My boy(EndeHawks)

07

El pelirrojo estaba leyendo tranquilamente en el sofá, cuando de pronto su latoso novio llegó.
Envolvió sus bracitos al rededor del mayor y dejó un beso en su mejilla,
-"Enji-Saaan ¿Qué estás leyendo?"- Lo dijo apoyando su cabecita en el hombro contrario.
-"¿Dónde estabas mocoso?, A que no adivinas"- Ocultó el libro con una sonrisa pícara.
-"Mmmmm"- El rubio pensó un momento -"No lo sé, seguro algo muy aburrido"- Hizo un puchero.
-"Estoy leyendo tu manga"-
-"¿M-mi manga?"- Miró con confusión
El mayor le enseño un libro, en la portada había un niño con alas rojas.
-"Eres muy bueno en lo que haces, me parece injusto que aún no hayas publicado nada... Lo hice para ti, está listo para ser publicado, solo esperaré tu respuesta"-
Los ojos dorados se abrieron con asombro y salto de emoción hacia atrás, siendo atrapado por su novio,
-"E-estoy sin palabras...P-pero tengo que pensarlo"-

◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢

Keigo subió al auto, donde estaba su pareja, miró inquieto al otro esperando a que este le tendiera la mano.
El mayor tomo la manita del rubio, dejando un pequeño beso en sus nudillos, mientras acariciaba y observaba el dedo anular, en su mente se repetía lo bonito que se vería un anillo, delicado para las suaves manitas de su novio, comenzó a conducir en silencio, mientras el de ojos dorados disfrutaba el toque.
-"Tendremos los mejores trajes que el dinero pueda comprar. Me aseguraré de que pasemos el día sintiéndonos elegantes, como la realeza. Seremos la pareja más atractiva de la boda y todos nos admirarán. Espera y verás"-  Le comentó al rubio quien asintió ensimismado en la mirada contraria. El camino transcurrió bullicioso como de costumbre, donde estaba Keigo había ruido.
Minutos después el ojiazul aparcó en una de las mejores sastrerías de Tokio. Le ofreció el brazo al Blondo mientras abría la puerta.

Después de una bonita tarde juntos, eligiendo los trajes para la boda de Yagi, los dos están entrando a su hogar, felices, de la mano. En el pelirrojo la idea de colocar un anillo en la manita de Keigo aún persiste. Y el rubio... Bueno el bebe de su jugo ajeno a todo.
Al ingresar en el hogar Toya los está esperando en el sofá, en cuanto los ve le tiende el teléfono al pelirrojo sin decir nada.
-"¿Qué diablos es esto?"-
-"Solo mira el vídeo"- respondió el pelinegro sonriendo.
El mayor abrió el vídeo mientras Keigo se apoyaba en su brazo acabando su cajita de zumo.
Toya sostiene el celular frente a los ojos del pelirrojo mientras lo observa con cinismo.
En el vídeo se podría apreciar al de ojos ámbar manteniendo relaciones con su mejor amiga Rumi.
-"¿Qué opinas? ¿Esto prueba que Keigo es una serpiente?"-
Inmediatamente se aparto del de ojos dorados y lo miro con rudeza,
-"Explica lo que acabo de ver"-
Con confusión el Blondo tomo lentamente el celular y observó el vídeo, sus ojos se abrieron como platos y su expresión era de total incredulidad.
-"N-no lo sé... E-es una falsificación"-
-"¡Cállate! Reconozco esos gestos en cualquier lugar, solo... Me pregunto porque lo hiciste"-
Los ojitos dorados comenzaron a aguarse, su carita estaba visiblemente consternada, trato de aferrarse al pelirrojo pero este se aparto con brusquedad.
-"Enji-San es falso... Créeme Y-yo nunca te sería infiel "-
-"¿Cómo puedo confiar en ti? Después de lo que vi"- La expresión del de ojos azules era de total irá.
-"Hijo dejanos solos un minuto, lleva a tus hermanos a algún sitio, yo... Yo te llamaré cuando esto haya pasado"-
Y así fue, el pelinegro y los demás salieron de casa con la escusa de ir a hacer la compra del supermercado.

