INOCENTE.

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Spreen estaba llegando al pueblo verde, caminaba por las escaleras hasta que al ver la tienda de Ari miro de forma curiosa por las ventanas hasta que la rubia salía asustada con una escoba

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Spreen estaba llegando al pueblo verde, caminaba por las escaleras hasta que al ver la tienda de Ari miro de forma curiosa por las ventanas hasta que la rubia salía asustada con una escoba.

— ¡Me defenderé eh!

— ¿Que haces loca? Quiero ver qué hay dentro.

— Oh... ¿Comprarás una mascota?

— Depende, si me gusta o no.

Dicho esto el oso entraba acomodando sus gafas y así mirar todo un tanto desinteresado hasta que miraba un samurái e iba corriendo hacia esa vitrina.

— Quiero ese.

— Lo siento, ese lo estoy apartando para Juan...

— ¿Juan lo quiere?

Decía con una voz suave volteando a ver a la rubia quien asentia con una agradable sonrisa de por medio.

— Bueno... ¿Que más tenés?

— Tengo esto que se convierte en lo que quieres.

Decía señando un monito azul con ojos grandes, Ari lo sacaba y le enseñaba convirtiendo este en un Spreen chiquito.

— ¡Me lo llevo!

Decía emocionado, pegándole a Ari casi de inmediato para tomarlo en brazos, hasta que le detenía tomándolo de la camisa

— Tienes que adiestrarlo, aquí está la comida.

— Nah... No podía ser tan bueno.

Decía comenzando a hacer lo que le pedía. Hasta que esté terminaba adiestrado y le convertía en Messi solo por gusto propio.

— Y me llevo al Samurái.

— Te dije que es para Juan.

— Claro, por eso. Yo se lo compró y se lo doy.

El rostro de Ari estaba entre emocionada y confundida, ¿Spreen le compraría algo a Juan? Esto no era normal, por lo que asustada comenzó a medir la temperatura de él quien estaba más que sano algo que le hizo reír sutilmente.

— Estoy bien, simplemente me hizo un favor y se lo devuelvo. No flashes cosas que no son.

Decía mirando al Samurái y dejando el dinero sobre el escritorio, se lo llevaría con la comida para que él mismo lo domestique y ponga su nombre.  

— Vaya... Si que te juzgue mal.

— Todos lo hacen, pero no tanto como A y R.

Decía susurrando las iniciales, pues claro que sabía que no era muy agradado. Sin dudas no entendía por qué tanto odio si no les había hecho nada, aún.Así llevaba este en una cajita, subiría hasta su santuario, por lo que había visto estaría en pueblo Naranja por mucho tiempo, así tomando el teleférico llevaba ese regalo en sus manos mirando el cielo desde ahí, quizás la gente pensaba que era un monstruo, pero es que simplemente era serio y no quería un círculo grande donde hay falsedad, era más de un grupo pequeño a los que llamaba "los reales y yo." Recordando esto soltó una pequeña risa mientras recordaba esto.

𝐈𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓𝐄 || SPRUANWhere stories live. Discover now