de al menos una hora para ir a biblioteca y estudiar los temas que habían visto en la semana.

Para Rindō, no hubo un horario a elegir, ya que al tener una notas no tan destacables como su hermano los coordinadores de dicho proyecto le asignaron los viernes por la tarde, aunque tuvo la fortuna de que su hora de estudio no abarcara toda la tarde del día, por lo que si tenía algún plan podría realizarlo sin problema alguno.

Entre libros Rindō daba vueltas por los estantes en búsqueda de algunos temas que sabía aún se le dificultaban en comprender, y eso era porque se había quedado dormido en esas clases. Apenas y encontraba el libro no se tomaba la molestía de llevarlo a la mesa que había escogido para estudiar; simplemente se sentaba en una de las esquinas del librero y ahí, con total calma, se disponía a leer eso que le faltaba completar.

En ese momento había encontrado el libro de la materia de gramática, por lo que con toda relajación tomó asiento en aquella esquina del pasillo y abrió el libro dándole varias hojeadas. Pasaba las hojas de una en una, en una expresión aburrida y recargando su mejilla en la palma de su mano hasta que encontró el tema.

Ahí, se dispuso a leer con cuidado el contenido y una vez se aseguró que era el correcto sacó del bolsillo de su pantalón su teléfono celular. Abrió la aplicación de cámara y, apuntando en la información, tomó una fotografía que pasaría a mano en cuanto volviera a su mesa: así no tendría que levantarse y sentarse muchas veces al devolver libros y regresarlos.

Se levantó de su asiento y dejó el libro en su lugar, volviendo a repetir el procedimiento siguió caminando entre estantes hasta llegar a los libros que estaban destinados a la comprensión matemática. Ahí, frente al gran mueble se quedó mirando en búsqueda del que necesitaba, cruzándose de brazos.

Sus ojos pasaban por encima de todo libro con cuidado, entrecerrando los ojos un poco en cuanto notaba letras pequeñas en alguno de ellos. En cuanto el mismo encontró, ahí de pie, se dispuso a hojearlo para mirar que fuera el tomo correcto. Estaba completamente solo, pero eso no le duró mucho tiempo; a paso corto y silenciosa, Souya se colocó a su lado, dando apenas y un vistazo al de hebras rubias al verlo tan concentrado.

La peliazul se encontraba en su hora de estudio, y de la misma manera también estaba buscando el libro de compresión matemática y ya que el Haitani le había facilitado esa tarea, arremedó la acción contraría al tomar el mismo libro que él, abriéndolo y poniéndose a leer el contenido.

Esperaba que así se diera cuenta el chico sobre su presencia, pero ni así logró captar su atención. Abultó un poco los labios como señal de reproche, y no le quedó otra forma más que ser ella la que hablara con esperanza de que así el chico le hiciera caso.

─ ¿Son un dolor de cabeza las ecuaciones, verdad? ─

─ Un poco, creo que son más difíciles cuando tiene ra-- ¿Eh? ─

Iba a seguir respondiendo pero su cabeza logró captar de quien se trataba. Apartó un poco el libro de delante suyo para mirarla, encontrándose con la gemela quien arremedaba su acción y, al parecerle graciosa aquella coincidencia, una risa bajita salió de la fémina.

─ Hola Rin. ─

─ Hola Sou. ¿Es tu hora de estudio? ─

─ Si, los viernes la biblioteca está mucho más tranquila. ¿También es la tuya? ─

─ Si. ─ Acompañada de esa respuesta un suspiro desanimado soltó, encogiéndose enseguida de hombros mientras entrecerraba el libro. ─ No eran mis planes estar aquí los viernes, pero no hubo de otra. ─

No era sorpresa para Souya que el Haitani fuera un espíritu libre; de hecho ya se lo presentía, era de las cosas que teorizaba del de hebras rubias y se alegraba de haber atinado a ese factor.

─ ¿De verdad eres de ese tipo de chicos que tiene planes sin faltar los viernes? ─

En eso, Souya elevó una ceja con interés en espera de una respuesta. Rindō se puso un poco tenso en esos instantes porque, en efecto, no era el chico más popular por el que las chicas pelearan para salir, así que tuvo que decir no más que la verdad.

─ No realmente, pero a veces surger cosas interesantes. ─

─ ¿Cómo qué? ─

─ No lo sé... Por ejemplo, podríamos salir un día a comer, un viernes tal vez... ─ Murmuró lo suficientemente algo para ser escuchado por la gemela.

En ese instante, la peliazul abrió un poco más los ojos con interés en la propuesta del chico. Podía creer que estaba bromeando, pero el rubor sobre los pómulos de este hacía notar que en definitiva no estaba bromeando.

Souya nunca había tenido una cita, y esa razón era porque los chicos que la invitaban a salir siempre eran demasiado pretenciosos o bruscos con ella, pero al mirar a aquél chico ahí parado justo a un lado de ella, con ese libro de matemáticas en ambas manos y en señal de que era una invitación totalmente sincera, le hacía creer que habían chicos que quizá si valían la pena.

Aprovechando que aún tenía el libro abierto al frente suyo, se cubrió un poco más con este dejando apenas y lo suficiente para que el de ojos violetas le mirara, así dirigiendo su vista a un costado del chico.

─ Creo que es una idea genial... ¿El siguiente viernes? ─

Rindō no creyó que ese tonto intento de invitación saldría bien, pero agradecía que al menos la chica hubiera aceptado por lo que con entusiasmo asintió varias veces con la cabeza.

─ ¡Si, si, está bien! Podemos ir después de estudiar ¿Te parece? ─

Souya afirmó al hacer un par de movimientos con la cabeza. Al mirar el reloj Rindō se percató que su hora de estudio había terminado, así que era libre de ir a casa.

─ Bien, e-entonces nos vemos la siguiente semana. ─

─ Está bien... Descansa, Rin. ─ Se despidió la gemela, y Rindō como respuesta simplemente sonrió y se dió la vuelta.

En cuanto estuvo fuera del campo de visión de la chica, este lo que hizo fue acelerar el paso para tomar sus cosas y salir de ahí. Al asegurarse que nadie lo miraba dió algunos saltos de alegría: al fin tendría una cita con la chica que le gustaba.

Blow Your Heart. © 〔❛ HaitanixKawata's Fem! ❜〕Where stories live. Discover now