Capítulo 42. No tan frágil como parece.

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Capítulo XLII. No tan frágil como parece.

Si anteriormente, ante la respuesta de Oliver respecto a Michael y sus tatuajes y él mismo, el Dios de la Naturaleza y sus enredaderas, había permanecido atenta como si de una historia se tratara, llamando por completo su atención, con aquel pequeño resumen sobre su vida, o más bien lo que había pasado por haber nacido de ese modo, se había quedado completamente absorta con cada una de las palabras que habían salido por la boca de Oliver.

Al comienzo de la historia, su expresión era de sorpresa, por el hecho de que sus padres lo hubieran abandonado. Realmente no entendía cómo alguien podía ser tan superficial y abandonar a un bebé así como así sólo por su aspecto o por un don otorgado. Hecho que, para Katsa, debería ser honrado y venerado, no repudiado.

Conforme su historia había avanzado, las lágrimas en los ojos de Katsa ya comenzaban a hacerse presentes, queriendo salir, pero Katsa las reprimió. No quería comenzar a llorar y que Oliver dejara hablar, quería escuchar su historia completa, quería saber qué le había sucedido hasta llegar allí, quería saber lo que opinaba, quería saber todo de él.

A Katsa le emocionó cómo Oliver habló de aquel leñador, para él su auténtico padre, y de aquella mujer, para él su auténtica madre y además la creadora de LAMO.

Katsa comenzaba a darse cuenta de que no sabía nada del mundo en el que ella se había visto envuelta al nacer. Recientemente se había enterado de que existían más personas como ella y, gracias a Oliver, se había enterado de que la organización de LAMO había sido creada por una mujer, la cual, por desgracia, ya había muerto.

Quería haber escuchado un <<es>> y no un <<era>> al referirse a aquella mujer, quería haber tenido la oportunidad de pedirle a Selene, León, Marcus, o a Oliver mismo, que se la presentaran o la llevaran a verla, pero, muy a su pesar, no podría hacerlo por mucho que así lo quisiera.

Asimismo, al igual que se había dado cuenta de todo esto, se había dado cuenta de que, así como había gente que buscaba niños como Oliver y los acogía en su familia, había gente que buscaba a niños como Oliver para Dios sabe qué. Quizá para investigar con ellos o reclutarlos para el mal, como, según Katsa, debía hacer esa tal Rowena.

Al terminar Oliver de hablar, las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Katsa, llegando hasta el contorno de rostro y deslizándose por la chaqueta de Oliver, el cual, al verla, volvió a la realidad, ya que había estado absorto en el pasado, rememorando cada uno de esos momentos vividos.

Acercándose hasta ella, la atrajo un poco hacia él y la arropó entre sus brazos mientras le acariciaba el pelo y hacia lo posible para no clavarse ninguna de las palancas que había entre medias de ambos.

- Eres muy sentimental. - le dijo Oliver sonriendo, a modo de consuelo para que viera que no era para tanto.

Realmente Oliver había superado todo aquello, e incluso, en cierto, agradecía haber sido abandonado, ya que así pudo conocer al leñador y a la mujer creadora de LAMO y para él sus auténticos padres y las mejores personas que había conocido hasta el momento.

Sin embargo, para Katsa todo aquello era muy reciente, y, junto a lo ocurrido a Marcus y León, a la desaparición de Drake, a la no vuelta de Selene y Michael con él, y, sobre todo, lo ocurrido con Logan, y todo ello acompañado del sentimiento de culpabilidad por ello, hacían de ella un aspersor constante.

- Lo siento mucho - le dijo Katsa separándose de él un poco - se supone que yo debería estar cuidándote y no tú a mí. - dijo riendo un poco.

- No te preocupes, no tiene importancia. - le dijo riendo con ella y quitándole el pelo de la cara -. ¿Quieres salir del coche y tomar el aire un poco? - le preguntó con voz dulce.

La chica del Dragón [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora