✿⁠ Joseph Joestar

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Después de la pelea con Kars, el grupo de Joseph se encontraba vacacionando en un bonito hotel de Italia. A pesar de esto, el muchacho y su amiga decidieron seguir con el entrenamiento de la última, pues quería dominar su hamon.

— No puedo, JoJo. Llevo tres semanas con esto y aún no he podido mejorar en nada.— Musitó la chica con un notable cansancio.

— ¿Eh? ¡Pero si has mejorado mucho!— Exclamó el castaño con indignación.

La muchacha y el joven Joestar se habían conocido hacía algunos meses atrás, ya que era hermana de Caesar Zeppeli, bueno... no como tal.

Después de conocer a Lisa Lisa en Venecia, la conoció a ella. Había sido asaltada por un sujeto en un callejón, para la mala suerte del último, Zeppeli se encontraba observando los hechos y terminó en el suelo. Al encargarse por completo del delincuente, el rubio la invitó a cenar en un restaurante de por ahí para que se relajara.

A medida que avanzaba la cena, Caesar le hacía bastantes cumplidos a la muchacha, pues era muy bella, sin embargo, simplemente no fluía como naturalmente sucedía en las citas del joven. Gradualmente se hicieron muy cercanos, al punto de sentir un amor completamente fraternal.

Por otro lado, no simpatizaba mucho con el hecho de que Joseph y ella tuvieran sentimientos mutuos, después de todo, JoJo solía ser un poco idiota, no obstante, trataba de aceptarlo, ella se veía muy feliz a su lado.

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Al ver el "poco" progreso que había logrado en un mes entrenando hamon, la joven comenzó a exigirse aún más de lo que se consideraba suficiente, claro, sin que Joseph o Caesar lo supieran.

Comenzó a sentirse muy mal. No dormía lo suficiente y estaba exhausta, pero aún así, seguía entrenando cuando se suponía que debía descansar.

Y por supuesto, no pasó desapercibida por Caesar.

Ambos se encontraban desayunando. El rubio la llamó por su nombre y ella volteó a verlo.

— Te he visto algo cansada. ¿Estás bien? ¿Has dormido bien?— Cuestionó con preocupación mientras examinaba su rostro con delicadeza, sus ojeras eran considerablemente grandes.

—¿Ah? No Caesar, no pasa nada. Solo estoy algo cansada.— Pensó rápidamente en alguna excusa y sonrió nerviosa.— Ayer practiqué un poco más de hamon, pero nada muy intenso.— Rio y agitó su mano en señal de que le restara importancia.

El chico se mantuvo serio, la conocía bien y estaba seguro de que le estaba mintiendo. Luego dio un último bocado a su desayuno.

El rubio se levantó de la mesa.— Estaré un poco ocupado, vuelvo en la tarde.— Se quedó en silencio por algunos segundos.— Si el idiota de JoJo hace algo, sabes que estoy aquí.— Le sonrió y besó su frente de forma elegante y cariñosa a la vez.

La chica se despidió de él con una sonrisa y siguió comiendo su desayuno tranquilamente, ahora estaba sola. Lisa Lisa había salido a hacer algunas compras y al parecer Joseph seguía en su habitación, no lo había visto en toda la mañana.

A Zeppeli le costó demasiado el dejar ese asunto en las manos de Joseph, pero trató de convencerse de que a pesar de que era un tonto sin remedio, podría hacerse cargo de cuidar a su hermana, después de todo era un buen chico, solo necesitó amenazarlo un par de veces. Era alguien muy atento, en cuanto vio que la chica se encontraba así, se lo dijo a Joseph, por no decir que se lo reclamó. Ambos llegaron a la conclusión de que ella misma se estaba descuidando demasiado.

Jojo's One Shots | ✿Where stories live. Discover now