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Hyunjin estaba tranquilamente pintando un nuevo cuadro. Le llegaba una tenue luz del sol, se proyectaba un bello atardecer fuera de su ventana. Esta estaba un poco abierta, entonces, le llegaba una leve brisa de otoño, haciendo que los lirios, puestos en su cómoda al lado de la ventana, se movieran, haciendo un pequeño baile.

En ese momento se sentía inspirado, pero eso le duró poco. Intentaba pintar los lirios, el atardecer, a kkami, pero nada resultaba.

Algo frustrado decidió ya no seguir intentando, agarró su celular, y se puso a ver instagram. Deslizaba fotos, abría pinterest, luego spotify, instagram nuevamente, y se encontró con una pintura que le llamó la atención.

— Que desastre... pero que lindo.. — Decía Hyunjin al ver tal pintura. Había sangre, gente demente, desesperada, y cosas que no tenían sentido. Arte grotesco, eso era lo que observaba.

Nunca pensó que eso le gustaría, pero de todas formas, siguió viendo pinturas de ese estilo, hasta que, decidido, se dirigió a su escritorio para pintar Arte grotesco, o eso intentaría. Pincelada tras pincelada, el sol se escondió, para darle el paso a la luna, su amiga de cada noche. Expresó todos sus sentimientos de ira, miedo, terror, angustia, tal como en las pinturas que había visto expresaban.

Satisfecho con el resultado, soltó una pequeña lágrima, que hizo mojar la mejilla de aquel monstruo que pintó.

Su estómago sonaba, eso ya lo hacía molestar.

— Ahg, que hambre tengo — Se estiraba, kkami le ladraba, al parecer también pidiendo comida. — ¿Kkami también tiene hambre? ¿también te suena el estómago?

Camino a la cocina, el hurón y Kkami comieron, ya casi terminaban, cuando escucharon un sonido proviniendo de su habitación. Kkami ladraba, con tono asustado. A Hyunjin no le gustaba eso, no le daba buena espina, como buen padre fue a investigar.

— Grr, Grrr... — Fue lo que recibió a Hyunjin cuando entró a su habitación. Quien lo saludaba, era el mismo monstruo que el acababa de pintar. Se quedaron viendo fijamente, y nada pasaba, y ahí fue cuando sus grandes garras se dirigían a la ventana, daba a entender que tenia que asomarse. La criatura daba miedo, pero aún así, Hyunjin le hizo caso asomándose a su ventana.

Lo que vio, fueron varias criaturas con aspecto aterrador en la solitaria calle, fuera de su departamento. Y solo pudo reconocer una, la criatura que aparecía en una de las pinturas que observó en instagram.

La criatura que permanecía a su lado, todavía no se movía, pero Hyunjin sintió más terror, al ver como los que estaban en la calle, se comían a personas. Fue en ese momento, donde la que tenia detrás de él, habría su boca, mostrando sus afilados colmillos. Solo pasó un segundo para que Hyunjin terminara devorado.

Living paintings | ONE SHOT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora