♪Volvernos a encontrar♪ (Aquamarine x lectora)

•Capítulo 1•

Narra Tn (tú)

Cuando mi “nueva madre” por así decirlo se recuperó mis nuevos padres me llevaron a la que sería mi nueva casa🏠. Era una casa muy grande de paredes blancas con una puerta marrón y de 2 pisos.

Al entrar mi madre me miró sonriente.

— Está es nuestra casa, hermosa — me dijo ella — y ahora también es tu casa.

Yo le sonreí y ella se puso muy feliz.

— ¡Amor, mira! — dijo ella agarrándome de las axilas como si fuera un gato🐱 y mostrándole a mi nuevo padre mi rostro sonriente — ¿No es una sonrisa divina?.

— Es porque ella es divina — le respondió el — se parece mucho a ti. Heredó tus genes.

Ambos me llevaron a un cuarto que parecía hecho solo para mí. Las paredes eran rosas con rayas moradas, había una enorme caja con juguetes, una cuna y una pequeña mesita donde había biberones y pañales y al lado de la mesita una papelera🗑️.

— Este es tu cuarto — me dijo mi madre sonriente — puedes jugar con los juguetes. Yo te voy a estar acompañando, ¿Ok?.

— Cariño, sabes que la bebé no puede entenderte todavía — le dijo mi padre soltando risas sin saber que yo si podía entenderlos perfectamente ya que aún mantenía mi mentalidad adulta — bueno yo debo irme a trabajar.

Mi padre se acercó a mi y besó mi frente con cariño y cuidado mientras mi madre aún me cargaba en sus brazos delicadamente.

— Nos vemos más tarde, mi bebé hermosa — me dijo mi padre yéndose a la sala — nos vemos más tarde mi amor — le dijo después a mi madre antes de darle un beso en los labios para después salir por la puerta e irse en dirección a su trabajo.

— Bueno ahora somos tu y yo, madre e hija — comentó mi madre felizmente.

Nos pusimos a jugar con los juguetes. Por más difícil que fuera para mí tenía que aparentar que era un bebé normal, osea que no tenía una mentalidad adulta, que no sabía caminar, hablar, ir al baño, etc. Sin embargo me preguntaba si Gorou se habría enterado de mi muerte, e incluso llegué a preguntarme si le importaba que yo hubiera muerto, hasta que recordé algo.

En el recuerdo

— El día fue algo duro hoy — dijo Gorou cansado.

— Si, si lo fue — respondí — pero bueno, así es la vida y hay que vivirla y aprovecharla, uno nunca sabe cuándo llegará el momento de dejar este mundo.

— Verdad — me dijo Gorou — oye...prométeme que no dejarás este mundo pronto, osea, que morirás cuando seas una anciana por la vejez o alguna enfermedad. Si algo te pasará...estaría muy triste.

— Te prometo que me iré de este mundo siendo una ancianita — le respondí agarrando su mano.

Fin del recuerdo

Había roto mi promesa. Le prometí a Gorou que moriría siendo una anciana y sin embargo no fue así, pero al menos fallecí para salvar una vida más jóven con mucho por vivir. Solo espero que Gorou no esté tan triste y que pueda seguir adelante. No puedo creer que en verdad pensé que el no se preocuparía por mi, claro que lo hacía, y lo peor de todo es que de tan cobarde que fui ni siquiera pude decirle lo que sentía antes de morir, aunque para ser honesta aún lo sigo sintiendo.

Solo espero que el pueda estar bien.

Mi madre se dió cuenta de que tenía hambre y trató de amamantarme pero era algo incómodo para mí por eso de que aún tenía mentalidad adulta así que simplemente me dió un biberón🍼 con leche calientita después de haberme negado a qué ella me amamantara.

Al cabo de un rato mi padre llegó del trabajo y se puso a hablar con mi madre mientras ella me mecía en sus brazos hasta que me quedé dormida.

Narra la escritora

— Es raro — dijo tu madre — no quiso que la amamantara simplemente tomó del biberón.

— En realidad no es raro — dijo tu padre — suele pasar con algunos bebés. A algunos no les gusta la leche materna así que prefieren la del biberón, o también les puede hacer mal la leche materna y por eso prefieren la del biberón. Me lo contó un amigo mío que tiene una esposa y 4 hijos, 2 niños gemelos de 11 años, un niño de 4 años y una bebé de 5 meses. Al principio su bebé no quería la leche materna de su madre y resulta que era porque le hacía mal.

— Ya veo — dijo tu madre soltando un suspiro de alivio — al menos se que no es nada malo, ¿Verdad?.

— Según mi amigo no es nada malo — le contestó tu padre — solo que es mejor comprarle leche en vez de que tome de la tuya.

— Entiendo — contestó tu madre.

Los días fueron pasando así hasta que tuviste 5 meses y conociste a tus abuelos paternos mientras que tus abuelos maternos habían muerto mucho antes de que tú nacieras, pero pudiste conocer a los 5 hermanos mayores y 2 hermanas menores de tu madre, mientras que tú padre era hijo único pero a varios de sus amigos ya los querías como si fueran tus tíos.

De todos modos, a pesar de que disfrutabas de esa nueva vida al igual que disfrutaste la anterior solo querías una cosa: volver a ver a Gorou aunque pensabas que ya no tendrías chances de estar con el porque ahora eras un bebé y seguro el seguiría siendo un adulto de 30 años. Más tarde te enteraste de lo equivocada que estabas.

Un día tus padres estaban viendo las noticias contigo en los brazos de tu padre y lo que dijeron te sorprendió bastante.

— Hoy queremos anunciar que Gorou Amemiya, un doctor especializado en la ginecología que llevaba desaparecido desde hace 5 meses acaba de aparecer muerto. Resulta que fue asesinado en un callejón mientras salía del hospital donde trabajaba para irse a su casa — dijo el hombre que daba las noticias.

Tu te quedaste impactada...no sabías nada de que Gorou hubiera desaparecido o de que hubiera...muerto...y hacía 5 meses que tú habías nacido, puede que incluso hubieran muerto el mismo día. Tus ojos estaban llenos de lágrimas que tratabas de ocultar.

— También hay otra cosa. Una mujer llamada Tn Watanabe murió hace 5 meses por salvar la vida de un niño terminando ella atropellada. Tal parece que ambos murieron al mismo tiempo pero en diferentes lugares y de diferentes formas — volvió a hablar el reportero — a las familias de ambos fallecidos nuestras sinceras condolencias por sus pérdidas.

Estabas afectada al oír lo de Gorou así que decidiste distraerte viendo una de las fotos que tenían en un marco🖼️ tus padres en una de las paredes. La foto era de ti y tus padres en un parque, tu siendo cargada en los brazos de tus padres. Por primera vez te diste cuenta de que ahora tu pelo era de color marrón oscuro como el de tu madre, tus ojos azules iguales a los de tu padre y tu piel blanca como la de tu madre. Vaya que el volver a nacer te había cambiado el aspecto físico.