-"Te voy a pedir que te largues de mi casa"-
-"P-pero déjame explicarte... Te juro que yo no..."-
El menor quiso explicar pero fue interrumpido por el pelirrojo,
-"No quiero arremeter contra ti accidentalmente y lastimarte en un ataque de ira. Por tu seguridad, quiero que te vayas ahora"-
El blondo comenzó a llorar con fuerza mientras intentaba ahogar los sollozos en las mangas de su suéter,
-"Simplemente no quiero estar cerca de ti ahora mismo debido a lo que has hecho"- Añadió el más alto, rompiendo más el corazón contrario.
-"P-pero Enji-San, ¿Ya no vamos a vivir juntos?"-
-"¿Crees que viviría contigo después de lo que has hecho? Por supuesto que no"-
-"Pero no hice nada, nunca fui infiel"- Su expresión cada vez se volvió más ansiosa, su voz salía ahogada por las lágrimas y tanto sus labios como sus pequeñas manos temblaban.
-"¿Por qué no te vas con la ramera? Así trabajáis los dos, ¿No? ¿Acaso no es eso a lo que os dedicáis? a buscar quién les mantenga"- Se podía notar la expresión de rabia y dolor en la mirada azulada.
-"E-ella es solo como una hermana para mí"-
-“¿Esperas qué crea que tu amante es como una hermana para ti? No me hagas reír, ¡No trates de manipularme así!”-
El más pequeño no pudo responder nada, simplemente lloraba mientras su carita era cubierta por las mangas de su suéter, tratando banalmente de secar las lágrimas.
-"¿Crees que tu llanto me convencerá?"- Jaló a Keigo del brazo y lo tiró sobré el sofá, el pequeño cuerpo cayó pesadamente soltando un leve jadeo.
-"Quería pedirte matrimonio"- Sacó una cajita con un delicado anillo en color dorado, y un pequeño rubí como joya. -"El color rojo es tu favorito, así que son los rubíes pero... Lo arruinaste"- Una lágrima traicionera escapó del rostro del pelirrojo y tiro la caja con el anillo al suelo, ante la mirada de dolor del pelirrubio.
-"¿C-crees que yo... Lo hice?"-
-"Sí, lo hago, Keigo creo solo estabas a mi lado por mi dinero"-
El rubio intento agarrar la mano del de ojos azules pero este se apartó con brusquedad, su expresión era de rabia, se estaba conteniendo no quería lastimar al de ojos dorados, por mucho que el pensaba que lo merecía.
-"No me toques y vete. Ya no eres bienvenido en MI CASA”-
-"Escucha amor... Es falso, yo te amo, te amo de verdad lo hago"-
-"¿ME AMAS? Tu has de creer que soy tonto"-
Levantó al rubio con brusquedad del sillón, esté seguía llorando, su carita roja por el llanto, se sentía mareado debido a la conmoción reciente y no sabía cómo defenderse.
-"Si quieres llevarte tus pertenencias, hazlo rápido Keigo. De lo contrario, las quemaré todas y cada una de ellas, ya que has perdido el privilegio de vivir conmigo, los artículos dentro de mi casa ya no son tuyos"-
-"P-per..."- Fue interrumpido.
-"VE A BUSCAR TUS PORQUERÍAS Y LARGATE"-

El rubio recogió una pequeña mochila, en ella no se llevó ropa, ningún artículo de valor, solo un par de libros, algunos materiales de estudio y su laptop. Al bajar las escaleras el mayor lo tiró con fuerza del brazo hacia la puerta.
-"Ahora márchate... Antes de que TE OBLIGUE"-
-"E-espera olvidé mi osito, el peluche que me regaló Rumi... C-cuando éramos niños"-
-"¿Y de quién es la responsabilidad de recordar llevar tus pertenencias?"-
-"¿P-puedo recogerlo?"- Una total tristeza inundaba el rostro del más pequeño, no podía contener las lágrimas, por mucho que intentaba, sus ojitos rojos al igual que su nariz, su pequeño cuerpecito temblando.
-"Si es tan importante ¿Por qué no te lo llevaste? ¿Qué tan estúpido eres? VETE YA"-
Totalmente roto el más pequeño se dirigió a la entrada del hogar con torpeza, manitos temblorosas y un fuerte dolor en su pecho.
-“Ya deja de andar a tientas ¡Muévete ahora!"-
-"L-lo siento"- Volvió a desmoronarse está vez llorando más fuerte, mientras sostenía la mochila contra su pecho.
-"¿Estás desconsolado de repente?¿Está triste el bebé? ¡Pobre Keigo!... Ahora largate de una puta vez"-